Cultura
Orlando Cajamarca, director del Teatro Esquina Latina: un terco necesario para las artes
La llama del teatro en Cali, el Valle y el Cauca sigue viva. Entrevista con el director de este proyecto artístico y social.

24 de jun de 2025, 05:57 p. m.
Actualizado el 24 de jun de 2025, 05:57 p. m.
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El médico, dramaturgo y director caleño Orlando Cajamarca acaba de ser homenajeado con un reconocimiento por sus más de cinco décadas al frente del Teatro Esquina Latina, una de las instituciones culturales más emblemáticas del suroccidente colombiano.
El homenaje, realizado por La República Villa Maga, el Club Los Tercos Necesarios y El Bando Creativo, contó, además, con la entrega, por primera vez, de la estatuilla Terco Necesario, que distingue a quienes han defendido su labor artística con tenacidad en medio de la adversidad.
“Es un reconocimiento fraterno, no tiene un valor económico ni pretende la farándula. Viene de un colectivo de amigos que entienden la terquedad no como un defecto, sino como una obstinación creativa y ética”, expresó Cajamarca, emocionado durante la ceremonia, que tuvo lugar el pasado viernes, en la sede del Teatro Esquina Latina, en el barrio San Fernando, y que contó con el acompañamiento musical de Liliana Montes.
Se trató también de un tributo a la resistencia cultural en contextos complejos.
Medio siglo de arte
Orlando Cajamarca fundó el Teatro Esquina Latina en 1973, en medio de un ambiente efervescente de transformación cultural y política en la Universidad del Valle. Desde entonces ha sido promotor de una dramaturgia comprometida con lo social.
“Soy hijo de una generación que fue bisagra entre valores que se estaban cayendo y otros que emergían. Nos marcó la posguerra, el hipismo, la revolución cubana... Todo eso influenció nuestra manera de ver el arte como herramienta de transformación”, contó el director.
Fue esa visión la que lo llevó, incluso desde su ejercicio como médico, a usar el teatro como forma de educación en salud. “Empecé haciendo sociodramas sobre nutrición y salud primaria. Luego entendí que el teatro no debía solo llevarse a las comunidades, sino construirse con ellas”, explicó.

De esa convicción nació uno de los programas más emblemáticos del Teatro Esquina Latina: Jóvenes, Teatro y Comunidad, activo desde hace casi 40 años en barrios del oriente de Cali, la ladera y municipios del norte del Cauca como Corinto, Puerto Tejada y Buenos Aires.
Hoy, el proyecto cuenta con más de ocho grupos comunitarios en distintas comunas de Cali, con participación de alrededor de 35 a 70 personas por grupos.
“Este programa no busca formar actores profesionales, aunque de aquí han salido muchos. Lo que queremos es formar mejores ciudadanos. Que el teatro sea una herramienta de vida”, afirmó Cajamarca.
Con una metodología basada en el reconocimiento del territorio y el análisis colectivo de las problemáticas sociales, el grupo crea obras corales que dan voz a jóvenes y adultos en condiciones de vulnerabilidad.
“El teatro comunitario que hacemos es coral, sin grandes personajes, sin héroes. Es una dramaturgia construida entre todos, donde lo importante es la vivencia, no la fama”, explicó.

Aunque muchas de estas obras no quedan registradas formalmente, algunas han dado origen a textos reconocidos como ‘El solar de los mangos’, premio latinoamericano de dramaturgia, o ‘La caravana de los olvidados’, basada en relatos sobre el desplazamiento forzado.
“Esas obras nacen de conversaciones, de situaciones que los chicos me cuentan en los talleres. Yo siento que ahí hay una pulsión especial y me doy a la tarea de escribirlas como una propuesta más sólida”, relató.
A lo largo de casi cinco décadas, Cajamarca ha enfrentado múltiples desafíos, especialmente la falta de sostenibilidad institucional: “Los apoyos estatales aparecen y desaparecen. Nunca son suficientes. Pero nosotros seguimos porque creemos en lo que hacemos”.
Actualmente, el programa cuenta con respaldo de la Unión Europea en el marco de la construcción de paz. “La vida siempre se impone. Y el teatro, si es vital, sí pulsa desde lo humano, también. Esa es la llama que seguimos cuidando”, concluye el premiado dramaturgo.

Comunicador social y periodista de Univalle, a la que le debo todo. Bailador caleño, realizador y apasionado por el cine documental, como dice Patricio Guzmán: "Un país que carece de cine documental es como una familia sin álbum de fotografías".