Grave denuncia en Policarpa, Nariño: alcalde y concejales estarían relacionados con disidencias de las Farc; este es el relato

Denuncias bastante graves sobre el poder de las disidencias de las Farc en Policarpa, Nariño, fueron las que realizó Cindy Julieth Nontoa, quien fue secretaria general y pagadora del Concejo en ese territorio solo durante un mes, desde el 5 de enero hasta el pasado 10 de febrero.

Las graves revelaciones también van contra el alcalde Eduar Rojas y siete concejales, quienes serían cómplices de lo que ocurre en Policarpa. La historia de la denuncia que le hizo la mujer a la revista Semana empieza con el relato de cómo llegó a ese cargo en el Cabildo, ya que la mujer sostiene que no es oriunda de ese municipio.

Se ganó el concurso público para optar por los mencionados cargos, por lo que llegó el 4 pasado de enero y un día después fue posesionada, pero cuando trató de digitalizar los pagos a los funcionarios del Concejo que hasta ese momento se hacían a través de cheques, empezaron los problemas.

A su cargo, Cindy tenía un presupuesto de $ 210 millones, por lo que los concejales querían que ella les entregara cheques en blanco, los cuales serían la clave de la relación entre los funcionarios de ese municipio y las disidencias de las Farc, del frente Franco Benavides, que opera en la zona.

“Ellos querían que se siguieran manejando cheques y pretendían que yo firmara cheques en blanco, de esa manera tendrían el control absoluto del presupuesto del Concejo”, le contó Cindy a Semana. Ella se negó, según su relato.

Luego, en un grupo de WhatsApp en el que presuntamente estaban Cindy y los 11 concejales de Policarpa y del que la mujer entregó capturas de pantalla, ella notó algo extraño cuando el presidente del Cabildo, John Jairo Guerrero, habló con sus colegas sobre asistir a una reunión con los “que ya sabemos todos”.

“Buenas tardes, amigos concejales. Para este miércoles 24 de enero tenemos una cita. Nos citan los compañeros que ya sabemos todos. Motivo, la verdad nose (sic). Si es obligatorio, tampoco sabría decirles, solo quieren que vamos los 11 concejales”, se lee en el mensaje.

Cindy sostiene que los “que ya sabemos todos” serían los disidentes del frente Franco Benavides de las Farc, por lo que sospecha que en esa reunión se llegó a planificar lo que le ocurrió después, ya que la mujer también denunció que fue secuestrada por las autoridades del municipio.

El hecho habría ocurrido el sábado anterior, 10 de febrero, sobre las 3:41 de la tarde, cuando Cindy fue citada a una reunión en el despacho del Alcalde, luego de que este la visitara en su oficina y le dijera que se fueran para la de él a hablar, tras haber mirado para todos lados de forma extraña.

Al llegar, también estaban presentes el presidente del Concejo, John Jairo Guerrero, y otros seis cabildantes, todos de los partidos Aico y ASI, la coalición de Gobierno en Policarpa. Ellos son Manuel Darío Matituy Portillo, César Armando Gutiérrez Díaz, Leila Yuliana Ortiz Quintero, Yaneth Santander, Óscar Erazo y Luz Mary Burbano.

La reunión no empezó sin antes haberla despojado de su celular, contó Cindy. “En esa charla me dijeron que necesitaban que yo les colaborara con la firma de esos cheques, que ellos necesitaban a una persona de entera confianza, porque querían manejar ese presupuesto a su antojo. Me dijo (el Alcalde), en pocas palabras, que yo no le servía, que necesitaban ahí a alguien que se dejara manejar”, sigue el relato.

La mujer sostiene que los funcionarios no estaban contentos con ella por su deseo de digitalizar los procesos de pago y no darles los cheques en blanco, por lo que, según comenta, el Alcalde le dijo que lo mejor era que ella decidiera renunciar, pero ella, en un primer momento, se negó.

“Tiene que renunciar, aquí le traigo la renuncia ya redactada, porque tiene dos opciones, renuncia aquí o salimos y nos vamos para allá abajo y renuncia con la gente de allá abajo”, fueron las palabras que le dijo Rojas, según narró Cindy. Agregó que el Mandatario también le dijo que no la estaba amenazando, pese a reiterarle las opciones que tenía, además de mencionarle que no serviría de nada si alertaba a la Policía o la Fiscalía de lo que estaba ocurriendo, pues ellos mismos la entregarían a los disidentes.

A la mujer le tocó firmar, pero, aun con eso, le advirtieron que no podría salir del pueblo, pues la tendrían vigilada. “Antes de enviarme a mi casa, les pidió a dos concejales que me acompañaran a mi oficina para que sacara las cosas y me obligaron a borrar unos archivos. Hicieron como si yo nunca hubiera pasado por esa oficina”.

También fue escoltada hasta la casa y dos personas vestidas de civil estuvieron frente a su puerta toda la noche y la madrugada, cerciorándose de que la mujer no se escapara. Esto mismo ocurrió hasta que Cindy fue rescatada por el Gaula Militar, según contó.

Semana se encargó de constatar esa información con la seccional Nariño del Gaula, quienes le informaron que sí recibieron la llamada de alerta sobre un posible secuestro desde la tarde del sábado, por lo que desplegaron un operativo.

Poco menos de ocho hombres salieron de Pasto a las 7 de la noche a la zona en la que operan aproximadamente 500 disidentes y solo pudieron llegar directamente hasta la casa de Cindy hacia las 4 de la madrugada, cuando la liberaron del cautiverio en el que se encontraba en su casa.

“Yo estoy muy agradecida con el Ejército y el Gaula Militar porque ellos me salvaron la vida, yo estoy segura de que esa gente pretendía entregarme a las disidencias y quién sabe si hoy estuviera viva”, cuenta Cindy, mientras les pide a las autoridades protección por su vida.

El citado medio indagó con el alcalde Eduar Rojas sobre la grave denuncia de la exfuncionaria, sin embargo, este aseguró que no había tenido conversaciones privadas con ella y que, si acaso, la había saludado en un par de ocasiones. Pero ante esto, Cindy también enseñó un pantallazo de un chat de WhatsApp con el mandatario del pasado 10 de febrero en el que se lee que Rojas le escribió: “Es posible que me atienda una charlita, amistad”, por lo que sus afirmaciones quedaron en entredicho.

La denuncia de Cindy fue interpuesta ante la Fiscalía, por lo que será esta entidad la encargada de concluir si existen pruebas suficientes sobre las graves denuncias y el detallado relato que evidenció.