Juan Sebastián Quintero, referente del Deportivo Cali, pide vender al equipo para salir de la crisis

Juan Sebastián Quintero, uno de los jugadores más importantes del Deportivo Cali, afirmó que el club debe ser vendido para superar la profunda crisis institucional que atraviesa.

“Hay que venderlo. El fútbol es con contrataciones, con dinero. Si te lo digo corto, hay que venderlo”, dijo Quintero en declaraciones recogidas por La Banda Deportiva.

Para el defensor, la crisis se refleja no solo en los malos resultados, sino en la incapacidad de mantener una estructura deportiva que permita competir en igualdad de condiciones.

Quintero recordó que la eliminación no es solo por el partido contra Santa Fe, sino por varios empates clave en casa frente a rivales directos como Chicó, Águilas y Tolima, donde el equipo perdió puntos valiosos.

“No es un secreto lo que está pasando en el club en todas sus áreas”, señaló, apuntando al deterioro integral que afecta a la institución.

El jugador insistió en que la grandeza de la camiseta del Deportivo Cali exige estar en finales y pelear por títulos, por lo que el semestre que termina es un punto para “sepultarlo” y empezar a pensar en reconstruir para el próximo.

“Se termina mal”, dijo con tono de frustración. “Porque es una camiseta grande. Para mí, tiene que estar en finales”.

Además, reconoció la responsabilidad que como jugadores tienen en los resultados: “Somos responsables porque al final somos los que entramos en el terreno de juego... tenemos culpabilidad y tenemos que asumirla”.

Sobre la lesión que sufrió recientemente, Quintero explicó que fue un golpe en la parte posterior de la rodilla y está a la espera de los resultados médicos.

El llamado a vender al club no es una frase lanzada al aire. El jugador se refiere directamente a la imposibilidad de sostener el proyecto deportivo en medio de una crisis económica que se agrava. En sus palabras, la falta de dinero impide operar con normalidad en una institución que, históricamente, ha sido de las más grandes del país.

“Eso no es mentira para nadie”, dijo, al referirse al deterioro de múltiples áreas del club. “En una institución tan grande como esta, no podemos estar como estamos en muchas áreas. Y eso termina afectando lo deportivo. No es excusa, pero directamente termina afectándolo”.

El pasado 9 de mayo, la Fifa sancionó al club con la prohibición de inscribir nuevos jugadores durante los próximos tres periodos de transferencia —equivalentes a un año y medio—, tras perder una demanda interpuesta por el delantero paraguayo Gustavo Ramírez por incumplimiento de pagos.

La deuda, que asciende a más de 237 millones de pesos, más intereses, agrava un pasivo que supera los 115.000 millones.

El club, que está cobijado por la Ley de Reorganización Empresarial, deberá ahora cumplir con sus obligaciones en medio de un panorama de ingresos limitados, sin la posibilidad de reforzar su plantilla.

A esta situación se suma la ruptura del contrato entre el club y Deloitte, firma encargada del acompañamiento financiero.

El presidente Humberto Arias Jr. reveló que la empresa no ofreció soluciones viables para la obtención de recursos a corto plazo, lo que los obligó a prescindir de sus servicios. Ahora, el Comité Ejecutivo busca una nueva firma que pueda encaminar el plan de salvamento económico.

Mientras tanto, el equipo cerrará su participación en el semestre con un partido más contra Once Caldas, sin posibilidad alguna de clasificar. Para Quintero, ese último encuentro debe jugarse con dignidad, con la responsabilidad de dejar al menos una imagen decorosa.

“Siempre que se suba a un terreno de juego hay que salir a ganar, hay que salir a hacerlo respetar”, afirmó. Y agregó que espera que en el próximo semestre haya “otras áreas, otro ambiente positivo”.