Celebridades
El regreso victorioso de Víctor Mallarino, ahora es el villano de Perfil Falso
El retorno de Víctor Mallarino, como villano, a las producciones colombianas, llega con un oscuro y poderoso personaje.
Hay algunos villanos que son tan buenos que quien los ve, prefiere que pase cualquier cosa, menos que el malo desaparezca. Son personajes llenos de matices, cualidades y una sangre fría, tan fría, que es imposible no odiarlos o echarlos al olvido.
Así es el más reciente rol de ‘malo’ de Víctor Mallarino, quien además de producir y dirigir, también ha dado vida a galanes, bonachones y otros roles entrañables que han escrito la historia de la televisión, el teatro y el cine colombiano.
Su último papel es el de Pedro Ferrer en Perfil Falso, la última apuesta nacional de la plataforma Netflix, en la que interpreta al poderoso y misterioso padre de Ángela y de Adrián, en una producción cargada de intriga, traiciones y erotismo.
Pedro es la primera persona que descubre la relación de su yerno con Camila, a quien engañó por medio de un perfil falso en redes sociales y utiliza este secreto a su favor.
Es un hombre sin límites con el fin de proteger su dinero y controlar la vida de sus hijos, envuelto en un velo de padre ideal y hombre de honor.
Al preguntarle sobre su preparación para este personaje, Mallarino, de 66 años, y radicado desde hace algún tiempo en España, asegura que lo primero que encaró fue la claridad de que “no existen los villanos”.
“Aparentemente, y desde un punto de vista formal, alguien podrá decir que Perfil Falso es una serie de malos y pésimos. Pero después empezamos a explorar el derecho que todos tenemos a un cierto lado oscuro. Pedro carga una pérdida y un dolor que justifica lo que busca, pero no las acciones ni los medios que utiliza para llegar a ello”.
¿Cuál es el dilema que enfrenta Pedro Ferrer?
Es un dilema enorme ante la muerte. Ha experimentado pérdidas, y la posibilidad de alejarse del resto de su familia le aterroriza. Muy pronto va a afrontar un asunto de su propia identidad que lo hace visualizar la muerte desde un enfoque diferente y desde ese punto de vista va cambiando y evolucionando su concepto de que no se puede disponer de la vida cómo él quiere, utilizando, por lo general, como vehículo a su compañera Tina, a quien adora de muchas maneras, muy extrañas, pero luego las circunstancias se van a girar en su contra.
Tina, interpretada por la actriz colombiana Juliana Galvis, es el instrumento que utiliza para mover sus fichas. “Para mí es un honor trabajar con Víctor, no solo porque es uno de los mejores actores de este país, sino porque es un ser humano increíble, inteligente, brillante, astuto, rápido y un sentido del humor maravilloso. Cada una de las escenas que hice a su lado, fueron una clase magistral en varios aspectos”, asegura la actriz nacida en Bucaramanga, en una entrevista en conjunto con Mallarino, durante la promoción de la serie, que rápidamente se ha posicionado en los primeros lugares de las más vistas en Colombia de la plataforma.
“Tina es un personaje muy difícil de leer desde el punto de vista del televidente, no se sabe para dónde va. Ella es una mujer comprometida que no le tiene miedo a nada, hasta que descubrimos a qué va y por qué hace lo que sea para cumplir los deseos de su jefe”, agrega la actriz quien actualmente participa en MasterChef Celebrity.
“Me encantan los personajes femeninos de Perfil Falso, porque son reales, y navegan entre las luces y sombras. Aquí todas tienen un lado bien oscuro, y un perfil falso. Son mujeres que ven el mundo actual como igualitario, y no conocen límites para cumplir sus deseos y pasiones. Ellas se permiten validar sus sentimientos y sus deseos como mejor les parece”, asegura Juliana.
La mayoría de las escenas de esta producción de diez capítulos fueron rodadas en Colombia, algo que han destacado todos los participantes en la serie, especialmente los extranjeros, quienes no han escatimado palabras para alabar el talento colombiano.
