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Marquesa estilizada: Ágatha Ruiz de la Prada, la mujer que desafío las normas de la estética y construyó su propio universo de moda

La diseñadora española Ágatha Ruiz de la Prada, invitada a Distrito Moda, dejó su huella creativa en su paso por Cali.

Ágatha Ruiz de la Prada.
Con su sello, Ágatha Ruiz de la Prada ha desfilado en casi todas las capitales del mundo, ha tenido puntos de venta en 120 veinte países y contado con 500 licencias de sus productos. | Foto: Fotos: Javier Salas / El País

29 de jun de 2025, 11:16 a. m.

Actualizado el 29 de jun de 2025, 11:16 a. m.

Con sus corazones, estrellas, nubes y colores vibrantes, Ágatha Ruiz de la Prada construyó un universo estético inconfundible que trascendió la moda para convertirse en una marca de vida. Pero llegar hasta allí no fue un camino fácil.

“Empecé haciendo una ropa que nadie entendía. Todo el mundo decía: ‘Ágatha no es nada comercial, no va a vender nunca nada’. Y yo pensaba: ‘Bueno, pues ese será mi destino’”, cuenta con una sinceridad desarmante.

Sin embargo, el destino quiso otra cosa. El perfume —clave en la expansión de su marca—, la ropa infantil y, más adelante, el boom de las licencias alrededor del año 2000 le permitieron diversificarse y consolidarse. “Fue una suerte enorme”, dice.

Desde entonces, ha estampado su estética pop en cientos de objetos cotidianos: desde cuadernos y vajillas hasta textiles y muebles.

Su historia es como ella, espontánea, pues nunca estudió moda formalmente, pero aun así, consiguió abrirse camino en la industria.

Desfile otoño-invierno 23-24 Ágatha Ruiz de la Prada, Mercedes-Benz Fashion Week
Desfile otoño-invierno 23-24 Ágatha Ruiz de la Prada, Mercedes-Benz Fashion Week | Foto: Ifema Madrid

Durante su infancia, recordó haber ido a un colegio francés, para luego permanecer un año interna en París, capital de la moda, y donde pudo escudriñar un poco ese mundo.

“Después me entusiasmó Italia. Y para cuando cumplí 18 años, me decanté por Nueva York, allí estaba uno de mis más grandes referentes, el Artista plástico Andy Warhol”, recuerda. Esa conexión con el arte y lo performático la llevó a exponer en Madrid en junio de 1983, justo antes de que Andy Warhol lo hiciera en el mismo lugar en octubre. “¡Yo tenía solo 22 años!”, dice, aún asombrada por la coincidencia.

Fue después, con el paso del tiempo, que descubrió América Latina. “Fue como una fiesta. Después de lo complicado que puede ser Francia, Estados Unidos, y ni hablar de Alemania, América Latina fue un descubrimiento lleno de calidez. Aquí todo fluye con más naturalidad”.

Hoy, lo que más le interesa no es tanto lo que está por venir, sino cómo sostenerse. “Puedes tener un éxito enorme y pensar que va a durar toda la vida, pero no. Todo cambia, y hay que adaptarse. Lo importante es seguir en el tiempo”, reflexiona.

Ágatha Ruiz de la Prada.
Desde la cuna me he relacionado con el poder. En un momento dado salvé a un hombre del ostracismo social. Luego, me salvé a mí misma. Ahora, soy cualquier cosa, menos una mujer invisible”. Ágatha Ruiz de la Prada, diseñadora. | Foto: Foto: Javier Salas / El País

“Que alguien te diga: ‘De pequeña usaba tus perfumes’, está bien, pero lo mejor es que lo siga usando ahora, o que vista a sus hijos con mi ropa”.

Y aunque la moda sigue siendo el eje de su carrera, no se limita a ella. “¡Estoy explorándolo todo, todo el rato! En los últimos dos meses hice cinco exposiciones. Llevo 74 desfiles este año, conferencias, libros… una auténtica salvajada”, cuenta con una mezcla de agotamiento y entusiasmo.

Ágatha es también marquesa, un título nobiliario que heredó pero que no ha definido su personalidad: “No creo que tenga mucho que ver. Hay muchos diseñadores que tienen complejo social. Yo no. Lo llamo la diferencia entre la seguridad social y la inseguridad social. Hay gente que se viste y gasta mucho para comprarse un pasado. Yo, en ese sentido, tengo seguridad”.

Esa seguridad la llevó incluso a impulsar una ley para reformar los criterios de sucesión nobiliaria en España. “Después de la Constitución, que establece que hombres y mujeres son iguales ante la ley, los títulos seguían siendo solo para hombres. Luchamos mucho y en 2005 se aprobó la ley. Fue un avance muy importante. En esa época, los cinco títulos más importantes de España los tenían mujeres, pero era porque no tenían hermanos varones”.

Ágatha Ruiz de la Prada.
“Hay trajes míos en exposición que tienen 25 años y todavía los uso. La ropa hay que quererla, cuidarla, transformarla o regalarla”. Foto: Javier Salas / El País. | Foto: Foto: Javier Salas / El País

De arquitecta frustrada a autodidacta imparable

La moda fue su destino, aunque pudo haber sido otro. “Si hubiera sido buena estudiante, habría sido arquitecta. Pero era muy mala. Nunca tuve grandes maestros. Aprendí trabajando. Y sigo aprendiendo cada día”, asegura. Su primer desfile fue a los 20 años: ya tenía modistas, telas, modelos. “Ahora veo una niña de 20 y me parece un bebé. Pero mis comienzos fueron geniales. Muy divertidos”. Claro que, antes de dar su gran paso en la moda, había ya trabajado como ayudante en el estudio madrileño del modisto Pepe Rubio.

Ahora, si se le pregunta por, ¿qué fue lo más difícil de entonces?, contesta: “No le doy demasiada importancia a los problemas. He visto personas inteligentísimas que ante un obstáculo se vienen abajo. Yo, en cambio, trato de buscar la salida. Siempre”. Así, a sus más de 40 años de carrera, Ágatha Ruiz de la Prada no solo sigue creando, sino también cuestionando, reinventando y compartiendo su forma única de ver el mundo. Colorida, incómoda para los que no se arriesgan, y absolutamente fiel a sí misma.

Periodista de cultura, entretenimiento y tendencias, experta en edición digital e impreso. Amante de las historias que inspiran. Aprendiz constante.

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