UFC
"No es cuestión de sexo, sino disciplina": Sabina Mazo, primera colombiana en la UFC
En charla con El País, la primera colombiana en estar presente en la UFC comenta sus impresiones de cara a su segunda pelea en la gran carpa de las artes marciales mixtas.
El pasado 30 de marzo, dentro del octágono de la UFC en Filadelfia (EE.UU.), Sabina Mazo tuvo sentimientos encontrados. Con 22 años recién cumplidos se convirtió en la primera colombiana en pelear en la empresa de artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) más importante del mundo, pero sufrió su primera derrota como profesional.
‘The Colombian Queen’, como es conocida esta medellinense, tendrá revancha muy pronto: será el próximo sábado. Para esta pelea tiene claro lo que necesita: “creer en mí misma, en mis capacidades y en todo lo que he entrenado”.
A partir de su llegada a la UFC, el nombre de Sabina empezó a escucharse entre los seguidores de los deportes en Colombia, pero lo cierto es que su camino se viene forjando desde hace más de seis años.
Su carrera empezó a los 16 años, con la práctica del jiu jitsu y el boxeo, en la academia Muay Thai Medellín. Luego, fue incursionando en otras disciplinas y su buen desempeño la llevó a aparecer en la LFA, otra liga muy importante.
Esta paisa no podría determinar cuál de esas disciplinas disfruta más ni en cuál tiene un mayor dominio, porque “todas me apasionan”.
El País conversó con Sabina y su ‘mazo’, el que siempre está dispuesto a noquear rivales.
¿Cómo labró ese camino en las artes marciales?
Comencé con jiu-jitsu y boxeo, fui campeona nacional de jiu jitsu tres veces. En boxeo fui tres veces campeona departamental en Antioquia. Luego competí en muay thai, donde fui a un mundial y quedé tercera. Llevo tres años en EE.UU. incursionando en otras disciplinas también.
¿Toda tu formación se dio en Antioquia?
Sí, yo comencé en la academia Muay Thai Medellín. Allí empecé con el profesor David González, que me enseñó todas las bases y me trajo a vivir acá a Los Angeles, a entrenar con el maestro Rafael Cordeiro.
¿Tiene alguna formación académica o se dedica de lleno al deporte?
Me dediqué de lleno al deporte, pero también voy a la universidad, donde estudio nutrición. Es mi pasatiempo, pero soy peleadora de tiempo completo, es mi trabajo y mi pasión.
¿Qué significa para Sabina ser la primera colombiana que compite en la UFC?
Es un honor, porque siento que represento a cada uno de los peleadores colombianos y puedo poner nuestra bandera en alto.
¿Cómo es ese proceso para llegar a la UFC?
Fui campeona mundial en peso mosca en la LFA y luego defendí mi cinturón. No digo que lo merezca, pero he trabajado mucho para estar donde estoy.
La primera pelea la perdió, ¿qué tanto aprendió de ese combate?
Muchísimo. Obviamente a nadie le gusta perder, pero aprendí a ser consciente de mis habilidades. Sé que tengo muchísimo potencial y eso me hizo abrir mucho los ojos sobre quién soy.
¿Sufrió en algún momento por ser mujer y dedicarse a un deporte de combate?
Nunca me encontré con alguien que me dijera que yo no podría hacer esto, pero obviamente sí hay machismo. Igual, yo estoy aquí para demostrar que esto no es de sexo, tamaño o color, sino de disciplina.
¿Cómo se define Sabina Mazo como peleadora?
Técnica, agresiva y con muy buena resistencia física.
¿Qué golpe puede ser el más efectivo?
El que el oponente no ve.
¿Qué le diría a los que no consideran deporte a las artes marciales?
Que hagan un entrenamiento para que se den cuenta cómo son de exigentes.
¿Cuál ha sido el peor golpe que le ha propinado a una rival?
Dos patadas a la cabeza que las dejaron inconscientes.
¿Sintió algo de culpa en esos momentos?
No, nada de remordimientos porque a la hora de pelea es mi rival o yo.
¿Cree que las artes marciales pueden ser terapéuticas para una persona?
Sí, pueden ser terapéuticas porque aprendes a conocerte a ti mismo, es una forma de meditar. Te concentras mucho en ti mismo, en la técnica, en respirar, entonces es uno de los pocos momentos hoy en día en que puedes estar solo contigo mismo.
¿Siente pasión por deportes distintos?
Sí, soy muy activa. Me encanta jugar fútbol, baloncesto y correr, pero no necesariamente soy buena (risas).
¿Qué ha sido lo más difícil de estar ahora lejos de Colombia?
Obviamente extraño a mi familia y amigos, pero a ellos tengo la oportunidad de tenerlos en mis peleas y de viajar a Colombia. No te imaginas cuánto extraño la comida de mi tierra, una arepa de choclo con huevo, ¡uf!
¿Qué le ofrece a su vida y a su carrera formarse ahora en EE.UU.?
Entrenar en Kings MMA es hacerlo en una de las mejores academias del mundo. Es la posibilidad de aprender y competir con los mejores. Mi corazón es colombiano, pero esta es mi casa ahora.
Si gana la pelea del sábado, ¿qué va a pasar con Sabina? ¿Veremos la bandera de Colombia?
Lo que va a pasar es que voy a seguir entrenando para mi próxima pelea. Y claro que van a ver la bandera, porque siempre la llevo conmigo en este sueño que es ser campeona mundial de la UFC.
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