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Los desatinos del hijastro de víctima del Titán; hasta la rapera Cardi B le reprochó
El hijastro de Hamish Hardin se fue de concierto y coqueteó por redes mientras se realizaba la búsqueda del sumergible.
Mientras el mundo no sale de su asombro tras el trágico final que corrieron los tripulantes del sumergible Titán, llama la atención lo que hacía el hijastro de uno de los tripulantes de la nave y que no dudó en compartir en sus redes sociales.
Brian Szasz, uno de los hijastros de Hamish Harding, hizo una petición para que pidieran por su familia. Sin embargo, pocos minutos después, mediante la misma red social, desató la polémica por una interacción que no lo dejó muy bien parado.
Resulta que le respondió a una modelo que hacía una sugerente pregunta a sus seguidores. “Me puedo sentar en ti”, escribió @Perfexxia, a lo que Brian contestó: “Sí, por favor”.
“Mientras el mundo estaba rezando por las personas en el submarino, él estaba yendo a conciertos. Estaba buscando figurar, nadie sabía quién era este tipo hasta que dijo quién era su padrastro. Por esto la gente los odia, mocosos mimados, multimillonarios”.
The point was the whole world is praying for these people in the submarine and this man son is online shaking dicks for girls off onlyfans and going to Blink 182 concerts. You was looking for clout all along, nobody knew who you were until you said that was ya stepdad!!! This is… https://t.co/FQ8pfR55Ob
— Cardi B (@iamcardib) June 21, 2023
Pero eso no fue todo, durante los angustiosos días sin saber nada de los tripulantes, Brian Szasz también compartió una foto de sí mismo mientras estaba en un concierto de su banda favorita, Blink-182.
“Puede ser desagradable estar aquí, pero mi familia querría que estuviera en el show de Blink-182, ya que es mi banda favorita y la música me ayuda en los momentos difíciles”, escribió en su red social.
A bordo del Titán viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que operaba el sumergible.
“Hoy estamos unidos en el dolor con las otras familias que también perdieron a sus seres cercanos a bordo del sumergible Titán”, escribió en un comunicado la familia de Harding y su empresa Action Aviation después de que los organizadores de la expedición y los guardacostas estadounidenses anunciaran la muerte de los pasajeros.
El texto describe al empresario de 58 años como “un marido amante de su esposa”, “un padre dedicado a sus dos hijos” y “un guía, una inspiración, un respaldo y una leyenda viva” en su empresa.
“Era único en su género y lo adoramos”, dice el texto, que alaba al fallecido como “un apasionado explorador, fuera cual fuera el terreno”.
Condolencias extranjeras
Los gobiernos de Reino Unido y de Pakistán expresaron sus condolencias por los pasajeros que viajaban en el desaparecido sumergible Titán, dos de los cuales tenían la doble nacionalidad británica y pakistaní, y un tercero, británica, tras conocerse el jueves la implosión de la nave.
“Trágica noticia la pérdida de aquellos que iban a bordo del sumergible Titán, incluidos tres ciudadanos británicos, tras una operación de búsqueda internacional”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores británico, James Cleverly, en Twitter.
“Nuestras más profundas condolencias a la familia Dawood y a la familia de los otros pasajeros por la triste noticia sobre el destino del sumergible Titán en el Atlántico Norte”, dijo por su parte, el ministerio paquistaní de Exteriores, agradeciendo “los esfuerzos multinacionales en la búsqueda de la embarcación”.
La comunicación con la nave se perdió el domingo, dos horas después de la inmersión, lo que desató una búsqueda contra reloj para tratar de hallar el aparato desaparecido antes de que se terminara el oxígeno en su interior.
Pero el jueves se hallaron restos consistentes con una pérdida de presión de la cámara que apunta a la implosión del aparato, según los guardacostas estadounidenses.
El precio del viaje para acercarse a los restos del Titanic era de 250.000 dólares por pasajero.