Cuál es el color que todos podemos ver, pero que realmente no existe

En el vasto espectro de la luz visible, el ojo del ser humano es capaz de percibir una amplia gama de colores que dan vida al mundo. No obstante, la ciencia sostiene que existen colores que, en realidad, no existen de la forma en que las personas comúnmente los perciben.

Espectro Electromagnético e Ilusión Óptica

La luz blanca, al descomponerse a través de un prisma, revela los colores del arco iris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Esta es la paleta de colores que compone el espectro visible. Sin embargo, existe un espectro electromagnético mucho más extenso que incluye rayos infrarrojos y ultravioletas, los cuales los ojos no logran captar de manera directa.

La ilusión óptica juega un papel importante en la percepción de los colores inexistentes. Y es que un color como el magenta no tiene una longitud de onda específica en el espectro, pero el cerebro lo interpreta como un color real al fusionar señales opuestas de los conos de color en los ojos.

Por otro lado, la ciencia también asegura que hay colores que no se pueden percibir simultáneamente debido a la estructura de los ojos y el modo en que el ser humano interpreta la luz. Colores como el azul y el amarillo no pueden ser vistos a la vez en su máxima intensidad por la manera en que los ojos procesan las señales de color.

La verdadera percepción del rosa

El rosa es otro color intrigante desde el punto de vista científico. Pese a que no existe en el espectro visible, el cerebro es capaz de crear la sensación de este color al procesar la información de los conos de color en respuesta a la luz roja y azul.

En otras palabras, el rosa es un color “inventado” por la mente humana con el fin de llenar un vacío en el espectro.

Por último, cabe destacar que en el campo del arte, estos conceptos desafiantes del color abren nuevas posibilidades para la expresión creativa. De hecho, los artistas como pintores o muralistas tienen la posibilidad de explorar y jugar con la percepción de los colores, haciendo obras que hagan desafiar las expectativas y expandir la comprensión de lo visual de sus receptores.