“Este país tiene escenarios fascinantes, creo que tiene condiciones de trabajo ideales. La gente es muy talentosa y se rueda con una fluidez increíble cualquier proyecto, por la que cualquier plataforma quisiera trabajar. Creo es la calidad humana la que establece que aún, a las tres de la mañana, muerto de frío, todo el mundo esté feliz y haciendo su trabajo”, señala Mallarino.
“Desde el primer día, hasta el último, siempre vi una sonrisa por parte de todo el mundo. Eso es lo primero que entrega Colombia como invitación a realizar producciones y como contenido, desde hace tiempo tenemos una excelente escuela de saber contar historias naturales, con humor y con una forma general de desacartonar cierto tipo de series y de producciones a las cuales estuvimos acostumbrados de los años 70 hasta los 90. Creo que desde el 98 y 99, Colombia ha ofrecido un producto audiovisual completamente diferente al mundo, que ha mantenido”, concluye Víctor.
“Yo no construyo los personajes desde cero. Parto de quién soy y de lo que tengo. Reflexiono un poco acerca de lo que vieron en mí para invitarme a representarlos”, víctor Mallarino, actor.
La serie
En esta historia, lo único real es el deseo. La serie colombiana Perfil Falso retrata la relación de Camila (Carolina Miranda) y Fernando (Rodolfo Salas), quienes se conocen a través de una app de citas.
La fuerte atracción en este drama erótico será la clave para que ella descubra que su hombre ideal es el reflejo de una vida paralela, verdades a medias, triángulos amorosos y el sabor de lo prohibido.
La producción, dirigida por el colombiano Klych López y creada por el chileno Pablo Illanes, cuenta con un elenco estelar que incluye a Carolina Miranda, Rodolfo Salas, Manuela González, Mauricio Henao, Lincoln Palomeque, Felipe Londoño, María Luisa Flores, Juanse Diez, Juan Pablo Posada, Julián Cañeque Cerati, Iván Amozurrutia y Carmenza Gómez, entre otros.
Perfil Falso es una producción que cuenta con el apoyo de Proimágenes Colombia y del Ministerio de Cultura de Colombia, a través del Certificado de Inversión Audiovisual - CINA.
2. Familia y pasión
Lo de narrar historias, Víctor Mallarino lo trae en la sangre. Eso sin contar que el árbol genealógico de su familia, juntando a los Mallarino y los De Madariaga, parece sacado de Macondo.
Su padre era el actor de cine, televisión y teatro colombiano Víctor Mallarino Botero, y su madre, la española Ascensión de Madariaga del Olmo. Víctor padre era bisnieto del político Manuel María Mallarino y de su esposa, la heredera María Mercedes Cabal, quien inspiró la novela ‘María’ , del escritor Jorge Isaacs.
“Mi papá trabajaba con el gobierno español y asistía frecuentemente a los aconteceres sociales de la Casa de España”, adonde iba la mamá de Víctor, después de llegar a Colombia desde España, país donde había sufrido las inclemencias de la dictadura autoritaria de Francisco Franco.
“Con un par de coñacs improvisaba poemas y fabricaba cuartetos, con nombre propio, a cada una de las esposas de los diplomáticos. Tuvo un cerebro privilegiado”, ha contado Víctor en varias ocasiones al relatar la extensa historia familiar.
Víctor Mallarino, el padre, colgó su título de abogado para convertirse en uno de los pioneros del teatro en Colombia. Fue el primer director de la Escuela Nacional de Arte Dramático y director del Teatro Colón. “Se trepó al último piso del Teatro, donde instaló ‘El Palomar’. De esa escuela, en la que estudiamos todos, salieron esos monstruos de la actuación como Consuelo Luzardo, Gustavo Angarita, Frank Ramírez, Teresa Gutiérrez, Delfina Guido, Jorge Arenas, Eduardo Vidal, David y Jaime Manzur, y el Gordito Benjumea”.
