Economía
Estas son algunas de las barreras que impiden la autonomía económica de las mujeres en Cali
La sobrecarga en el cuidado y las labores del hogar son algunas de las causas.

En el marco del conversatorio moderado por El País ‘Lo que sienten las caleñas: empleo, emprendimiento, cuidado y seguridad’, en el que participó la Fundación WWB Colombia, Observatorio para la Equidad de las Mujeres, OEM y Cali Cómo Vamos, se abordaron las inequidades económicas a las que se enfrentan las mujeres en Cali.
De acuerdo con un informe de dichas entidades, quedaron en evidencia las profundas desigualdades que enfrentan las mujeres en Cali, particularmente en el cuidado y el emprendimiento, ya que dedican, en promedio, el doble de tiempo que los hombres a labores de cuidado, alcanzando 31,9 puntos frente a 15,2 de los hombres (Fundación WWB Colombia y Grupo Digna).

Esta encuesta de percepción ciudadana realizada por Cali Cómo Vamos muestra que el 95% de las mujeres encuestadas dedican tiempo a labores de cuidado, en comparación con el 75% de los hombres. Esta carga laboral afecta su salud y bienestar, limitando su autonomía y profundizando las desigualdades económicas y sociales.
“Las mayores cargas que tienen las mujeres frente a los hombres asociadas al cuidado no remunerado en el hogar como lavar platos, planchar ropa, ayudar a hacer tareas a los niños, entre otras, son una realidad internacional, nacional y local. La construcción de políticas que incentiven la innovación social poniendo las necesidades de las cuidadoras en el centro de los servicios es clave para aportar en reconocer su labor, redistribuir las cargas de cuidado, recompensar estos trabajos, y habilitar una representación activa de sus voces en espacios públicos y toma de decisiones”, indicó Alejandro López, director del programa Cali Cómo Vamos.

Cabe destacar que esas altas cargas de cuidado hacen más difícil las inserción laboral de las mujeres. “Necesitamos seguir movilizando acuerdos empresariales que concienticen a las empresas de la necesidad de tener dispositivos de cuidado para capturar la mano de obra femenina, que se ha mostrado en varias mediciones como más comprometida, más estable y más latente al incremento de curvas de aprendizaje”, añadió Lina Buchely, directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres, OEM Colombia.
¿Y los emprendimientos?
Al hablar de los emprendimientos, aunque el 26,5% de las mujeres en Cali ha optado por iniciar su propio negocio, las desigualdades también son evidentes, pues de acuerdo con el informe, las mujeres emprendedoras ganan un 30,7% menos que los hombres, a pesar de trabajar en jornadas similares (Fundación WWB Colombia).

Soraya Husain, directora de Investigación de la Fundación WWB Colombia, sostuvo que “las mujeres emprendedoras tienen menos tiempo para sus negocios debido a la sobrecarga de trabajos de cuidado en el hogar, lo que limita su capacidad de crecimiento”. Además, el 68% de ellas son las principales responsables del cuidado en sus hogares, lo que limita su tiempo y recursos para sus emprendimientos.
Sumado a esto, se encuentra el impacto en la salud mental y emocional, ya que solo el 10,34% de las mujeres afrodescendientes encuestadas por el OEM dijo sentirse muy satisfecha con su vida, frente al 25,44% de las mujeres no afrodescendientes. La sobrecarga de trabajo doméstico y la falta de tiempo para el autocuidado contribuyen a esta brecha en el bienestar subjetivo.

“Es evidente que las mujeres en Cali están cuidando demasiado y su autocuidado es muy poco. En los estudios que hemos hecho y también en las cifras de las encuestas, como la de Cali Cómo Vamos, se evidencia que las mujeres en promedio cuidan seis horas más que los hombres; esto incluyendo lo que es trabajo de cuidado directo de sus hijas, hijos, personas adultas mayores, personas con discapacidad. Ellas tienen entonces dobles y triples cargas de cuidado, y esto tiene un efecto importante si lo miramos a nivel global en su salud mental”, explicó Soraya Husain.
Asimismo, también alarma la precariedad laboral, pues el 49,2% de las mujeres caleñas trabajaron en la informalidad en 2024, lo que implica una vulnerabilidad significativa. También se destaca que, mientras el 75% de los hombres participa en el mercado laboral, solo el 56% de las mujeres lo hace. Las tasas de desempleo son aun más preocupantes para las mujeres jóvenes y afrocolombianas, alcanzando el 18,4% y 16%, respectivamente.
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