Un lazo eterno con Cali

A lo lejos, se ve mi tierra natal. La voz de nostalgia y esperanza que resonaba en las canciones de antaño hoy encuentra eco en miles de caleños que, aunque estén lejos, no han dejado de sentir el llamado de sus raíces. Para quienes nacieron entre la brisa de los Farallones y el ritmo inconfundible de la salsa, Cali no es solo un lugar, sino un sentimiento profundo que trasciende las fronteras.

Con el paso de los años, miles de familias caleñas han migrado en busca de mejores oportunidades, asentándose en países como Estados Unidos, España o Chile. Sin embargo, el corazón siempre vuelve a casa. Y ahora, gracias al Plan de Previsión Internacional de Funerarias y Camposantos Metropolitano de la Arquidiócesis de Cali, ese regreso está garantizado incluso en el último adiós.

Un descanso eterno al ritmo de la brisa caleña

“Si por la Quinta vas pasando, es mi Cali bella que vas atravesando”. Esta frase, que ha marcado generaciones de caleños, refleja la esencia de lo que significa volver. El Plan de Previsión Internacional ofrece la posibilidad de que, sin importar dónde estés, al momento de tu partida puedas regresar a descansar en tu tierra natal.

Para los caleños que viven lejos, este plan no es solo un servicio, sino un acto de amor y conexión con su cultura. Está diseñado para cubrir todos los trámites necesarios en caso de fallecimiento en el exterior: desde la repatriación del cuerpo hasta la organización de ceremonias en Cali. Más que una logística, es una promesa cumplida de regresar a la tierra que vio nacer a quienes la eligieron como su hogar eterno.

Historias de quienes vuelven al alma de Cali

Para Clara Lucumí, el Plan de Previsión Internacional significó paz en uno de los momentos más difíciles de su vida. Su hermano, Juan David, partió a España hace más de dos décadas buscando un futuro mejor. “Era un hombre trabajador, soñador, y siempre decía que, aunque viviera lejos, Cali era su hogar”, cuenta Clara.

El año pasado, Juan David falleció repentinamente en Barcelona. Sin embargo, gracias a que él y su familia habían adquirido el plan, su último deseo se hizo realidad. “Pudimos traerlo de vuelta. Aquí le dimos el homenaje que él merecía, rodeado de su familia, amigos y con música caleña de fondo. Saber que ahora descansa bajo la brisa de los Farallones nos llena de consuelo”, relata con emoción.

Carlos Acosta, quien vive en Chile por razones económicas, ve en este plan una garantía para su tranquilidad. “Vivir fuera no es fácil, pero hay cosas que nunca cambian: mi amor por Cali y mi deseo de volver algún día”, dice. Carlos asegura que el plan le da la certeza de que, cuando llegue su momento, estará rodeado de sus raíces y seres queridos.

El espíritu caleño trasciende fronteras

El Plan de Previsión Internacional también apela a un sentimiento colectivo que caracteriza a los caleños: la alegría y la unión familiar. En una ciudad donde la salsa es parte del ADN, la idea de volver a casa, incluso en el último viaje, resuena en el corazón de quienes emigraron. Este servicio no solo cumple con los aspectos prácticos del traslado y los trámites funerarios, sino que también honra la memoria de cada persona con ceremonias cargadas de significado, adaptadas a las tradiciones y valores de cada familia.

Un legado que trasciende la vida

Cali, con su sol radiante, sus tardes bajo la sombra de las palmas y la música, que invade cada rincón, es un lugar donde los recuerdos cobran vida. Para los caleños que viven en el extranjero, este plan es una forma de mantener vivo ese vínculo, incluso después de partir.

La Arquidiócesis de Cali, a través de Funerarias y Camposantos Metropolitano, ha creado una iniciativa que no solo ofrece un servicio funerario, sino una conexión emocional. “Volver a casa, incluso en el último viaje, es algo que no tiene precio. Aquí nacimos, aquí vivimos y aquí descansaremos”, expresa Clara con una sonrisa melancólica.

Cali, el destino final de quienes la aman

Para quienes crecieron con la cadencia de la salsa y la brisa de los Farallones como compañeros inseparables, no hay mejor lugar para un descanso eterno. El Plan de Previsión Internacional es la respuesta a un anhelo compartido por miles de caleños que han emigrado, pero no han dejado de soñar con volver.

En palabras de Carlos, “Cali siempre será mi casa. No importa dónde esté ahora, sé que al final, volveré. Y saber eso me da paz”.

A través de este plan, la Arquidiócesis de Cali reafirma que la conexión con nuestra tierra trasciende las fronteras, garantizando que cada caleño, sin importar dónde se encuentre, pueda regresar al lugar que siempre será su hogar.

En cada nota de salsa y en cada rincón de esta ciudad, resuena un mensaje para quienes partieron: Cali siempre estará aquí, esperando con los brazos abiertos.