Exclusivo: Así llegaron los camiones bomba a Cali
Unidad Investigativa
El País revela el recorrido que habrían realizado los terroristas
desde el Cauca hasta el Valle para activar el camión bomba con el
que el pasado 21 de agosto asesinaron a 7 personas, dejaron otras 70
heridas y decenas de comerciantes damnificados en inmediaciones de
la Escuela Militar de Aviación. ¿Quién es alias Walter? ¿Cómo fue su
intento de fuga? ¿Quién es su padre? y ¿quién es el hombre tras su
captura?
Dos horas y 50 minutos antes de la tragedia que enlutó a la capital
del Valle el pasado 21 de agosto, Jefferson Castaño salió del taller
en una camioneta gris a tomar su hora de almuerzo.
A esa misma hora, Walter Yonda en algún lugar entre Caloto y
Corinto (Cauca)
preparaba el viaje hacia Cali en un camión blanco cargado con
explosivos.
Jefferson regresó a su trabajo, revisó entregas pendientes y a eso de
la 1:30 salió por la Carrera 8 hacia el Oriente de la ciudad para
llevar unos equipos en la Avenida Ciudad de Cali.
Yonda, entre tanto, ya estaría aproximándose junto a otro camión
cargado también con cilindros bomba
al corregimiento El Palo, en Caloto (Cauca), buscando vía hacia la
ciudad de Cali.
Aún no es claro si desde El Palo, el lugar donde las autoridades
estiman que salieron los camiones, Walter Yonda tomó la vía Guachené -
Puerto Tejada;sí salió por Caloto a La Arrobleda, Villa Rica y Puerto Tejada,
o si de El Palo condujo por Corinto y cruzó antes de llegar a Miranda
por la vía Padilla- Puerto Tejada.
De lo que sí se tiene certeza, es que los camiones y los terroristas,
quienes pertenecerían a las disidencias de las Farc, llegaron a
Puerto Tejada (Cauca) a través de la Vía Circunvalar alrededor de la
1:56 p.m. para conducir directo hacia el municipio de Candelaria
(Valle).
Sin que en la vía exista ningún tipo de control por parte de la Fuerza
Pública, los terroristas ingresaron al Valle del Cauca con total
libertad a las 2:11 p.m. a través del corregimiento El Cabuyal, en
zona rural de Candelaria, y 18 minutos después, a las 2:29 p.m.,
cruzaron por el corregimiento de Villa Gorgona
Un vehículo particular y probablemente una
motocicleta habrían acompañado el recorrido de los terroristas hasta
Cali, quienes a las 2:44 p.m. estaban ya en el sector de Juanchito y
a las 2:48 son captados por una cámara en el barrio Alfonso
López, a pocas cuadras de la Base Aérea.
A la misma hora,
Jefferson viene ya de regreso en su camioneta gris por la Autopista
Oriental para hacer la última entrega y
cruza por la Carrera 8 en dirección a la Escuela Militar de
Aviación.
“A eso de las 2:45 o 2:50 pasé por la Base Aérea y
veo que hay un camión parado y me quiero cruzar al otro carril
porque un bus de Coodetrans estaba también retenido
adelante; intento meterme al carril derecho donde estaba el camión que
nunca arrancó y es justo cuando ocurre la explosión”.
“YO CAPTURÉ A ALIAS WALTER”
Encontramos al héroe dormido en una mecedora manchada de
manos grasosas y a su costado dos perros sucios velando el sueño.
Prefiere no revelar su identidad, pero
advierte con orgullo que es reservista de las Fuerzas Militares.
Acababa de salir de la ducha y apenas se había puesto su
pantalón camuflado cuando escuchó la explosión, seguida de un corte de
energía, por lo que
pensó que había estallado un transformador.
“Salí
corriendo de mi cuarto hacia la puerta y veo que viene un tipo
corriendo de overol azul con gorra negra y tapaboca;
atrás de él venía un señor con un arma y me grita ‘cója… cójalo que
es el de la bomba’. Sin pensarlo dos veces, como soy reservista, le eché mano, me fui
al piso con él y me cayeron varias personas encima para ayudarme a
cogerlo; luego la gente se ensañó a golpes contra él”, dice el
héroe.
Vecinos aseguraron que en el momento de la captura, a escasos metros
se encontraba Carlos Stiven Obando en un vehículo particular color
blanco, y que fue el propio Walter Yonda quien señaló que venía con él y
que no tenían nada que ver con el ataque terrorista a la Base
Aérea.
“En el momento que lo cogió la comunidad se les
encontró un control remoto que se llevó la policía y parecía que era
el dispositivo con el que activaron el carro bomba o con el que
iban a activar el que no explotó”, aseguró otro de los vecinos del
lugar.
