¿Puede recibir una multa por una fiesta en su casa? Esto dice la ley

La música a alto volumen, ruidos altos o incluso las reparaciones domésticas fuera de horario se han convertido en una de las principales causas de conflictos vecinales en edificios y conjuntos residenciales del país. Aunque muchas personas creen que pueden hacer lo que deseen dentro de su propiedad, las normas dicen lo contrario.

¿Qué dice la ley?

En Colombia, la Ley 1801 de 2016 (Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana) establece que producir ruidos que perturben la tranquilidad de los vecinos constituye un comportamiento contrario a la convivencia. Esto incluye celebraciones familiares, actividades comerciales o domésticas que superen los niveles permitidos de ruido.

“Producir ruidos que afecten la tranquilidad de las personas, especialmente en horas de la noche. Esto incluye música a alto volumen, fiestas, actividades comerciales o domésticas que generen un nivel de ruido superior al permitido”, se lee en el Código de Policía.

De igual forma, los niveles máximos de ruido están definidos por las normas ambientales (como la Resolución 0627 de 2006 del Ministerio de Ambiente),

A esto se suman los reglamentos internos de propiedad horizontal, que tienen establecidos los conjuntos residenciales, donde suelen fijarse horarios específicos para fiestas, mudanzas, reparaciones o uso de equipos de sonido.

Por ejemplo, muchas administraciones permiten celebraciones hasta las 10:00 p.m. entre semana y hasta la medianoche los fines de semana.

Asimismo, la ley destaca la importancia de respetar los horarios de descanso nocturno, que se presentan entre las 10:00 p.m. y las 6:00 a.m.

¿A cuánto pueden ascender las sanciones por los molestos ruidos?

Cuando un vecino se ve afectado por el exceso de ruido, puede acudir a la Policía Nacional. Los uniformados están autorizados para verificar la situación y, de ser necesario, imponer sanciones.

Estas van desde una amonestación verbal hasta multas tipo 2, que actualmente superan los $300.000 pesos.

Además de la sanción económica, si el comportamiento se repite, el infractor puede enfrentarse a medidas más severas, como la suspensión temporal de la actividad o sanciones internas impuestas por el consejo de administración del condominio donde viva.

Es importante recordar que no solo el volumen determina la infracción, sino también el momento del día y la reiteración del comportamiento. Una fiesta ruidosa un martes a las 11:00 p. m. puede ser más sancionable que una reunión moderada un sábado en la tarde.

En ese sentido, se recomienda a los ciudadanos conocer el reglamento interno de su copropiedad y tener presente que el derecho al descanso y a la tranquilidad de los demás es también una obligación de convivencia.

De igual forma, el Gobierno Nacional sancionó la Ley de Calidad Acústica, también conocida como la ley contra el ruido, que establece lineamientos claros para la regulación del ruidovy las vibraciones que afectan la salud, la convivencia y el medio ambiente.