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Cómo eliminar los malos olores de la estufa: seis recomendaciones prácticas
Es fundamental adoptar hábitos de limpieza.

13 de may de 2025, 12:13 a. m.
Actualizado el 13 de may de 2025, 12:13 a. m.
Con el paso del tiempo, es común que la estufa acumule residuos de alimentos, grasa o líquidos derramados que, al calentarse, generan malos olores. Estos aromas pueden impregnar la cocina e incluso extenderse a otras áreas del hogar, causando incomodidad.
Para evitar esta situación y mantener un ambiente limpio y agradable, es fundamental adoptar hábitos de limpieza y prevención. A continuación, se presentan seis recomendaciones eficaces para eliminar los malos olores de la estufa:
Realizar una limpieza profunda después de cada usoUna de las medidas más efectivas es limpiar la estufa cada vez que se utiliza. Los restos de comida y grasa, si no se retiran a tiempo, se carbonizan y producen olores desagradables. Se recomienda utilizar una esponja suave con agua caliente y jabón. Para residuos más difíciles, puede añadirse una pequeña cantidad de vinagre blanco o bicarbonato de sodio, ambos desinfectantes y desodorizantes naturales.
Hervir una mezcla de vinagre blanco y agua: Este método es sencillo pero altamente eficaz. Colocar en una olla partes iguales de vinagre blanco y agua, y dejar que hierva durante 10 a 15 minutos. El vapor que se libera no solo neutraliza olores, sino que también ayuda a desinfectar el ambiente. Se sugiere realizar este procedimiento después de cocinar platos especialmente olorosos, como pescado o frituras.
Utilizar bicarbonato de sodio: El bicarbonato de sodio es conocido por su capacidad para absorber y neutralizar olores. Puede espolvorearse directamente sobre la superficie de la estufa y dejarlo actuar durante unos minutos antes de retirarlo con un paño húmedo. Otra opción es colocar un recipiente pequeño con bicarbonato cerca de la estufa para capturar olores en el ambiente.

Revisar y limpiar los quemadores o difusores: Es importante desmontar los quemadores o difusores (según el tipo de estufa) y limpiarlos con regularidad. La acumulación de residuos en estas piezas puede provocar combustión incompleta y olores persistentes. Se recomienda sumergirlos en una solución de agua caliente con jabón y vinagre, y, si es necesario, frotarlos con un cepillo suave.
Asegurar una buena ventilación en la cocina: La circulación de aire es clave para evitar que los olores se estanquen. Se debe procurar mantener ventanas abiertas durante y después de cocinar. Si la cocina cuenta con campana extractora o ventilador, es conveniente utilizarlos para facilitar la eliminación de vapores y aromas intensos.
Utilizar infusiones aromáticas después de cocinar: Después de preparar alimentos con olores intensos, una manera natural y agradable de neutralizar el ambiente es hervir infusiones de hierbas aromáticas. En una olla con agua, se pueden colocar ramas de canela, clavos de olor, cáscaras de cítricos (como naranja o limón) o hierbas como romero y menta. Deje hervir la mezcla a fuego lento durante unos 20 minutos. El vapor que se libera perfuma el ambiente y ayuda a eliminar los olores persistentes sin recurrir a productos químicos.
Periodista Semana