Pero la actuación a Víctor, hijo, también le llegó un poco tarde, o mejor dicho, atravesada. Antes de dedicarse por completo a las tablas y después de descubrir el mundo de las artes, con el que había conocido cientos de personajes imaginarios creados por su padre y sus amigos, él quería seguir otra de sus pasiones y optó por estudiar Biología, un amor, que sumado al de la fotografía de naturaleza —a la que actualmente dedica parte de su tiempo—, heredó de su abuelo, un ingeniero civil y metalúrgico, quien fue el primero de su familia materna en llegar a Colombia.
El biólogo
“Mi abuelo era un hombre de ciencia y me regaló un libro llamado ‘Mi gran libro de animales’, con unas ilustraciones y unos textos que me metieron en ese universo del cual no quiero salir nunca: la ecología de los territorios que llegué a conocer con tal detalle que, a los diez años sabía que en América no había leones sino jaguares y que en Asia los elefantes tenían las orejas más chiquitas”.
De pequeño, una de las tradiciones familiares era salir a cazar. Pero después de advertir el susto en los ojos de un conejo antes de morir, y verlo convertido en el almuerzo del día siguiente, supo que no “quería participar más de eso y que algo estaba muy mal en creer que solo porque las especies no disminuyen su población, tenemos derecho a matar todo lo que sirva de alimento”.
Buceador desde los siete años, ha dicho que ha “tenido contacto con animales y una relación rarísima con ellos”. Experimentado pajarero, recuerda especialmente el encuentro con un águila, en Villavicencio: Le tomó fotos, caminó dos kilómetros y medio y, cuando estaba a punto de subirse al carro para irse, oyó su canto, miró al cielo y la vio quieta, con sus alas extendidas.
Terminado el colegio, entró a la carrera de ciencias biológicas en Los Andes. “Mi plan era estudiar etología evolutiva y hacer investigación”, sin embargo pudo más su vena artística e ingresó en la Escuela Nacional de Arte Dramático y años después, partió a Gran Bretaña a inscribirse en Producción de Cine y Televisión.
Su formación lo convirtió en director, productor y actor de cine y televisión. Dirigió ‘Calamar’, ‘Sangre de lobos’, ‘Leche’, ‘Valentino, el argentino’ y ‘Amas de casa desesperadas’, en las dos últimas participando también como actor, y en las que trabajó con su hermana Helena.
Y es que los hijos de Víctor y Ascensión, Rafael, María Angélica, Helena y Víctor, han hecho su vida en las tablas y ante las cámaras, aunque Rafael lo hiciera solo brevemente.
Actualmente, Víctor, hijo, vive en la Madre Patria —tiene sangre española cuando el guion se lo exige-. Su más reciente actuación fue como Enrique en ‘Cochina Envidia’ (2022), serie de Prime Video. Antes de eso había participado en Garzón Vive, del canal RCN, que fue transmitida en el 2018.
Como contrapartida, Mallarino se ha destacado en redes sociales por expresar, sin ningún complejo, sus posturas sobre política y muy especialmente todo lo relacionado con la naturaleza. También ha dado rienda suelta a la fotografía, y suele compartir las capturas que hace sobre la fauna silvestre, desarrollando una labor divulgativa sobre estos temas que le ha ganado el respeto y el apoyo de miles de seguidores en plataformas digitales.
“La fotografía de naturaleza es igual que hacer una serie audiovisual. La preproducción tiene que ser más concienzuda y ambiciosa que el momento de grabar. Alfred Hitchcock decía que cuando él empezaba a rodar una película ya no tenía trabajo, todo el mundo sabía qué tenía que hacer”, cuenta.
Su experiencia le dice que hay que pararse debajo del árbol al que el animal va llegar a comer, oír a los guías y salir al campo con el primer rayo del sol. “En el trópico, a las 10:30 ya no hay una luz bonita para hacer fotos, por eso es importante madrugar”.
3. Amores y roles
Mientras estudiaba Dirección y Producción de Cine y Televisión, también Dirección de Actores, conoció a la sueca Lotti Haeger (directora de arte, Production Designer de Cine y Televisión). Se casaron y viajaron a Colombia por una oferta de trabajo.
