Adolescente de 14 años murió tras cirugía estética en México; padre denuncia falta de consentimiento

La muerte de Paloma Nicole Arellano, una adolescente de 14 años en Durango, México, quien falleció tras someterse a una cirugía, y que involucra directamente a su madre y a su padrastro, el cirujano plástico Víctor Manuel Rosales Galindo, ha causado una fuerte conmoción social.

El caso ha reabierto el debate sobre los límites de la cirugía estética en menores de edad, la ética médica y la responsabilidad de quienes practican este tipo de procedimientos en diversos países.

Más allá de la consternación social, lo que recientemente ha causado gran impacto referente al caso, ha sido la reacción del padre de la adolescente, Carlos Said Arellano, quien denunció públicamente que nunca fue notificado ni dio su consentimiento para la cirugía estética a la que su hija fue sometida.

Según su testimonio, el 11 de septiembre la madre le aseguró que viajarían a la sierra de Durango para aislarse por un presunto contagio de covid-19, advirtiendo que permanecerían incomunicados. Sin embargo, ese mismo fin de semana, la adolescente, presuntamente, fue ingresada a quirófano para someterse a una cirugía de implantes mamarios, liposucción y lipotransferencia en glúteos.

El 15 de septiembre, Carlos Arellano recibió una llamada de su exesposa informándole que su hija estaba hospitalizada en estado grave. Al llegar a la Clínica Santa María de Durango, encontró a Paloma Nicole en coma inducido e intubada, tras haber sufrido un paro cardiorrespiratorio que derivó en inflamación cerebral.

Durante varios días su estado de salud presentó altibajos, hasta que finalmente el 20 de septiembre fue declarada con muerte cerebral.

El certificado de defunción entregado al padre estableció edema cerebral y encefalopatía hipóxica como causas principales de su muerte, sin hacer referencia a la cirugía.

La revelación llegó durante el funeral, cuando al observar el cuerpo de su hija Carlos notó un corpiño quirúrgico y confirmó la presencia de implantes: “Me le acuesto a mi niña, la abrazo, y le veo en un costado un corpiño quirúrgico. Se me hizo muy raro porque no tendría por qué tenerlo… abrimos el ataúd y ahí vimos que tenía implantes”, relató.

Ante el descubrimiento que causó confusión y asombro, la familia paterna presentó de inmediato una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Durango, en la que solicitó la necropsia de ley.

Al respecto, la fiscal Sonia Yadira de la Garza confirmó que el cuerpo fue enviado al Servicio Médico Forense y que aún se espera el dictamen patológico definitivo.

De la Garza explicó que, de acuerdo con los hallazgos y el expediente clínico, la madre podría enfrentar cargos por omisión de cuidados y el médico, por homicidio culposo.

Por su parte, la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER) informó la suspensión provisional del cirujano denunciado mientras avanzan las investigaciones. Sin embargo, la medida no implica la cancelación de su cédula profesional ni la revocación de su certificación.

El caso se ha vuelto viral en el estado de Durango, donde la ciudadanía pide justicia para Paloma Nicole y se sensibilizan con el dolor de su padre.