Venezuela rechaza alerta de viaje de EE. UU. y acusa de “racismo y propaganda política”

El lunes, 12 de mayo, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una alerta, catalogada como nivel 4, en la que le solicitó a sus ciudadanos que se encuentren en Venezuela abandonar el país vecino, de manera inmediata.

“No viaje ni permanezca en Venezuela debido al alto riesgo de detención arbitraria, tortura durante detenciones, terrorismo, secuestro, aplicación arbitraria de leyes locales, criminalidad, disturbios civiles y deficiente infraestructura de salud”, expone el mensaje.

Frente a esto, el Gobierno de Venezuela rechazó “de forma categórica” la nueva alerta de viaje, en la que advierte de un “extremo peligro para ciudadanos estadounidenses viviendo en o visitando” el país latinoamericano.

Las autoridades venezolanas calificaron la advertencia como “un acto hostil, cargado de cinismo, racismo y propaganda política, que busca alimentar la campaña de agresión permanente contra nuestro país”, según refleja un comunicado en el portal del Ministerio de Relaciones Exteriores.

La cartera ministerial dirigida por Yván Gil ha calificado así de “acusaciones infundadas” las advertencias de Estados Unidos a sus ciudadanos, que en la página web del Departamento de Estado señala “el alto riesgo de detención injusta, tortura durante la detención, terrorismo, secuestro, aplicación arbitraria de las leyes locales, delincuencia, disturbios civiles e infraestructuras sanitarias deficientes”.

De igual forma, el Gobierno venezolano, encabezado por Nicolás Maduro, sostuvo que la medida no tiene el propósito real de proteger a los ciudadanos estadounidenses.

“Esta alerta no busca proteger a nadie”, denuncia Caracas al considerar que se trata de “una herramienta de guerra psicológica y desinformación”, que hace parte del "libreto intervencionista de Washington y sus lacayos locales”.

Además, el Ejecutivo venezolano no dudó en contradecir a la Casa Blanca y declaró que “es el propio Gobierno estadounidense quien secuestra, encarcela y desaparece a migrantes, incluidos niños venezolanos como Maikelys Antonella Espinoza Bernal (...) con el claro objetivo de utilizarla como rehén política en favor de la ultraderecha venezolana”.

En respuesta a lo que considera un intento por deteriorar su imagen internacional, Venezuela reafirmó su posición como destino seguro, asegurando que “Venezuela es un país de paz”, e invitó a los visitantes de ir al país

“Quienes deseen visitarnos con respeto y espíritu de hermandad encontrarán siempre abiertas las puertas de un pueblo digno, soberano y en revolución”, concluyó el mensaje oficial.

Este nuevo cruce diplomático se da en un contexto de relaciones bilaterales tensas, marcadas por sanciones, denuncias mutuas y diferencias ideológicas entre ambos gobiernos.

Redacción El País y Europa Press.