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La impactante historia de un sobreviviente del atentado en Cali: su camioneta quedó entre los dos camiones con explosivos
En diálogo con El País narró los minutos de angustia que vivió tras el atentado.

31 de ago de 2025, 06:26 p. m.
Actualizado el 31 de ago de 2025, 06:26 p. m.
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La Carrera 8 en el nororiente de Cali es uno de los corredores viales con mayor afluencia de la ciudad, en especial en horas de la tarde, donde decenas de ciudadanos la utilizan para movilizarse entre el oriente y el centro caleño.

Entre la Calle 61 y la Calle 44 se encuentra ubicada la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, la cual fue víctima de un atentado terrorista, el pasado jueves, 21 de agosto, a las 02:50 de la tarde, según el reporte oficial de la Fuerza Aeroespacial Colombiana.
Conozca más sobre este caso en el especial multimedia: Exclusivo | Así llegaron los camiones bomba a Cali.
A esa misma hora, Jefferson Castaño, trabajador de un taller, iba en el vehículo del establecimiento comercial en el cual se dedicaba a realizar las entregas a domicilio de los pedidos hechos por los clientes.
“Soy muy creyente en Dios, a pesar de que yo no frecuento ninguna iglesia. No hay día en que yo me levante y no me encomiende a él”, afirmó en diálogo con El País, al momento de recordar los minutos previos a transitar por el sector donde fue detonado el explosivo.

“Yo pensé por un momento que había sido el carro de nosotros que se había explotado, fue lo que yo percibí, de pronto, una pipa de gas, porque nuestro carro es a gas. Pensé que una de las pipas, de pronto, se había estallado”, mencionó.
No obstante, al descender del automotor se da cuenta de que no se trataría de su carro, sino por el contrario, de algo mucho más grave.
“Cuando yo ya me bajo y miro hacia atrás, veo que el camión que nunca quiso arrancar y yo aproveché para meterme y veo que es el que está totalmente destruido y es donde yo digo que hay un atentado terrorista en la Base Aérea”, confesó con tono de sorpresa.
Sin embargo, Castaño hizo énfasis en que su vehículo quedó en medio de los dos automotores cargados con explosivos.
El milagro
“El carro había quedado en la mitad de los dos y fue lo que permitió que la onda del primer camión no activara el del segundo, eso es lo que yo puedo percibir y también es un milagro que las pipas de gas de nuestro carro no se hayan explotado, porque también fue un milagro eso. Son tres pipas las que están debajo con solo una que se hubiese explotado y activa las otras dos”, apuntó.

Calificó lo ocurrido como un milagro e hizo énfasis en que sino lo hubiese alcanzado la explosión de atrás, pudo haber perdido la vida si se activaba alguna de las pipas de gas que tenía en su carro.
“Estar aquí es como un milagro. Estar aquí caminando es un milagro, es una bendición”, indicó.