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Pandora, la freestyler que representa al Valle en el Red Bull Regional Medellín
La artista de Jamundí, que grafiteó paredes y pintó su historia en versos, busca coronarse campeona en la competencia, este 6 de junio.

6 de jun de 2025, 05:30 p. m.
Actualizado el 6 de jun de 2025, 05:31 p. m.
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Por: Víctor Alejandro Vallejo Valencia (*)
Especial para El País
En una esquina calurosa de Jamundí, Valle del Cauca, una joven de voz firme, piel color canela, crespos rebeldes y mirada de fuego, improvisa versos como si su vida dependiera de ello.
Pandora, nombre artístico de Nayi Lireina Llanos Gonzáles, no solo es una freestyler de alto calibre, sino también una voz que resuena con fuerza en el rap colombiano, rompiendo estigmas y haciendo historia en una escena donde las mujeres todavía luchan por un lugar.
Ahora se enfrenta a su desafío más importante: el Red Bull Regional Medellín, que se celebrará el 6 de junio. Este evento no solo le da la oportunidad de representar a Jamundí y al Valle del Cauca, sino también de demostrar que está lista para coronarse campeona y seguir escribiendo su nombre en la historia del freestyle colombiano.

En Medellín, Pandora competirá con nombres fuertes como Airon Punchline, Puppy y Fat N, todos con trayectoria y estilo propio. Pero para Pandora, esto no es solo una competencia más. Es la vitrina perfecta para consolidarse como la voz femenina.
“La Nayi siempre fue una guerrera”
Su historia, sin embargo, no comienza en un escenario al frente del micrófono, sino en el calor de un hogar humilde marcado por la pérdida. A muy corta edad, Pandora perdió a su padre, víctima del conflicto armado. Desde entonces, fue su abuela quien la crió, una mujer de carácter fuerte y manos curtidas, que se convirtió en su primer refugio y su primer público.
“La Nayi siempre fue una guerrera”, dice doña María, su abuela. “Desde chiquita fue la que dio la cara por la familia. Si faltaba algo, ella se movía. Si alguien lloraba, ella se plantaba fuerte. Y cuando empezó con eso del rap, yo supe que ahí iba a hacer historia.”

Antes de empuñar un micrófono, Pandora sostuvo un spray. Fue fanática del grafiti y del baile, dos elementos del hip-hop que vivió intensamente desde adolescente. En esas jornadas de pintura callejera y pasos improvisados nació su conexión con la cultura urbana. Fue allí, grafiteando con amigos, donde conoció el freestyle.
Ese descubrimiento marcó un punto de quiebre: sus rimas, que antes eran juego y descarga, se convirtieron en una forma de vida. Pandora encontró en las batallas de improvisación una herramienta para expresarse, para resistir, para sanar.
“Ese nombre me representa porque no solo traigo rabia o dolor en mis rimas. También traigo luz, preguntas, resistencia”, dice sobre su alias artístico. Como la figura mitológica que al abrir su caja liberó males pero también esperanza, Pandora considera que su voz abre heridas, pero también cura.
Los logros no han tardado en llegar. En 2021 ganó The Queen Freestyle, una de las competencias femeninas más importantes del país. También ha participado en Red Bull Batalla Nacional, la vitrina más visible del freestyle hispano. En 2024, alcanzó las semifinales y disputó el tercer puesto contra Marithea, considerada la mejor freestyler de Colombia, confirmando que Pandora ya no es solo una promesa: es una realidad.
“Pandora siempre ha transmitido amor por el arte desde el primer día. Tiene más que casta de campeona: tiene ganas de transformar, de crecer, de dignificar este movimiento”, dice Cristian Vidal, conocido como Sent en la escena Cali, uno de sus compañeros de batallas.
Sam, competidor de Cali y amigo cercano, la describe como “una gran amiga y una artista que se interesa genuinamente por el bienestar de los demás. Pandora siempre ha luchado por darle lo mejor a su ciudad, Jamundí, y por representar dignamente el lugar donde aprendió a competir, Cali.”

Desde las plazas de barrio hasta las redes sociales, la hinchada de Pandora crece cada día. Fanáticos comentan con orgullo y esperanza que “Pandora es el futuro y el presente del freestyle colombiano”. Otros afirman que “Pandora está lista para darle talla a Marithea”, y que “el país tiene nueva reina del freestyle y se llama Pandora”.
Más allá de su propio éxito, Pandora también ha dejado huella en la cultura hip-hop de Colombia a través de su generosidad y visión de comunidad.
En el Valle del Cauca, ha organizado un bus de competidores y artistas que viajan a diferentes ciudades del país, permitiéndoles participar en competencias de freestyle y rap que de otro modo serían inalcanzables para muchos.
Con esta iniciativa, Pandora no solo busca su propia consagración, sino que siembra el terreno para que el talento de su región florezca y deje en alto el nombre del Valle y de toda Colombia en la escena nacional e internacional del freestyle.
Además de su pasión por las batallas, Pandora ha demostrado talento en la música, con canciones como Ritual y Gitana, donde su versatilidad y sensibilidad artística se fusionan con la fuerza de sus rimas.
Este año, más que nunca, Pandora entrena cada día para dejar de ser una promesa y convertirse en campeona. Su sueño no es solo ganar el Red Bull Medellín, sino coronarse como la mejor del país y escribir su nombre entre los grandes del freestyle mundial. Con el micrófono en mano y la pasión en el corazón, Pandora busca demostrar que las rimas también nacen de la resiliencia.
(*) Estudiante de Comunicación Social, adscrito al semillero Unimedios de la Universidad Santiago de Cali.