Alrededor de 20 minutos tardaron en llegar los
policías para realizar la captura de los sospechosos, quienes están
siendo juzgados por el delito de terrorismo. “Ese carro blanco venía de los lados de la Base
y sí estaban juntos; el uno venía a recoger al otro y por eso se paró
a esperarlo en la calle por donde giró la persona que capturamos”,
concluyó el héroe.
Comerciantes del sector no lograron obtener imágenes del momento en el
que alias Walter huía por entre las calles del barrio Villacolombia
porque
con el corte en el suministro de energía se cortó también la señal
de las cámaras
y se apagó la grabación.
Fuentes oficiales aseguraron que
el hombre, quien en redes sociales
se hace llamar ‘Sebastian’ es conocido en el municipio de Corinto
con el alias de ‘Walter’
y ejercería mando en un grupo armado ilegal con presencia en esa zona
del país.
Bases de datos del Estado consultadas por este
diario revelan que Yonda residía para el año 2019, siendo menor de
edad, en la vivienda de sus padres en el municipio de Corinto, donde
figura en el listado de población vulnerable y en condiciones de
pobreza moderada, según datos del Sisben.
Igualmente, señala la
información que el hombre capturado, quien además es ampliamente
conocido en el municipio de Santander de Quilichao,
se encuentra inscrito en la Registraduría Nacional del Estado Civil
para ejercer su derecho al voto en el Colegio Metropolitano María
Occidente, ubicado en la Carrera 41 con Calle 1A de la ciudad de Popayán.
¿QUIÉN ES ALIAS PEPO, EL PADRE DEL JOVEN CAPTURADO POR EL ATENTADO?
La primera aproximación que tuvieron las autoridades
judiciales al conocer el nombre de la persona capturada como
responsable del ataque con artefactos explosivos frente a la Base
Aérea de Cali fue el nombre de su padre,
Anderson Yonda Canas, de 42 años de edad y conocido con el alias de
Pepo.
Un excombatiente raso que perteneció al Frente Sexto de
las extintas Farc y quien luego de haber estado en prisión, regresó a
la zona rural de Guacas y La Cominera, en el municipio de Corinto
(Cauca), donde
habría retomado actividades delictivas, según la información
obtenida.
“Alias Pepo, el padre de Walter Yonda, asegura ser un desmovilizado,
pero
hemos encontrado que utiliza esta condición para acercarse a
miembros de la Fuerza Pública
con el propósito de obtener información sensible”, aseguró una de las
fuentes consultadas por El País.
Fue cabecilla de milicias
y se le atribuye la responsabilidad en la fabricación y activación de
vehículos bomba y motos bomba.
Fue capturado en diciembre del 2013 y dejado en libertad por un
juez en noviembre del 2016.
Ya en 2009 un juzgado en Jamundí había ordenado su captura.
En
sus registros judiciales
figuran cuatro ingresos a las cárceles de Santander de Quilichao,
la de Popayán en dos oportunidades y la cárcel Villahermosa de
Cali, por requerimiento del Juzgado Noveno Penal en la capital del Valle.
Sus sitios de permanencia, lo que
le ha permitido ejercer algún tipo de control territorial a él y a
su hijo Walter Yonda, han sido la vereda La Cominera, en la zona alta del municipio de
Corinto, y otro sector cercano conocido como El Descanso, en los que
probablemente se pudieron acondicionar los camiones con los artefactos
explosivos.
Según las fuentes judiciales, la novia de Yonda
Ipia, quien lo habría acompañado para venir a Cali a activar los
camiones cargados con explosivos
sería una persona muy cercana a alias Marlon, uno de los
máximos cabecillas de las disidencias de las Farc en el Norte del
Cauca.
LOS DOS MILAGROS
Difícilmente,
quien ve las imágenes de la camioneta Chevrolet LUV en medio del
camión que explotó frente a la Base Aérea y del otro
camión que no alcanzó a ser detonado, se imaginaría que el
conductor de ese vehículo particular pudo salir con vida.
Pensará
que es una de las siete personas que fallecieron durante el ataque
terrorista que habrían perpetrado en la tarde del pasado 21 agosto
miembros de las disidencias de las Farc, pero Jefferson Castaño es
quizá ese milagro que siempre asoma en hechos catastróficos.
Tiene la edad de Cristo, 33 años, una esposa y una hija
de 6 años de edad, con quienes almorzó un par de horas antes del
atentado terrorista que dejó también a más de 70 personas
heridas.
