Juan David Tejada, ‘El agropecuario’, rompió el silencio sobre su ruptura con Aida Victoria Merlano: “Tienen derecho a la verdad”

Juan David Tejada, ‘El agropecuario’, se pronunció por primera vez para confirmar su separación con la influencer, Aida Victoria Merlano. La pareja tuvo un hijo hace pocos meses.

En un comunicado compartido en sus redes sociales, explicó que ambos decidieron terminar la relación “en buenos términos” y enfatizó que ni él ni Aida incurrieron en faltas de respeto, engaños o infidelidad.

El anuncio ocurre luego de semanas de rumores intensos. Usuarios en redes notaron la ausencia de publicaciones conjuntas, cambios en sus contenidos, y especulaciones mediáticas, entre ellas acusaciones sobre infidelidad y dudas sobre la paternidad de su hijo.

La controversia también se avivó por intervenciones de terceros, como la creadora de contenido, Yina Calderón, quien lanzó afirmaciones que aumentaron la presión sobre la pareja y generaron un debate en plataformas digitales. Frente a ese escenario, Tejada optó por dar su versión directa a los seguidores, afirmando que no quiere dejar espacio para rumores que afecten su vida personal y familiar.

En su comunicado, Tejada dijo: “Sé que todos tienen dudas y se está especulando mucho acerca de mi relación... al ser relación pública ustedes tienen el derecho de saber la verdad”. Destacó que la decisión de separarse fue mutua, que siempre ha sentido respeto y admiración por Aida, y que mantendrá una comunicación sana por el bienestar de su hijo.

Aunque muchos esperaban detalles más íntimos, Tejada aclaró que la ruptura no se debe a traición ni desatención. Con precisión, afirmó que ni la fidelidad ni la paternidad han sido puestas en duda por ninguno de los dos.

Mientras tanto, Aida Victoria Merlano ha recibido una lluvia de críticas en sus redes sociales. Varios seguidores la acusan de cambiar con frecuencia de pareja y de exponer demasiado su vida privada en internet. Estos comentarios han generado un debate paralelo: por un lado, quienes la juzgan por su historial sentimental, y por otro, quienes defienden su derecho a tomar decisiones personales sin ser cuestionada públicamente.

El episodio ha reavivado el interés mediático en torno a la vida privada de figuras públicas y el impacto emocional que trae la exposición en redes. Para muchos, lo ocurrido evidencia la delgada línea entre lo íntimo y lo público en tiempos de sobreexposición mediática, donde las audiencias exigen explicaciones constantes y los protagonistas se ven obligados a equilibrar la protección de su intimidad con el deseo de mantener cercanía con sus seguidores.