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Así fueron los últimos 48 segundos de los tripulantes a bordo del Titan
Estados Unidos y Canadá se han abierto investigaciones para determinar las causas de la implosión del sumergible
Titan fue reportado como desaparecido y poco tiempo después la Guardia Costera dijo que las cinco personas a bordo del sumergible habían muerto después de que el barco sufriera una catastrófica implosión.
Un campo de escombros fue hallado en el fondo del mar, a 500 metros de la proa del Titanic, que se encuentra a casi 4 km de la superficie del océano y a unos 600 km de la costa de Terranova, Canadá.
Canadá, que ayudó en la búsqueda del sumergible, dijo el sábado que estaba llevando a cabo su propia investigación. El anuncio de la implosión puso fin a una operación multinacional de búsqueda y rescate que captó la atención del mundo desde que la embarcación turística desapareció.
Por su parte, la Guardia Costera de Estados Unidos anunció una investigación sobre la implosión que destruyó al sumergible Titan, y mató a las cinco personas que viajaban hacia los restos del Titanic.
Los últimos segundos del Titán son un misterio, José Luis Martín , quien tiene un Ph.D. en ingeniería eléctrica de la Universidad del País Vasco en España y es un experto en submarinos, se refirió a lo que pudieron ser los últimos momentos de los tripulantes del Titan.
Los cinco miembros de la tripulación, incluido el difunto CEO de OceanGate, Stockton Rush, probablemente estaban al tanto de su terrible situación en los 48 segundos que precedieron a la implosión del Titán, según Martín.
El estudio de Martín utilizó parámetros que incluyen el peso del sumergible, el empuje, la velocidad, la masa, la aceleración y el coeficiente de fricción del agua contra un cuerpo que cae para calcular el descenso del sumergible.
Martín especula que desde que el sumergible Titán perdió la comunicación con su buque de apoyo a las 11:15 am y se cortó la electricidad, cayó en picada entre 48 segundos y 1 minuto y 11 segundos antes de implosionar.
El informe de Martín también destacó la importancia de la estabilidad en el diseño de submarinos turísticos de pasajeros. Un sumergible bien diseñado debe tener un centro de gravedad ubicado dentro del “casco submarino” para que la embarcación permanezca estable.
Un fallo eléctrico repentino podría haber alterado ese equilibrio en Titán, provocando que se hundiera sin control en las profundidades del océano.
A medida que el Titán descendía, el casco resistente a la presión del sumergible experimentó un aumento repentino de la presión. La contracción del casco no fue seguida por el material del ojo de buey, que tenía propiedades diferentes.
Martín dijo que la falta de deformación uniforme provocó una microfisura, lo que permitió que el agua ingresara a una presión que provocó una implosión inmediata. Una “implosión catastrófica”, como la que se cree que destruyó el sumergible Titan, se produjo debido a la aplastante presión del agua en el fondo del océano.
Los restos del Titanic descansan en el lecho marino del Atlántico Norte a unos 3.800 metros de profundidad. A nivel del mar, la presión atmosférica es de aproximadamente de un bar, nivel conocido como una atmósfera.
A la profundidad a la que se encuentra el transatlántico, la presión del agua multiplica por 400 los valores de la superficie marina. A modo de comparación, la mordedura de un gran tiburón blanco ejerce una fuerza de casi 275 bares, según Scientific American.
En una implosión causada por un defecto en el casco o por cualquier otro motivo, el sumergible se derrumbaría sobre sí mismo en milisegundos, aplastado por la inmensa presión del agua. La muerte sería prácticamente instantánea para los ocupantes.
El Titan, construido por OceanGate Inc. de Everett, Washington, estaba diseñado para soportar la presión extrema del agua a la profundidad del Titanic y ya había realizado inmersiones anteriores en el pecio.
Pero se habían planteado algunas dudas sobre su seguridad, sobre todo en una demanda que involucraba al ex director de operaciones marinas de OceanGate, David Lochridge, quien fue despedido en 2018 después de advertir sobre el casco de fibra de carbono “experimental” del Titan.
Roderick Smith, profesor de ingeniería del Imperial College de Londres, dijo que el accidente probablemente se debió a un “fallo del casco de presión”, pero será necesario recuperar los restos para llevar a cabo una investigación completa.
E incluso con ese material puede resultar difícil precisar la causa. “La violencia de la implosión significa que puede ser muy difícil determinar la secuencia de los acontecimientos”.
Con información de AFP*