Nueva reforma tributaria traería cambios en el IVA y en Renta

El ministro de Hacienda, Germán Ávila, confirmó que la estrategia del Gobierno Nacional para intentar sanear sus finanzas incluye la suspensión de la regla fiscal, por tres años, una nueva reforma tributaria y un ajuste en el presupuesto del 2026.

Durante la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo, documento en el que la Nación pone sobre la mesa el panorama presente y futuro de sus finanzas, el funcionario aseguró que, además, se busca hacer un pacto fiscal que defina una reforma estructural al gasto público.

Con estas estrategias, dijo Ávila se “evitará que se comprometa la estabilidad macroeconómica, en la medida en que se consolide el pacto fiscal el país logrará apuntalar sus finanzas públicas de forma estructural”.

Sobre la reforma tributaria informaron que se presentaría al Congreso en julio y se proyecta un recaudo de $19,6 billones, para lo cual se revisaría impuestos como el IVA y la renta de personas.

El viceministro de Hacienda, Carlos Emilio Betancourt, explicó que hoy en día el gasto tributario suma $135 billones, lo que representa 8,5 % del PIB. De estos recursos, dijo que $89 billones son exenciones en el IVA, por lo que “es necesario revisar eso porque hay posibilidades de recaudo importantes, sin afectar la estructura de tasas ni la base gravable”, comentó.

De igual manera, aseguró que en el impuesto de renta hay 1,3 % del PIB, unos $22 billones en exenciones, “hay potencial de disminuir ese gasto tributario que es una deuda histórica”.

También se mencionó que se buscará acercar el impuesto al consumo (8 %) a la tasa general de IVA que es del 19 %.

Otros puntos que se revisarán serán los impuestos al carbono, juegos de azar, plataformas, iglesias y tributos dirigidos a gravar la contaminación como plaguicidas, ruido, vapeadores, entre otros.

Razones de la crisis

Según explicó el Ministro de Hacienda, el gobierno anterior no realizó el incremento en el costo de la gasolina y, por ello, se generó un crecimiento del hueco fiscal, de tal manera que el gobierno actual pagó al FEPEC ( Fondo de Estabilización de Preciso de Combustibles) $79,6 billones.

“Este es el hueco fiscal que nos dejó esa decisión, por eso nos vimos obligados a ajustar el precio de la gasolina, ahora se viene ajustando el del diésel. Está proyectado un aumento para los vehículos, diferentes al transporte de carga, sector con el que se hará un manejo diferente”.

Según el Ministro, otra situación que impactó las finanzas fue la línea de crédito flexible que se utilizó en pandemia con un periodo de gracia de tres años y dos años para pagar. “El Gobierno actual tuvo que cubrir ese crédito en 2024 y 2025, se han pagado $22,9 billones. También se pagaron $18,2 billones de subsidios de energía”.

Estas tres situaciones, dijo Ávila, sumaron un déficit de $120 billones, sin tener en cuenta una baja en los ingresos. De ahí, aseguró que se tomó la decisión de acudir a la cláusula de escape.

“Si no lo hacemos tendríamos que hacer un ajuste de tal magnitud a la estructura de gasto que llevaría a la parálisis económica. El impacto en la contracción en la economía sería de 1,5 puntos del PIB. Además, creemos que este no es necesariamente el camino”, aseguró el funcionario.

De acuerdo con la presentación del Ministro, el Gobierno hizo una revisión a la proyección de los ingresos tributarios que estaban planeados en $299 billones y se ajustó en $18 billones hasta $281 billones. Mientras que el gasto primario aumenta en $20 billones de $332 billones a $353 billones este año.

Algunos analistas cuestionaron que el Gobierno no esté pensando en un ajuste del gasto y, por el contrario, busque más recursos vía tributos. “No se entiende como con un problema fiscal tan serio, el gasto de personal del Gobierno aumentaría en 2025, $10 billones de pesos frente a 2024 (27%), alcanzando $47,8 billones”, comentó José Ignacio López, presidente de Anif.

José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, reiteró que al suspender la regla fiscal el país llegará a un déficit de -7,1 %, “que dudo se cumpla, estaremos por encima de -7,5 %”. Se tendrá una deuda del 61 % del PIB.

 “Veremos debilidad en ingresos tributarios (seguramente por bajo crecimiento) y débil gestión de recaudo, e insostenibilidad de las finanzas públicas y dependencia de otra reforma tributaria de entre $19 billones y $25 billones que no tiene viabilidad ni es oportuna”, comentó.

De igual forma el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, Carf, considera que el plan de ajuste propuesto no es suficiente para apuntalar la confianza ni estabilizar la deuda.