Economía
Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda, habla de la compleja situación de la economía colombiana; “El país tiene un serio problema fiscal”
El Exministro de Hacienda, asegura que la difícil tarea de recuperar las finanzas del país le tocará al próximo Gobierno, que tendrá que tomar decisiones impopulares, pero difíciles.

3 de jun de 2025, 11:04 a. m.
Actualizado el 3 de jun de 2025, 11:04 a. m.
Noticias Destacadas
La economía del país atraviesa por un momento de contrastes que no han permitido que crezca como debe ser y que tienen al país en un déficit fiscal no visto desde la época de la pandemia.
El exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, habló con El País, del difícil momento que atraviesa la economía nacional, y de la compleja tarea que le tocará al próximo Gobierno, para sacar a Colombia del hueco fiscal en el que está sumido.
¿Cómo ve la economía nacional en este momento?
La economía está en una situación paradójica porque hay unas señales positivas, hay otras señales negativas. Es como un avión que tiene en frente y que está enfrentando vientos cruzados.
La economía tiene señales encontradas, hay desbalances, hay desencuentros. ¿Y cuáles son esos desencuentros? Uno, muy importante, el consumo va, por un lado, y la inversión va por otro. El consumo está volando, la inversión está cayendo. Esa es otra de las paradojas de la economía.
Hay unos sectores que están volando como el sector agropecuario, el de entretenimiento y todo lo que tiene que ver con actividades artísticas, el de administración pública viene con unos crecimientos altos, pero hay unos sectores con caídas fuertes, como industria y minería.
También te lo pongo, por otro lado. ¿Por qué está alto el consumo? Porque el Gobierno está gastando. Entonces, todo ese gasto que es deficitario genera liquidez circulante en la economía, y eso genera una sensación positiva en la gente, pero es un gasto financiado con deuda al final del día.
Lo paradójico es que es una sensación térmica positiva, pero en el fondo la verdadera temperatura es mala, porque esa deuda hay que pagarla y es una deuda que está generando una bomba de tiempo.
¿Cuál sería entonces el camino para evitar que esta bomba estalle?
Colombia tiene un problema fiscal muy serio, pero nadie le había realmente parado bolas a ese problema hasta que el Fondo Monetario Internacional dijo que suspendía la línea de crédito flexible.
Ese fue ya el momento del campanazo porque Colombia tiene una tarjeta de crédito que se bloqueó y una tarjeta de crédito importante de 8.000 millones de dólares, que es algo que le da mucha seguridad a todos los inversionistas, el saber que están esos recursos ahí.
Repito, la economía está en una paradoja: hay una sensación de que las cosas están bien; el consumo está bien, las remesas, la cosecha cafetera, la inflación está bajando, el desempleo está bajando, hay formas de decir la economía va bien, pero hay una corriente subterránea que es mala, que es baja inversión, mucha deuda, grandes problemas fiscales, que en cualquier momento revientan.
Yo creo que el Gobierno está haciendo el juego de sostener, esa economía, esa sensación y los problemas van a explotar ya después del 7 de agosto del próximo año.
Entonces, ¿cómo se va a poder superar ese déficit?
Colombia va a tener que hacer un ajuste de gasto importantísimo, lo que pasa es que eso no lo va a hacer este Gobierno.
Eso va a ser tarea para el próximo Gobierno y va a ser una tarea muy ingrata porque es recortar gasto. Y ese recorte de gasto, pues tiene unas medidas, una parte que no se siente, que no genera reacciones negativas, pero en algunos aspectos el recorte de gasto en todo caso va a tocar una fibra sensible y eso no va a ser tan fácil.

Al próximo Gobierno le va a tocar como le tocó a Pastrana después del gobierno de Samper, llegar a hacer un ajuste fiscal y pues eso quita toda la popularidad del mundo. El próximo presidente de Colombia va a arrancar ya con un déficit de popularidad.
Usted hablaba que en esa sensación positiva el desempleo está bajando, pero también vemos cómo la informalidad gana terreno...
El empleo tiene mucho del sector agropecuario, por lo que el crecimiento se está dando en ese sector. Eso es positivo, pero también tiene mucho de informal, porque ese crecimiento en las zonas rurales es informal. Entonces, están esos dos elementos. No es bueno lo que está pasando con la informalidad, pues estamos dando reversa a un avance que había tenido Colombia muy importante desde la reforma que hicimos nosotros en el 2012 de quitar los parafiscales.
Esa reforma llevó muchos dividendos en términos de reducir la informalidad y eso se está perdiendo. Entonces, pues eso es grave y sería más grave aún si se aprobara la reforma laboral que quiere el Gobierno. Esa reforma también revista mucho los avances en reducción de la informalidad. Pero todo esto te lo digo para decir que buena parte del empleo se está generando es por cuenta de una figura que se llama el empleo militante.

