Economía
China pidió a Estados Unidos “suprimir completamente” los aranceles recíprocos y volver al camino del respeto mutuo
La tensión por la guerra de los aranceles continúa.

China pidió este domingo 13 de abril a Estados Unidos que “suprima completamente” sus aranceles recíprocos, después de que Washington anunciara una exención para teléfonos, ordenadores y otros productos electrónicos.
“Instamos a Estados Unidos (...) a dar un gran paso para corregir sus errores, suprimir completamente la práctica errónea de los aranceles recíprocos y volver al camino correcto del respeto mutuo”, afirmó un portavoz del Ministerio de Comercio a través de un comunicado.
El viernes el servicio de aduanas estadounidense indicó que los teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, chips de memoria y otros productos quedarían excluidos de los gravámenes globales que el presidente Donald Trump implementó hace una semana.

El Ministerio de Comercio chino afirmó que el anuncio constituía un “pequeño paso” y que China estaba “evaluando el impacto” de la decisión.
Las exenciones beneficiarán a empresas tecnológicas estadounidenses como Nvidia y Dell, así como a Apple, que fabrica iPhones y otros productos de alta gama en China.
La mayoría de los productos chinos aún enfrentan para ingresar a Estados Unidos de un gravamen general del 145%.

Los semiconductores también estarán libres del impuesto aduanero del 10% que la primera potencia económica aplica a la mayoría de bienes independientemente del país de procedencia.
Sin embargo, pueden ser gravados más adelante con un arancel específico para esta industria. Sobre el tema, Trump dijo el sábado que dará una respuesta “muy específica” el lunes.
La exención de aranceles a la tecnología beneficiará, principalmente, a gigantes como Apple, empresa deslocalizada que fabrica su iPhone y otros productos estrella en China, así como a Dell o Nvidia.
Los productos favorecidos representan más del 20% de las importaciones procedentes del gigante asiático, según datos de las aduanas estadounidenses transmitidos por Gerard DiPippo, del centro de investigación RAND sobre China.
Este cambio de rumbo de Estados Unidos es “la mejor noticia posible para los inversores del sector tecnológico”, consideró por su parte Daniel Ives, analista financiero de Wedbush Securities.
Sin estas exenciones, “la industria tecnológica estadounidense habría retrocedido diez años y la revolución de la inteligencia artificial se habría ralentizado considerablemente”, explicó.

Tras el anuncio, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, insistió en que las empresas en cuestión estaban, no obstante, “trabajando” para trasladar su producción a Estados Unidos lo antes posible, el principal argumento de Trump para justificar su política aduanera.
Cabe recordar que el magnate republicano ya había impuesto anteriormente tarifas del 20% a Pekín por, según la Casa Blanca, albergar en su territorio talleres que desempeñan un papel fundamental en la producción de fentanilo, un opioide responsable de una mortal crisis sanitaria en Estados Unidos.
Pekín tomó represalias el viernes y elevó al 125% los aranceles a todos los bienes estadounidenses que entran en su territorio, una medida efectiva desde este sábado. El presidente chino, Xi Jinping, afirmó entonces que su país “no tiene miedo”.
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