Judicial
La impunidad reina 23 años después del secuestro de los diputados del Valle: “La verdad quedó en papel”
Laura Charry, hija del exdiputado Carlos Alberto Charry, habló de la tragedia que hoy cumple 23 años y enlutó a 11 familias.

Hoy se cumplen 23 años del momento en el que las Farc irrumpieron en la Asamblea Departamental para secuestrar a doce diputados del Valle. Sin embargo, en ese momento no se llevaron solamente a estos políticos, sino también a las ilusiones de las familias de cada uno de ellos.
Laura Charry es la hija de Carlos Alberto Charry, uno de los diputados que fue secuestrado ese día y que, cinco años más tarde (el 18 de junio de 2007) fue asesinado. Este hecho no solamente marcó su infancia, sino que sembró las bases de lo que es actualmente.
El secuestro se desarrolló el 11 de abril de 2002, ¿cómo recuerda ese día?
Yo era muy pequeña, tenía 13 años, entonces la noticia no logré entenderla. Sin embargo, con el pasar de los años entendí qué significaba tener un papá secuestrado y eso influyó mucho en mi madurez, en mi formación, en lo que soy ahora. Hoy soy una líder que trabaja por la memoria y por la construcción de mi ciudad, departamento y del país.
¿Usted cómo recuerda a su padre?
Son unos recuerdos muy bonitos, por eso este liderazgo va en razón a eso. Es una gratitud, es un legado que yo como hija quiero mantener en alto. Además, también lo hago por los otros diputados, por el policía asesinado y el equipo de RCN televisión.

¿Cuáles son esas cualidades que usted exaltaría de él?
Las cualidades que mi papá tenía y todos esos recuerdos son imborrables, invaluables y creo que un ser más maravilloso en la vida no existe. Somos muy afortunadas de haber compartido con él, de sentirnos orgullosas de que éramos sus hijas. Su vida es un reconocimiento a proyectarse, a salir adelante, a ser alguien en la vida y construir desde lo que le apasiona a uno.
La política era su pasión, y creo que todos esos recuerdos, principios y valores que nos inculcó nos tiene en otro momento de la historia, haciendo un ejercicio de paz y de memoria desde otra orilla del río.
¿Siente usted que ha existido justicia?
Ese concepto varía. Es un tema muy sensible que ni siquiera se logra comprender cuáles serían esos puntos que dan justicia. En este caso se da en el marco de un proceso transicional a través de la JEP y que buscan que se dé en el marco de un proceso de verdad.
Sin embargo, en mi caso personal, aún falta mucho por avanzar en este camino de verdad, y falta mucho porque el compromiso de parte de los comparecientes no ha sido el mejor y eso ha ocasionado que esa reconstrucción de la verdad y de contar ese relato satisfaga a las víctimas.
Algunos de los familiares de las víctimas reclaman que no han existido penas ejemplares para los responsables, ¿comparte el sentimiento?
Uno espera que las instituciones colombianas hagan su labor, y pues se respeta esa autonomía. Sin embargo, yo creo que hay que trabajar mucho más en eso.
Hablando en nombre propio creo que el proceso de verdad desde las responsabilidades que hay alrededor de este grupo guerrillero, y que firmaron un proceso de paz, se han quedado en el papel.
Eso lo que hace es que nosotros como víctimas y como familiares directos tengamos que asumir un rol distinto, un rol diferente que nos permita transitar en ese proceso de reconciliación y en el proceso de perdón.

¿Qué tanto aportaron estos hechos para la formación de lo que Laura Charry es ahora?
Ha sido un ejercicio muy valioso que se da desde una manera de poder darle sentido a la experiencia, de poder dar una explicación, de buscar un para qué. Eso incluso ha permitido que todos los hijos de los diputados nos organicemos para poder tener una fundación que trabaja por la memoria y por la paz de este departamento y que también que sea un ejemplo, un punto de referencia para episodios tan dolorosos que hemos vivido en este país.
¿Cómo se llama la fundación y hace cuánto existe?
La Fundación In memoriam 11 Diputados es un esfuerzo que se retoma luego de 20 años de haber sido creada por las esposas de los diputados, nosotros la retomamos en 2022. Hicimos unos cambios en los estatutos y en los lineamientos que queríamos realizar en el marco de esta fundación.
Actualmente tengo el cargo de presidenta, hay una mesa directiva y lo que hacemos es que generamos unos espacios de construcción con la institucionalidad para desarrollar agendas conmemorativas en el marco del 11 de abril, que es el día del secuestro, y el 18 de junio, que es el día del asesinato de once de ellos.
El Día de las Víctimas en Colombia se conmemoró el 9 de abril, ¿usted cree que en realidad los colombianos tienen en cuenta el significado de esta fecha o se convirtió en paisaje?
Yo creo que los avances han sido significativos, el hecho de tener una ley, de tener un día nacional y que las instituciones se pronuncien y tengan una agenda alrededor de ese tema es algo importante.
El tema de hacer memoria, de verdad, de la justicia y la reparación integral son conceptos muy subjetivos que varían desde la experiencia hasta el pensamiento de las víctimas.
Por eso, hemos liderado una agenda en torno a lo que nosotros queremos que es mantener sus memorias vivas, mantener un legado, reconocer e invitar a la sociedad a que reconozca este caso, que sepan que aquí en este edificio pasó una situación lamentable en pleno centro de Cali.
¿Qué tanto se ha avanzado en el departamento en reconocer a las víctimas?
Ahora tenemos un acuerdo municipal que nombró como ‘La Calle de los 11 Diputados’ a la Calle 9, que es por donde está ubicada la Asamblea Departamental.
Además, tenemos una ordenanza departamental que institucionaliza una ruta de memoria que nosotros los hijos hemos creado. Cada 18 de junio nosotros viajamos a un municipio priorizando que sea el lugar donde alguno de los diputados hizo vida y obra.
¿Habrá alguna conmemoración en la Asamblea al respecto?
Este 11 de abril de 2025, a partir de las 9:00 a.m., se desarrollará una agenda conmemorativa acompañada de intervenciones de autoridades departamentales y locales, de las familias, de Sigifredo y tendremos una calle de honor que nos ha regalado la Policía Cali y Valle.
Además, tenemos las cebras de la Calle 9 y la Carrera 8 pintadas con palabras como memoria, vida, paz que generan una especie de iniciativa que busca que el proceso de memoria no se quede en las familias, sino que sepan todos los vallecaucanos y caleños que aquí en este edificio sucedió algo lamentable y doloroso.
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