Regla fiscal: analistas explican lo que viene para los colombianos luego de su suspensión, por parte del Gobierno

Colombia Total rechazo generó entre analistas y exministros de Hacienda la decisión del Gobierno Nacional de levantar la regla fiscal, por 3 años, y utilizar la ‘cláusula de escape’ para tener mayor maniobrabilidad de endeudamiento.

Aunque no se ha hecho el pronunciamiento oficial, el Consejo Nacional de Política Fiscal (Confis) avaló la medida propuesta, lo que para algunos expertos significa que “Colombia se ha quedado como un barco sin ancla”.

José Ignacio López, presidente de Anif, aseguró que al invocar la cláusula de escape de la regla fiscal, el Gobierno busca tener un déficit fiscal más alto -que podría superar el de la pandemia, lo que tendría graves consecuencias para el nivel de deuda, y para las tasas de interés que serían más altas para los sectores público y privado.

“Es cierto que el Gobierno heredó grandes retos en materia fiscal, pero su compromiso por la estabilidad macroeconómica pasa por apretarse el cinturón y reducir lo más que pueda el gasto en burocracia. Al invocar la cláusula, el mensaje que interpretarán los mercados financieros es que el Gobierno prefiere gastar, en lugar de estabilizar las finanzas públicas”, dijo el analista.

Según datos del Comité Autónomo de la Regla Fiscal, Carf, Colombia completaría seis años consecutivos con déficits superiores al 4%, que seguirían presionando al alza el endeudamiento público. En 2024, el déficit fue de 6,7 % y para este año el Gobierno proyectaba, inicialmente, el 5,1 %.

Debido a estas cifras, algunos analistas consideran que la Nación ya había roto la regla fiscal. Esto aseguró el exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo. “Estaba suspendida hace dos años por pésimo manejo fiscal. Lo que hicieron fue protocolizar la suspensión y pagaremos las consecuencias con mayores tasas de interés, que ya son las más altas de la región”.

De igual forma, el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, comentó que lo que busca el Gobierno es liberar el techo del gasto público para influir en las elecciones del 2026, mientras que los colombianos “tendrán que pagar la deuda que deja el Gobierno Petro que será ilimitada”.

Ante este panorama, Cárdenas le pidió al ministro de Hacienda, Germán Ávila, que como responsable de las finanzas siente una posición fuerte ante el Presidente. “Tenga carácter, tenga firmeza, Colombia no puede tener una situación fiscal que comprometa a las futuras generaciones. Esto nos pasará una cuenta de cobro enorme en las tasas de interés y en la tasa de cambio”, dijo.

¿Qué dice el Gobierno?

Luis Eduardo Llinás, director de la Dian, dijo ayer en la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes que el Estado ha pagado este año $100 billones, producto de la deuda de Fepec y del crédito flexible, lo que considera es una evidencia que el Gobierno ha sido juicioso en el manejo de las finanzas, “las cifras así lo demuestran”.

Según el funcionario, si el país fuera irresponsable, “no tuviéramos los datos económicos que tenemos, se han recortado gastos, se están pagando las obligaciones, lo que se planea hacer de acá en adelante es ser rigurosos para que el Gobierno cumpla su plan, pero que tenga unas finanzas tranquilas”.

Reiteró Llinás que el Ministro Ávila será el que presentará el informe este viernes cuando dé a conocer el plan financiero, pero dijo que “las decisiones que se tomaron fueron basadas técnicamente en datos”.

Sin embargo, otra cosa piensa el exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, quien considera que descalificar la regla fiscal es desconocer su importancia y necesidad “y nos lleva a la ideología de gastar, gastar y gastar sin control alguno. La regla fiscal no estorba: protege”.

Anticipa el analista que, como van las cosas, en 2026 se heredará el peor nivel de déficit (mayor a 7,8 % ) y deuda (mayor al 63 % del PIB) en la historia del país. “La única salida será una emergencia económica que permita cambiar la estructura tributaria, motivar crecimiento real basado en el sector privado y no en el derroche público, reasignar competencias a entes territoriales y recortar el tamaño del Estado en por lo menos un 30 %”.

Esto podría implicar un aumento de la prima de riesgo país y mayores costos en el endeudamiento; más volatilidad de tasa de cambio y riesgos inflacionarios nuevos, menos espacio para seguir bajando las tasas de interés en el país y más desconfianza e incertidumbre para inversión privada e inversión extranjera.

Desde el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana consideran que la decisión pone en riesgo la calificación crediticia del país, puede encarecer el financiamiento mediante tasas de interés más altas y puede amenazar la continuidad de instrumentos clave como la línea de crédito flexible del FMI. “Todo va a depender de anuncios claros, creíbles y contundentes del Gobierno Nacional sobre los planes de ajuste fiscal.

“Reiteramos que Colombia no necesita cambiar la regla fiscal ni salidas transitorias sin rumbo, sino un verdadero plan de ajuste fiscal estructurado, transparente y gradual. La sostenibilidad de las finanzas públicas requiere decisiones responsables y técnicamente sólidas. Más que suspender la regla, el país necesita una hoja de ruta creíble que recupere la confianza y garantice estabilidad en el tiempo”, dijeron.