Picasso
Se cumplen cincuenta años de la muerte de Pablo Picasso y se me hace difícil hacerle justicia escribiendo sobre él
Se cumplen cincuenta años de la muerte de Pablo Picasso y se me hace difícil hacerle justicia escribiendo sobre él algo que quepa en esta brevísima columna. Es tal el tamaño de su formidable impacto en el milenario arte de la pintura -quizás el más antiguo de todos- que el notable crítico e historiador del arte francés Pierre Cabanne no dudó en titular el libro que le dedicó: El siglo de Picasso.
No fue menor tampoco el elogio que le dedicó Jackson Pollock, el maestro de la Action painting, el pintor que encabezó el derrocamiento de París y el encumbramiento de Nueva York como capital del arte moderno ocurrido en los años 50 del siglo pasado. Cuando Pollock vio el documental del director flamenco Paul Haesaerts, Visita a Picasso (1949), exclamó enfurecido: ¡Este cabrón lo ha hecho todo!
Él, que con sus enormes cuadros hechos a golpe de baldados y chorreones de pintura, creía haber sido el primero en introducir con tanto radicalismo el dinamismo en la pintura, descubría con asombro que Picasso era capaz de pintar en vivo y directo ante la cámara de cine y como si lo estuviera haciendo en el aire. Pintando sobre una gran lámina de cristal a toda velocidad y con la decisión de quien no se arrepiente ni se piensa arrepentir jamás de una sola de sus pinceladas.
Picasso no podía saber mientras rodaba este documental cuál iba a ser la reacción de Pollock. Pero de lo que quizás si estaba seguro es que pintando en un cristal daba respuesta al desafío que supuso para toda la pintura el Gran vidrio de Marcel Duchamp. Ese insólito y enigmático artefacto de cristal -al que Octavio Paz dedicó La apariencia desnuda- es la mejor refutación en la práctica de esa ‘pintura retiniana’, la pintura que según Duchamp no hace pensar o impide pensar. Picasso pintando con brío sobre cristal le envió a Marcelo del Campo -que diría Julio Cortázar- un mensaje igual o más rotundo: pintar es pintar y lo demás es cuento.
“Este cabrón lo ha hecho todo”. ¡Claro que lo ha hecho Jackson! Si un extraterrestre desembarca y visita una retrospectiva de Picasso podría pensar que no es la retrospectiva de un solo pintor sino la exposición colectiva de obras de muchos pintores. Tal es la variedad de estilos con los que el malagueño pintó a lo largo de más de 70 años de pintar todos los días. Con la intención de explorar todas las posibilidades de la pintura y de llegar siempre más allá de donde otros habían llegado.