Cali
Guillermo Murillo, rector de Univalle: “No creo que los responsables de la violencia sean estudiantes”
El rector de la institución universitaria asegura que se están fortaleciendo los sistemas de seguridad y advierte que los hechos violentos en los alrededores del campus son tarea de otras autoridades.
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19 de oct de 2025, 01:52 p. m.
Actualizado el 19 de oct de 2025, 05:50 p. m.
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El rector de la Universidad del Valle, Guillermo Murillo Vargas, habló con El País sobre los hechos de violencia registrados durante las últimas semanas en los alrededores del campus de Meléndez.
Asegura que se han tomado medidas internas de seguridad y convivencia, pero advierte que lo que ocurre fuera de sus muros es competencia de otras autoridades: “No puedo aceptar que sean nuestros estudiantes los que están detrás de esos actos de violencia”.
Rector, en los últimos días se han presentado hechos de vandalismo en inmediaciones de la Universidad del Valle. ¿Qué esta pasando?
Lamentamos profundamente esos hechos. En mis 37 años en la universidad he tenido la oportunidad de conocer de cerca las verdaderas reivindicaciones estudiantiles, que son temas de bienestar, permanencia, apoyos económicos, deporte y formación académica.
Pero una cosa son esas manifestaciones legítimas y otra, muy distinta, los actos de violencia en el exterior del campus.
Hechos como los que se registraron recientemente, con tractomulas incendiadas, me parecen imposibles de asociar con nuestros estudiantes.

Me resisto a pensar que quienes están detrás de esos ataques sean jóvenes que se están formando en esta institución.
¿Qué ocurre dentro de la universidad cuando se presentan estos disturbios? ¿Hay infiltrados?
Cuando se dan esos hechos, la comunidad universitaria está en sus clases, en los laboratorios o practicando deporte.
Por seguridad, tomamos la decisión de evacuar el campus, lo cual genera molestias porque la gente está trabajando con normalidad.
Quien conoce la Universidad del Valle sabe que en esos momentos no hay caos interno: las actividades académicas, investigativas, culturales y deportivas se mantienen con total normalidad.

Pero muchos de los encapuchados parecen salir de las instalaciones de la universidad. ¿Se están escondiendo dentro del campus?
Ese es un fenómeno complejo que no ocurre solo en Univalle, sino en universidades públicas de todo el país. La propia Comisión de la Verdad documentó cómo, durante décadas de conflicto, ciertos actores violentos han aprovechado los entornos universitarios.
Nosotros tenemos 19 campus con controles de acceso y estamos en proceso de modernizar los sistemas de seguridad.
En el caso de Meléndez, es un espacio de un millón de metros cuadrados, con zonas que no se pueden controlar completamente, pero estamos avanzando en ese fortalecimiento.
¿Qué medidas concretas se están tomando frente a esta situación?
El Consejo Superior expidió en mayo una resolución que aborda tres temas centrales: el fortalecimiento de la convivencia, la mejora de la infraestructura tecnológica de seguridad y la eliminación de violencias de género.
Además, contamos con un Instituto de Paz y un doctorado en estudios para la paz, en convenio con la Universidad Javeriana.
¿Qué tanto puede hacer la universidad frente a lo que sucede afuera, en la Avenida Pasoancho o la Calle 16?
Nuestra competencia llega hasta el límite del campus. Lo que ocurra fuera, en la vía pública, corresponde a otros actores del Estado. Nosotros colaboramos con las autoridades, como lo hemos hecho por décadas, pero no tenemos injerencia directa.
Es importante que quede claro: somos una institución académica, no una autoridad de orden público.
¿Falta inteligencia por parte de las autoridades para prevenir estos hechos?
Sobre eso no puedo pronunciarme más allá de decir que hay responsabilidades diferenciadas.
Nosotros hacemos nuestro trabajo dentro de la universidad, y pedimos que los demás hagan el suyo fuera de ella.
Univalle es una de las siete universidades del país con la máxima acreditación institucional. No podemos responder por competencias que no nos corresponden.
Sí puedo decir que las medidas externas de seguridad han cambiado en el tiempo: algunas estrategias que antes funcionaban desaparecieron, y ahora se están retomando.
Ojalá sean sostenidas, porque todos queremos la tranquilidad de la comunidad universitaria y del entorno.

Rector, usted ha dicho que la Universidad del Valle tiene control sobre el interior del campus, pero no sobre el entorno. ¿Qué acciones se han tomado con las autoridades locales para enfrentar esa situación?
Hemos tenido reuniones muy importantes de seguridad, producto de todo lo que ha acontecido. Nos han escuchado y hemos planteado, desde nuestra experiencia histórica, varias ideas.
Los órganos de seguridad están haciendo su trabajo y continuarán haciéndolo.
Lo esencial es mantener una colaboración mutua entre Alcaldía, Gobernación del Valle, Policía y todas las instituciones que giran alrededor de la universidad. Hemos avanzado y nuestra voz se está escuchando.
¿Ya hay medidas concretas en marcha entre la universidad y las autoridades locales?
Sí. En el Consejo Superior y en el Consejo Académico presentamos las medidas que se están aplicando.
Hoy contamos con vigilancia y mecanismos tecnológicos en los accesos, además de una app llamada Vida Univalle, que ya usan más de 23.000 estudiantes con su carné digital.
También registramos más de cuatro mil vehículos con cámaras que identifican las placas.
A esto se suman acciones en convivencia, lideradas por el Instituto de Paz y la Rectoría, que hacen parte de una política integral de convivencia y seguridad.
En varios de los recientes disturbios se han visto personas encapuchadas que salen de la Universidad del Valle, como en el caso de Pepe Ganga, donde arrojaron una bomba molotov. ¿Qué sabe la universidad sobre estos actores?
Lo he dicho con claridad: esos encapuchados no representan a la comunidad universitaria. Los órganos de seguridad han confirmado que muchos de ellos ni siquiera conocen el campus. Llegan en vehículos, se bajan en las porterías y se suman a los hechos violentos.
No podemos asegurar que sean estudiantes. Usan explosivos artesanales, armas letales, como se ha visto en otras universidades del país. Frente a esto, la universidad siempre ha colaborado institucionalmente para proteger a su comunidad y garantizar la evacuación segura, cuando ocurren esos episodios.