“Vinimos para capitalizarnos y volver a Londres. Comenzaron a llegar proyectos, uno tras otro, después mi hijo, nuevos proyectos, mi hija, y, finalmente, el divorcio. Esto cambió por completo mi destino porque ya no podía viajar con mis hijos y decidí quedarme en Colombia”, contó en una entrevista para Isabel López Giraldo.
Su hijo Sebastián es publicista y su hija Christina es médica. Ambos viven y trabajan fuera del país.
En 1993 se dio una oportunidad con Angie Cepeda, con quien coincidió en el protagónico de la telenovela Candela, y aunque el romance no prosperó, ambos actores siguieron siendo grandes amigos.
Tres años después pasó por el altar con la exreina y actriz Kathy Saénz, quien era 16 años menor que él, y en aquella época fue algo de lo que hicieron mucho eco los medios y las revistas del corazón. Pero el matrimonio duró tan solo seis meses.
Durante muchos años, Víctor fue una de las figuras más recurrentes en la televisión y el cine colombiano.
Participó en las producciones ‘Médico de familia’, ‘Dora, la celadora’ y ‘Tiempo final’, aunque generalmente se le recuerda por sus papeles de Eduardo Carbonell en ‘¿Por Qué Diablos?’ y el de Daniel Luna en la ‘Baby Sister’. Pero si por un rol permanece en el corazón de los colombianos es por el más atípico de todos, el de Mirando Zapata, un empresario de buen corazón, en ‘El Inutil’ (2001).
Presentó cinco temporadas del reality colombiano Desafío, en tres oportunidades con Margarita Rosa de Francisco y dos junto a la Toya Montoya.
Mallarino también actuó en importantes producciones cinematográficas como ‘Perder es cuestión de método’, ‘La estrategia del Caracol’, ‘Los dueños del poder’, ‘La cautiva’, ‘La tía Julia y el escribidor’, ‘La Tregua’, ‘El cazador nocturno’, ‘Mujercitas’, ‘Rojo y negro’, entre otras.
Desde que se fue para España, la ausencia de su talento se siente. En diálogo con el programa ‘Lo Sé Todo’, Víctor confesó algunas de las razones para que esté tan distante del mundo del entretenimiento en su país.
Admitió que una de las razones para irse a España fue a buscar las raíces de su madre. Asimismo, revivió que en aquel momento, “familiarmente, estaba pasando por momentos oscurísimos”.
Contó que parte de su ausencia se debe a que hace cierto tiempo le hicieron una oferta para trabajar en la televisión nacional. Por cuenta de ese ofrecimiento, pidió tener camerino propio y que le permitieran acomodarse el dispositivo de sonido. Según él, esas peticiones fueron negadas porque al parecer “estaba exigiendo demasiado”. A juicio el veterano artista, “era muy fácil” acceder a estas peticiones, pero no fue posible.
“Como actor aprendí diferentes disciplinas y destrezas, como conducción de precisión de automóviles y algunas actividades físicas muy específicas que, si el personaje no hubiera requerido, a lo mejor nunca las hubiera intentado, como hacer dobles de riesgo en mis propias escenas, combate escénico que exige muy buena condición física, y deportes para hacerlos de una manera más o menos creíble. Aprendí desde un swing de golf hasta tejer un suéter de lana a mano.
PREMIOS
Durante sus últimos años en la televisión colombiana, Mallarino tuvo la oportunidad de hacer las veces de director, siendo el responsable de producciones como ‘Celia’, ‘Muñoz vale por dos’ y ‘La ley del corazón’, entre 2016 y 2017.
Recibió los Premios India Catalina, Mejor director de telenovelas por, ‘Leche’ y mejor actor de reparto de telenovela en 1989 con ‘Quiera Margarita’ y en 2002 con ‘El Inútil’.
Premios TV y Novela, a Mejor director de telenovelas o series en 1993 con ‘Sangre de Lobos’, Mejor actor de telenovelas en 1996 con ‘Candela’. Mejor actor antagónico de telenovela en 2002 con ‘El Inútil’.