Judicial
La historia de cómo Lyan Hortúa le salvó la vida a su cuidadora en medio del secuestro
El menor fue liberado en la tarde del miércoles 21 de mayo, tras 19 días de cautiverio.

22 de may de 2025, 07:08 p. m.
Actualizado el 22 de may de 2025, 07:09 p. m.
Siguen apareciendo nuevos detalles sobre el secuestro de Lyan Hortúa, un menor de 11 años que estuvo en las manos de las disidencias de las Farc que operan en la zona rural de Jamundí.
Entre las más recientes revelaciones, se conoció que el pequeño Lyan intercedió con sus captores para que no fuera asesinada su cuidadora, quien también fue sustraída el día el rapto.
Según información emitida desde la Personería de Cali, en el momento del rapto, los secuestradores se llevaron al niño junto a una mujer que se desempeñaba como empleada doméstica.
Ya cuando ambos se encontraban en el vehículo en el que los delincuentes emprendieron la huida, los criminales habrían hablado sobre el asesinato de la cuidadora, a lo que el menor habría alzado la voz pidiendo que se le respetara la vida a la fémina.

Frente a esto, los secuestradores habrían tomado la decisión de bajar a la mujer del vehículo dejándola en medio de la zona rural.
Sobre los días que permaneció en cautiverio, se supo que el menor hacía líneas con sus uñas en la pared para no perder la noción del tiempo.
Por el momento, las autoridades investigan el origen del secuestro y la vinculación del asesinato del primo del padrastro del menor, quien habría sido el encargado de efectuar el pago al grupo guerrillero.
La información la confirmó el personero de Cali, Gerardo Mendoza, quien explicó que la persona asesinada es Antonio Cuadros quien según la familia pagó por el rescate del menor.
“Todo es un acto repudiable, la muerte no puede hacer carrera en el territorio. Cali necesita ser un corredor de paz”, dijo.

Lo que se conoce hasta el momento es que el hombre fue asesinado a disparos.
Según Joshua Suárez, su padrastro del Lyan, lo tuvieron al menos cuatro días amarrado y que la primera noche del secuestro no recibió respaldo de la policía ni de ninguna otra autoridad.
“El niño nos está diciendo que duró cuatro días amarrado, esposado, humillado”, relató Suárez, que señaló que nunca recibió amenazas y desmintió tener deudas, aunque prefirió no hablar sobre una eventual extorsión.
El padrastro del menor relató que el día del secuestro, el pasado 3 de mayo en su casa ubicada en el municipio de Jamundí, los secuestradores pasaron por tres porterías para poder llegar a la vivienda.
“Son tres porterías para ingresar a la unidad de nosotros y eso no pareció devastador, jamás en la vida pensamos que nos iban a llegar a nuestro hogar, donde más nos sentíamos seguros”, afirmó.
Periodista de la Universidad Católica de Cali con 7 años de experiencia en medios de comunicación. Apasionado por la política y amante del deporte, siempre en busca de nuevas historias que contar.