Cali
Con la celebración del Domingo de Ramos, inició en Cali la Semana Santa, una invitación a vivir la pasión de Jesús desde la compasión
La Semana Santa inició viviendo la pasión del Señor, con una invitación clara: convertirse en cireneos, cargando no solo una cruz propia, sino también con las de quienes sufren cerca.

¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! De este modo, la multitud aclama a Jesús al entrar en Jerusalén. El Mesías atraviesa la puerta de la ciudad santa, abierta de par en par para recibir a aquel que, pocos días después, saldrá de allí proscrito y condenado, cargado con la cruz”.
“Hoy también nosotros hemos seguido a Jesús, primero acompañándolo festivamente y después en una vía dolorosa, inaugurando la Semana Santa que nos prepara para celebrar la pasión, muerte y resurrección del Señor”; así comenzaron a escucharse las palabras del Papa Francisco, en lo que fue la homilía del Domingo de Ramos, leída por el Cardenal Leonardo Sandri, Vicedecano del Colegio Cardenalicio, en la misa celebrada en la Plaza de San Pedro.
Francisco, convaleciente tras una grave neumonía bilateral, apareció después por sorpresa, donde saludó a los fieles y religiosos, agradeció por sus oraciones desde que enfermó y pidió la paz en el mundo.

La Semana Santa inició así, viviendo la pasión del Señor, con una invitación clara: convertirse en cireneos, cargando no solo una cruz propia, sino también con las de quienes sufren cerca.
“El Cireneo es forzado a llevar la cruz; no ayuda a Jesús por convicción, sino por obligación” explica el Papa, pero este acto forzado pronto se convierte en encuentro con Jesús y participación en su pasión: “se encuentra en primera persona participando en la pasión del Señor. La cruz de Jesús se convierte en la cruz de Simón. La cruz de madera, que el Cireneo sostiene, es la de Cristo, que carga con el pecado de todos los hombres. La lleva por amor a nosotros, en obediencia al padre, sufriendo con nosotros y por nosotros”.
Más de 40.000 personas, a pesar del tiempo sombrío, estuvieron presentes en la plaza de San Pedro, adornada con flores multicolores y plantas de viveros italianos y holandeses.
En Cali, el panorama no fue diferente, pues las procesiones se vivieron multitudinariamente, con el llamado a la reflexión desde el clérigo. Una de ellas, fue la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol, que se vistió de verde, de gozo, y de esperanza con la celebración de la liturgia liderada por el arzobispo de la ciudad, monseñor Luis Fernando Rodríguez, quien llamó a la paz y a la reconciliación.

“Cristo entra en Jerusalén, Cristo entra triunfante en nuestros corazones y hoy estamos caminando por las calles del centro de Cali para implorarle al rey de reyes que sea el rey de la paz, el rey del perdón y la reconciliación para esta Cali que tanto necesita de este mensaje de esperanza”.
A la par, el padre Joaquín Alberto Gómez, también director del Banco de Alimentos de Cali, daba su homilía a la comunidad de la parroquia Cristo Resucitado. “Te entregamos soberbia, orgullo, vanidad, avaricia. Pisotéalos, Señor, y transfórmalos con tu misericordia”.
Así pues, como dijo el Papa, y como los fieles del mundo claman: “la pasión de Jesús se convierte en compasión, cuando tendemos la mano a quien ya no puede soportarla. Levantamos a quien ha caído, abracemos a quien está desanimado”. Que esta Semana Santa sea símbolo de unión, y que sirva como recordatorio del amor de Cristo.
Procesiones del Domingo de Ramos
Con la bendición de los ramos, inició la procesión de la Parroquia Cristo Resucitado del barrio La Flora, encabezada por el padre Joaquín Alberto Gómez, director del Banco de Alimentos de Cali.

Sobre las 9 de la mañana inició otra procesión de Domingo de Ramos en el Santuario de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y recorrió la Avenida Roosevelt hasta la parroquia El Templete.

En el templo del Santísimo Sacramento, los feligreses le dieron la bienvenida a la imagen de Jesús entrando a Jerusalén con palmas y plantas, además de cánticos de alabanzas.

Centenares de fieles llegaron hasta la Parroquia del Divino Niño, en el sur de Cali, para acompañar la procesión con la que se inicia la Semana Santa.

Foto: Gloria Fernanda Briceño Barajas/ cortesía para El País
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