¿Qué es el empleo militante? Son contratos de prestación de servicios que están disparados en el Gobierno. Firmaron 140.000 en el mes de febrero y ese empleo militante cuenta como empleo aunque sea temporal, y tiene el gran problema que es fiscalmente insostenible porque no hay ingresos para darles respaldo políticamente, pues es elevar el clientelismo a su enésima potencia.
Se han gastado 16 billones de pesos en una estrategia electoral para 2026, en vez de invertirlos en la salud, la seguridad y la salud de los colombianos.
¿Qué es lo que más le preocupa del país en este momento?
En la parte económica, indiscutiblemente, la situación fiscal. Estamos con un nivel de déficit fiscal peor al de la pandemia. ¿Eso qué quiere decir? Que sin tener una crisis de por medio, sin un choque externo negativo, o sea, sin una justificación clara, el país está en una situación fiscal que probablemente es la peor de todas sus historias. Este año el déficit puede ser 9 % del PIB. Eso para mí es aterrador.
Esto, pues, es una plata que vamos a tener que pagar todos los colombianos. Lo que hoy está haciendo el Gobierno con su estrategia de empleo militante, pues beneficia a este Gobierno, le da respaldo político a este Gobierno, pero la cuenta la acabaremos pagando todos los colombianos en la forma de más deuda. Entonces, realmente se le está generando problemas a los próximos gobiernos.
Si este Gobierno se reeligiera, no tengo la más mínima duda de que propondrían la reestructuración de la deuda colombiana, es decir, no pagarían la deuda colombiana. Estoy seguro de ello, porque ya han dado algunas señales de que consideran que esa deuda es ilegítima y esa deuda le representa una carga muy pesada.
El gran problema que le generaría a Colombia que siguiera la misma línea de este Gobierno, es que sería la primera vez en la historia que un gobierno incumpliría las obligaciones, dejando la ruta fácil de decir, no se pagan. Entonces, realmente el escenario que se plantea en materia fiscal es un escenario negro, muy restante, muy retador y yo creo que el país todavía no es tan consciente de ese problema.
No lo ve. La sensación térmica es como que las cosas están bien, pero en el fondo hay un problema, que se está gestando y que la realidad es de una temperatura mucho menos buena de la que estamos sintiendo.
¿Qué piensa de que el Gobierno insista en una consulta popular?
Esa es una consulta engañosa, es realmente una trampa que saldría cara y riesgosa para Colombia, porque nada de lo que se pregunte ahí se va a hacer. Para reformar las normas y la forma como opera el mercado laboral, se necesitan leyes o actos legislativos. La consulta es una intención, es una aspiración, es un sueño. Y como son preguntas aspiracionales, todas tienen probablemente una respuesta positiva. Lo que realmente busca el Gobierno es ese voto, para posicionarse electoralmente frente a las elecciones presidenciales y de Congreso del 2026, haciendo ver fuerte al Gobierno, y débil a la oposición.

¿Qué opina de los acercamientos de Colombia con China al ingresar a la Ruta de la Seda?
Que el país se acerque a China, para tener más inversión de ese país es necesario. Lo que no comparto es que el Presidente lo usa para provocar a los Estados Unidos y eso podría ser peligroso porque ese es un Gobierno muy impredecible que reacciona a ese tipo de provocaciones.
A nosotros no nos conviene porque nos suben los aranceles y eso va a poner en peligro muchas de las exportaciones colombianas y los empleos. Colombia debe diversificar sus exportaciones, pero debe hacerlo de una manera más diplomática.
¿Qué retos le esperan a Colombia y su próximo Gobierno?
Muchos. Le toca resolver el problema de un apagón eléctrico que está ya en ciernes, le toca resolver un problema que es la crisis fiscal, le toca resolver el problema de la crisis de seguridad y le toca resolver el problema de la crisis de la salud.
Son gran cantidad de retos todos en un solo periodo de gobierno. Por eso yo digo medio en chiste y medio en serio, que aquí no se necesitan solo ganas de ser presidente, sino canas, porque se necesita experiencia. Se necesita capacidad probada de tomar decisiones difíciles, complejas, impopulares pero necesarias.
Eso va a ser el próximo gobierno de Colombia. Que tenga la capacidad de poner esta casa en orden y de frenar una cantidad de problemas que tenemos con la consulta previa, problemas que tenemos con el licenciamiento ambiental, problemas de carácter fiscal, problemas de seguridad, en fin, le toca recortar el gasto público drásticamente. No será un gobierno para aprender en el cargo.
Colombia necesita un gobierno serio, sensato, que de tranquilidad, que sea un marido responsable, que no la maltrate, que no derroche y que no le genere incertidumbre, pues escogió una pareja que en este momento la maltrata, que es abusadora, que es incumplida y le genera más dudas que certezas.
Comunicadora Social - Periodista de la Universidad Autónoma de Occidente, con amplia experiencia en periodismo regional, comercial y desde hace tres años trabajo en la sección de economía.