¿Cómo logra Univalle mantener su calendario académico en medio de estas tensiones?
En los últimos 20 años la universidad ha mantenido intactos sus periodos académicos.
Nadie puede decir que haya dejado de graduarse por causa de los paros o los cierres. Eso demuestra el compromiso de nuestra comunidad con la academia.
En mayo ocurrió el feminicidio de una estudiante en Palmira, por parte de un agente externo a Univalle. ¿Qué acciones concretas se tomaron?
Fue un hecho muy lamentable, cometido por un actor externo. Sin embargo, nos obligó a acelerar medidas que ya veníamos tomando.
Hoy todos los campus, incluido el de San Fernando, en Cali, tienen control de acceso con carné digital o físico, identificación y detectores de metales.
Además, fortalecimos la política institucional de eliminación de violencias de género. Tenemos más de 24 cátedras sobre género, con más de 600 personas formadas entre estudiantes, profesores y empleados.
En cada sede y facultad estamos conformando comités de género. También hemos tomado decisiones disciplinarias fuertes, incluso expulsiones, que muchas veces no se conocen públicamente.
¿Y los casos de acoso que han denunciado estudiantes?
Todos se tramitan bajo el debido proceso. Hemos reforzado las investigaciones disciplinarias y aumentado el personal encargado de ellas.
En los últimos cuatro años hemos tenido expulsiones y sanciones de varios semestres, según la gravedad de las faltas.
Los actos de acoso no quedan archivados, todos se investigan y se sancionan conforme a la normatividad.
Hace poco se anunció la entrega de tarjetas de transporte gratuitas del MÍO para estudiantes. ¿En qué etapa va el programa?
Ya está operando. La idea nació cuando era vicerrector de Bienestar y la retomamos ahora, con el apoyo de la Gobernación y Metrocali.
Estamos entregando 2047 tarjetas ‘Transformando Vidas’ a estudiantes de bajos recursos. Les permite usar el MÍO para ir y volver a clases. Esto no es solo un alivio económico, también combate la deserción.
Muchos estudiantes no podían venir todos los días por no tener dinero para el transporte.
Los cupos se agotaron en 48 horas y priorizamos a jóvenes de estratos 0, 1 y 2, mujeres cabeza de hogar y desplazados por la violencia.
¿Planean ampliar el número de beneficiarios, teniendo en cuenta que son más de 30.000 estudiantes?
Sí. En Cali tenemos 21.000 estudiantes y otros 14.000 en regiones , y la idea es aumentar la cobertura según los recursos disponibles.
La Universidad entrega 10.000 almuerzos diarios —6000 en Cali y 4000 en regiones— y 1300 de ellos son becas de alimentación. Para muchos, ese almuerzo es su única comida completa del día.
En medio de este debate de ciudad, usted, por los hechos vandálicos a las afueras de Univalle, ha insistido en el papel histórico de la institución. ¿Cómo describiría ese aporte?
Somos una universidad que cumple 80 años, y 40 de ellos con nuestro sistema de regionalización.
Tenemos 35.000 estudiantes, de los cuales 14.000 están en las regiones, en nueve sedes y cinco nodos. El último lo abrimos en Suárez, Cauca, una zona de difícil acceso a la educación superior.
En lugares como esos contribuimos directamente a la paz. Yo siempre pregunto: ¿qué sería del suroccidente colombiano sin una institución como la Universidad del Valle? Tenemos más de 100 patentes, 200 grupos de investigación y el 60 % de nuestros profesores con formación doctoral. Eso habla de calidad, excelencia y compromiso con el territorio.
Univalle celebra 80 años. ¿Cómo quiere que se recuerde la institución en este aniversario?
Como una universidad que ha transformado la región y la vida de miles de familias.
En casi cada hogar del Valle hay alguien formado en Univalle. Nuestra Facultad de Salud ha sido clave para el sistema hospitalario del departamento, nuestros ingenieros han liderado proyectos de infraestructura y nuestras facultades de Ciencias Sociales y Económicas han producido estudios fundamentales sobre migración y desarrollo.
Queremos que la Universidad del Valle sea recordada como una institución que ha aportado al conocimiento, la paz y el bienestar del suroccidente colombiano.
Periodista y comunicador social. Jefe de la redacción web de El País, especialista en marketing digital y gerencia del talento humano. Apasionado de las transformaciones y los desafíos.