Colombia
Exclusivo: La historia de Juan Camilo Narváez, quien logró un Icfes perfecto y estudiará en Cali; le hizo una promesa a su abuela
El joven del Putumayo obtuvo una beca para estudiar en la Icesi. Sin embargo, hasta el momento no ha podido conseguir hospedaje.

6 de jul de 2025, 04:29 p. m.
Actualizado el 6 de jul de 2025, 04:35 p. m.
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Impulsado por una promesa que le hizo a su abuela, pero a la vez por el apoyo de su mamá, Juan Camilo Narváez fue uno de los jóvenes que logró sacar puntaje perfecto (500/500) en el examen Icfes de este año, lo que le permitió obtener una beca para estudiar en la Universidad Icesi, Icesi.
A sus 17 años, cuenta que tuvo que presentar el Icfes dos veces para lograr el puntaje necesario para poder estudiar medicina y, algún día, poder llegar a ser un gran pediatra.
Es del Putumayo, pero, a partir de este mes, tendrá que trasladarse a Cali para iniciar con sus clases en el sur de la ciudad.
El País habló con Juan Camilo para conocer un poco de su historia de vida y el camino que tuvo que recorrer para obtener el resultado perfecto.
Tener un puntaje perfecto es algo soñado para muchos. ¿Cómo fue su preparación para poder tener este resultado?
Mi preparación duró cerca de tres meses en los que estudiaba desde las 6:00 de la mañana hasta el mediodía. Luego retomaba desde las 2:00 de la tarde hasta las 3:00, para finalizar el día con el preicfes, desde las 4:00 hasta las 10:00 de la noche.
Fue una preparación ardua, ¿se podría decir que tenía la confianza de obtener un buen resultado?
Gracias a Dios me fue bien. Me preparé para tener un buen resultado, pero creo que nadie espera este puntaje.
¿Cuál fue la materia que más se le dificultó estudiar y cuál la más llevadera?
La más complicada fue sociales, porque toca tener una lectura crítica y analizar los problemas que se presentan.
Además, porque las preguntas presentan un párrafo largo y son cerca de 40, entonces demandó mucho tiempo.
La más llevadera fue ciencias naturales porque conocía muy bien el temario que pregunta el Icfes y lo supe responder bien.

¿Cuáles fueron los principales obstáculos que tuvo en su preparación para el examen?
Yo diría que los principales obstáculos fueron los nervios y la desconfianza en mí mismo, además de no creerme capaz de lograr grandes cosas.
Siempre me puse esa barrera mental durante mis tres meses de preparación. También pensaba que tal vez iba a decepcionar a mi familia por no cumplir los objetivos.
¿Cómo manejó ese estrés?
Organizándome bien, estableciendo prioridades, buscando un equilibrio entre el estudio y el descanso para no saturarme.
Cuando estoy muy cansado, me ayuda tomar pausas activas, hablar con alguien o hacer ejercicio. Además, siempre trato de enfocarme en por qué empecé y cuál es mi objetivo, para así disfrutar el proceso de aprender y no solamente los resultados.
¿Cuáles son esos hobbies que tenía para hacer las pausar activas?
Ir al gimnasio o salir a caminar. Eso me ayuda a despejar mi mente y a liberar el estrés. También me gustaba mucho escuchar música.
Normalmente las personas tienen un puntaje como meta, ¿cuál era el suyo?
Yo tenía la meta de obtener el mejor puntaje posible para poder estudiar medicina, no solamente quería presentarlo para ganar y ya.
Tenía entendido que, para poder estudiar esa carrera, lo mínimo eran 400 puntos, entonces quería superar ese resultado.
¿Es la primera vez que presenta el Icfes?
No, es la segunda. La primera vez lo presenté cuando me gradué del colegio. En esa ocasión obtuve 323 puntos. Por eso quería mejorar mi resultado.
¿De dónde surge la pasión por la medicina?
Me gusta el servicio y ayudar a las personas a través del conocimiento. Además, le hice esa promesa a mi abuela, que falleció de cáncer hace alrededor de cuatro años. Le dije que algún día sería un gran médico.
Desde pequeño le había planteado la idea y ella siempre me apoyó, le encantaba la idea de que yo fuera médico.

