¿Por qué se regalan flores amarillas hoy, 21 de marzo?

El 21 de marzo marca un momento especial en muchos calendarios alrededor del mundo. Es el día del equinoccio de primavera, un fenómeno astronómico en el que el sol se sitúa exactamente sobre el ecuador, lo que resulta en casi igual duración del día y la noche en todas partes de la Tierra. Este día ha sido celebrado a lo largo de la historia por diversas culturas como un momento de renacimiento, renovación y equilibrio.

El significado de las flores amarillas

Entre las tradiciones asociadas con el equinoccio de primavera, el regalo de flores amarillas ocupa un lugar especial. El color amarillo, con su vibrante luminosidad, simboliza la alegría, la amistad y la energía renovada que trae consigo la primavera. En muchas culturas, el intercambio de flores amarillas en este día es una forma de desear felicidad y prosperidad a quienes las reciben.

• Una de las principales razones por las que el 21 de marzo se elige para entregar flores amarillas es la transición estacional que representa este día. En países como Argentina, donde el equinoccio de primavera marca el cambio entre el cálido verano y el fresco otoño, la entrega de estas flores cobra especial significado.

Este equinoccio, marcado por la igualdad entre el día y la noche, simboliza la transición hacia una nueva etapa, llena de renovación y oportunidades. Es en este contexto que el intercambio de flores amarillas se convierte en una expresión de bienvenida a la nueva estación y de esperanza por los meses venideros.

Un gesto de afecto y conexión

La práctica de regalar flores amarillas en el equinoccio de primavera ha perdurado a lo largo del tiempo y se ha extendido por diferentes regiones del mundo. Desde Japón hasta América Latina, las personas celebran este día con la entrega de estas flores, compartiendo así un gesto de afecto y conexión con sus seres queridos y amigos.

En Japón, por ejemplo, el equinoccio de primavera se conoce como “Higan” y es una ocasión importante para honrar a los antepasados y mostrar gratitud por la vida y la naturaleza. Durante esta época, es común que las personas ofrezcan flores amarillas, como los crisantemos, en los altares familiares como un símbolo de respeto y aprecio por la vida.

En otras partes del mundo, como en América Latina, el equinoccio de primavera es celebrado con coloridos festivales y rituales que reflejan la conexión profunda entre la humanidad y la naturaleza. En países como México, por ejemplo, las flores amarillas, especialmente los girasoles, son elementos clave en las festividades que marcan el inicio de la primavera, siendo regaladas como símbolos de amistad y buena fortuna.

Influencia de “Flores amarillas” en la tradición moderna

La tendencia actual de regalar flores amarillas en esta fecha específica tiene sus raíces en la canción “Flores Amarillas”, lanzada entre 2004 y 2005. Esta canción, interpretada por Flor Bertotti, alcanzó una gran popularidad y se convirtió en un himno para muchos seguidores. La reactivación de esta tendencia se ha visto impulsada por el fervor de los shows internacionales realizados por Flor Bertotti en toda América Latina.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.