Esperaba llegar a la Calle 44 con Carrera 8 para hacer
entrega de un producto a uno de los clientes de la empresa familiar
para la que trabaja, pero
un camión parqueado a la altura de la Calle 52 lo obligó a moverse
de carril
en el momento justo de la explosión.
“Quedé a unos tres o
cuatro metros del camión que explotó. Recuerdo que
cerré los ojos y los abrí y ya estaba en medio de esa situación.
Las puertas del carro no abrieron y me salí por la ventana y corrí
hacia la esquina de la Carrera 8 con Calle 52 y me percaté de la
situación; vi mucho lamento, mucha gente gritando, angustiada, yo
sangrando, herido en el brazo, la cabeza y mi hombro”, recuerda
Jefferson.
Agrega que: “Fue solo en un abrir y cerrar de
ojos que yo
ya estaba con el carro totalmente destruido con vidrios quebrados y
todo; solamente me vine a dar cuenta de mis heridas cuando llegué a la
esquina con los oídos totalmente tapados y fue donde me pude percatar
que estaba herido porque otra persona me dice ‘estás chorreando
sangre’”.
“Pude llamar a mi mamá; ella fue por mí y se
quedó con el asunto del carro junto a mi padrastro y ya
me despacharon en una ambulancia para la Clínica Cali, aquí en
el norte de la ciudad”, donde me dieron de alta al día siguiente”.
Frente
al hecho puntual, asegura que
no notó nada extraño en los segundos previos, y que “incluso, ante
de pasar por el camión había un choque, un golpe entre un carro particular y un taxista y les saqué el
juste a ese choque que estaba a unos 20 metros antes del camión que
explotó. Lo único que recuerdo es que el camión tenía de color negro
toda la parte de atrás”.
“Vi que el conductor del
Coodetrans sí salió muy aturdido; tengo entendido que ellos van con
los vidrios abajo siempre; entonces lo vi que salió muy aturdido, casi
cayéndose. (…)
Cómo el carro es gas, pensé que era una de las pipas que se había
estallado; cuando yo ya me bajo y miro hacia atrás veo que el camión que nunca
quiso arrancar y que yo aproveché para meterme, veo que es el que está
totalmente destruido y es donde yo digo ‘un atentado terrorista contra
la base aérea’”.
Aunque no frecuenta ninguna iglesia,
asegura Jefferson Castaño, no hay día en que no se levante y se
encomiende a Dios. “yo pienso que así uno no haya quedado con heridas
graves,
sí queda uno psicológicamente muy afectado”.
“Me
duele mucho pensar que a veces llevo a mi esposa y a mi hija a esos
recorridos; y me duele imaginar que las pude haber llevado a ese viaje
y
seguramente mi niña de 6 años no hubiera resistido una cosa de
esas. Eso me afecta más que todo”, dice Jefferson ya en franca
recuperación.
“El otro milagro es que no explotaran las
pipas de gas de nuestro carro, que son tres y están ubicadas en la
parte de abajo.
Creo yo que si alguna hubiera explotado, activaba las otras dos y
si no me hubiese matado el camión, me matan las pipas
y de pronto hubieran activado el camión que no explotó y todo hubiera
sido peor”.
Aunque se cruzó con él, porque Walter Yonda
debió pasar por el lado de su carro, no recuerda haberlo visto ni
antes ni después de la explosión. Y menos cuando
corrió a la esquina desde donde vio personas heridas y una
mujer fallecida detrás de su vehículo.
LA RUTA DE ESCAPE DEL TERRORISTA
Segundos antes de la
explosión de uno de los camiones frente a la Base Aérea, Walter Steban
Yonda Ipiua, de 23 años de edad y oriundo de Corinto (Cauca),
inició su escape a través de la Calle 52 con Carrera 8, hacia el
barrio Villacolombia.
Alias Sebastián, como figura en redes sociales, llegó
hasta la Carrera 10 A y giró con destino a la Calle 53. Para
entonces ya una persona armada corría tras él alertando a la comunidad
de que ayudaran a detenerlo.
El hombre, que portaba un
overol de color azul, gorra y tapabocas,
giró de nuevo en la Carrera 11 hacia la Calle 54 donde fue
retenido por los vecinos en la esquina, a escasos metros llegar al
lugar donde al parecer lo esperaba en un automóvil blanco la persona
encargada de sacarlo de la zona.
Videos muestran que fue
golpeado y estuvo retenido por la comunidad durante 20 minutos,
mientras llegaba la Policía. Yonda aseguró no ser el responsable e
indicó que venía acompañado de Carlos Steven Obando, la segunda
persona que está siendo judicializada por el delito de terrorismo.
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