¿Qué tan especial era su abuela en su vida, cómo la recuerda?
Fue muy especial, siempre me apoyó y creyó en mí. Era muy cariñosa, sencilla y con un gran corazón. Ella me enseñó a ser humilde y a valorar a las personas. La promesa que le hice se convirtió en una motivación profunda para mí.
¿Qué es lo que más le motiva de estudiar medicina?
Que puedo marcar una diferencia en las vidas de las personas, poder escuchar a los pacientes, acompañarlos y brindarles alivio. También me interesa mucho el conocimiento del cuerpo humano, saber cómo funciona y tratar sus enfermedades.
¿Qué opina de la medicina en Colombia y qué le gustaría cambiar al respecto?
Pienso que Colombia tiene profesionales bien preparados y comprometidos, pero también hay varios desafíos, como la falta de acceso a servicios de salud en muchas zonas rurales o alejadas del país.
Un ejemplo sería mi departamento, en donde no contamos con una muy buena salud pública. Por eso pienso que se debería invertir en la prevención, para garantizar una mejor atención, digna y oportuna.
¿Tiene algún referente en la medicina?
No, no tengo un referente específicamente. En general, admiro a cada uno de los médicos que hay en nuestro país por la excelente labor que cumplen y por ayudar a las personas.
Una vez culmine la carrera de medicina, ¿cuál es el sueño que desea cumplir?
Luego quiero hacer mi especialización y servir a mi comunidad, venir a ejercer mi labor en mi pueblo, en el Valle de Sibundoy.
Quiero ser pediatra, porque, la verdad, soy muy bueno cuidando niños, me agrada pasar tiempo con ellos. Saber que voy a poder ayudarlos, principalmente a niños con discapacidades, me llena.
¿Con quién vive Juan Camilo y quién lo apoyaba en sus estudios diarios?
Vivo con mi mamá y mi perro, pero mi núcleo familiar está conformado por mi mamá, mis dos tías y mi madrina.
Mi papá estuvo presente unos cuantos años luego de mi nacimiento. Después no estuvo presente, pero actualmente tengo una buena relación con él.
La preparación fue autónoma, pero claramente contaba con el apoyo de las tres.

¿Cuál fue la parte más difícil de su preparación?
Mi mamá no está laborando actualmente, entonces tuvo que pedir prestada la plata para el preicfes.
Yo prácticamente le tuve que rogar para eso, porque sabía que podía tener un buen resultado. Fueron $ 400.000 los que se usaron para ese fin.
¿Se podría decir entonces que su mayor motivación fue su mamá?
Sí. Si Dios me lo permite, a mi mamá le daría el cielo, mar y la tierra, porque se merece todo. Lo primordial sería construirle una casita.
¿Dónde estudió y cómo era su desempeño?
Yo estudié en la Institución Educativa Champagnat. Cuando los profesores y los directivos se enteraron de mis resultados, se pusieron muy felices.
Yo fui muy querido en la institución, entonces me felicitaron por el logro. Estudié ahí desde preescolar y siempre me he destacado por ocupar los primeros puestos, entonces me gané el cariño y el respeto de los profesores.
¿Por qué escogió la Universidad Icesi para realizar su carrera?
Porque he escuchado muy buenas referencias de la universidad y es una institución que forma muy buenos profesionales.
Putumayo es un territorio golpeado históricamente por la violencia en Colombia, ¿qué tan difícil fue su camino educativo por esa realidad?
Yo vivo en el alto Putumayo. Gracias a Dios, en esta zona y en la ciudad en la que resido no se presentan casos graves de violencia. La verdad, no contaba con muchas dificultades para el estudio.
¿Cómo fue el contacto con la Universidad Icesi?
Fue directamente conmigo. Se programó una reunión junto a mi mamá en la que me comentaron todo sobre la universidad y la beca, la cual es del 100 %.
¿Cuáles son sus expectativas al estudiar en la Icesi?
Crecer tanto académicamente, como personalmente. Formarme con excelencia y desarrollar las habilidades necesarias para ser un profesional comprometido con la salud de las personas.
Sé que me encontraré con muchos retos, largas jornadas de estudio y momentos de exigencia, pero también con oportunidades de aprendizaje, buenos profesores y compañeros apasionados por la medicina.
¿Cuándo iniciará las clases?, ¿ya tiene resuelta su estadía en Cali?
El 28 de julio iniciaría con la inducción. La verdad, no tengo el lugar específico en el que voy a vivir, teniendo en cuenta que me tocaría mudarme mientras hago la carrera.
¿Cómo está gestionando para poder obtener el hospedaje?
Hemos estado gestionando recursos con la Gobernación del Putumayo, con la Alcaldía de mi ciudad y distintas entidades, pero hasta ahora no se ha logrado nada.
¿Cuál sería el mensaje que usted le daría a los jóvenes de grado once para que puedan obtener un buen puntaje?
Que no se rindan y luchen por sus sueños. Tal vez muchas personas en el primer intento, al ver que no les fue como deseaban, se rinden, pero les diría que sigan intentando, porque los sueños sí se logran, pero todo con disciplina y perseverancia.
Comunicador social egresado de la Universidad Santiago de Cali. Escribo sobre los principales acontecimientos de Cali y el Valle del Cauca.