Cali
Así se cocina el “sancocho” social con el que se busca reconciliar al Valle
Esta es la historia de Compromiso Valle, el proyecto de innovación social que sentó a líderes barriales, empresarios y fundaciones para que charlaran, se escucharan y construyeron acciones para generar más oportunidades.
Por José Luis Carrillo Sarria, editor de Cali
“En Cali somos negros, blancos, indios, ricos, pobres, del oriente, de la ladera, somos un sancocho y no tenemos otra opción que actuar unidos porque la división nos está acabando”, resume Dani Adrián Lasso, líder comunitario del barrio Pueblo Joven en Siloé, cuando se le pregunta si realmente la capital del Valle se está reconciliando.
Él es uno de los líderes que hicieron parte de los bloqueos en el estallido social del 2021 y hoy dirige procesos de reconciliación junto con el programa Compromiso Valle.
Compromiso Valle es un proceso de impacto colectivo que nació en Cali luego del estallido social, donde a través de una conversación directa se reúnen la comunidad, empresas de todos los tamaños, líderes comunitarios y fundaciones para aportar al cierre de brechas sociales.
“Esto para nosotros es un orgullo, somos jóvenes víctimas del conflicto y lo único que tratamos es de buscar una oportunidad día a día… gracias a Dios fuimos escuchados por las personas de Compromiso Valle e iniciamos este proceso”, dice Dani Adrián.
“Solo queríamos ser escuchados”
“Soy participante de los bloques del estallido social, estuve muy consagrado en ese proceso, fui vocero de lo que llaman la ‘primera línea’ y al ver que nuestros padres, amigos y familia trataban de buscar oportunidades y no se abrían las puertas, salimos a la calle y los amigos nos decían que debían aportar en la casa, pero no tenían las oportunidades, no las hallábamos. Eso fue lo que nos sacó a la calle y por eso ocurrió lo que ocurrió, solo queríamos ser escuchados”, dice Dany.
Explica con cruda franqueza que mucha gente no conocía lo que estaba pasando en la ciudad, “las personas no sabían desde sus oficinas lo que pasaba en la calle, en el territorio, pero esto que hizo Compromiso Valle debió hacerse hace muchos años, tener la oportunidad de escucharnos y ver lo que estaba causando el daño”.
Compromiso Valle no es solo un programa de capacitación y empleabilidad, contempla varios ejes: Seguridad alimentaria (con más de 2,5 millones de raciones distribuidas), emprendimiento (donde se han beneficiado más de 21.000 personas), liderazgo sólido (se han invertido $300 millones en proyectos priorizados) y transformación de proyectos de vida (12.234 personas impactadas).
María Isabel Ulloa, directora de ProPacífico, entidad que lidera este proceso, explica que la clave del proyecto es lograr que empresarios de todos los tamaños, la comunidad y organizaciones de todo tipo se sienten a hablar y se escuchen, pero que esa charla se convierta en acción y soluciones.
“Los líderes sociales y los empresarios se sentaron a chalar, a escucharse, sin intermediarios, de frente. Nos dimos cuenta de que Cali no es solo una ciudad, sino muchas ciudades... “.
“Los jóvenes están 8 horas en la casa-taller aprendiendo la parte mecánica de motos. En el proceso le damos en desayuno a través de las cocinas comunitarias. Este es un proyecto integral. Aquí los jóvenes cambian la calle por aprender una experticia de mecánica de motos. Y lo mejor es que el éxito en la empleabilidad es del 90 %... este proceso logra cambiar la vida de los jóvenes en un corto tiempo, la mayor satisfacción es la vinculación laboral de estos jóvenes”.
La voz de los empresarios
Marcela Astudillo, presidente Ejecutiva de la Fundación Carvajal, explica que a través de Compromiso Valle han impulsado el fortalecimiento empresarial, la empleabilidad y el liderazgo.
“Definimos una ruta en la que participamos todos y estos muchachos lo primero que hacen es ingresar a unos programas para diseñar su proyecto de vida, buscar un propósito, en nuestro caso nos integramos con nuestro programa de empleabilidad”, comenta.
Cuenta el caso de una joven de 23 años que trabajaba en los semáforos, vendiendo dulces y que tiene dos hijos de 6 y 2 años. “Ella hace el proceso de Compromiso Valle, asistiendo incluso a las clases virtuales de empleabilidad desde el semáforo donde trabajaba, a través de un teléfono celular, y finalmente ingresa a una empresa grande de la región”.
Y agrega: “Ella cuenta que pensaba que la iban a engañar, porque el bus de la empresa la recogía, almorzaba en el casino y tenía un empleo de calidad, hoy tienen un panorama distinto de su vida”.
Pablo Sanint, presidente de Finesa, explica que su compañía quería hacer parte de un proceso más allá de las donaciones, que fuera un proceso de inversión social.
“Nosotros arrancamos a contratar personas a través del frente de empleabilidad de Compromiso Valle, fue difícil inicialmente, y hemos dado el paso de acoger una persona con una historia distinta a nosotros, incluso con un pasado complejo, en muchos casos, y no solo para trabajar en la compañía si no también para prosperar y sentirse bienvenida y querida. Para eso nosotros también tuvimos que cambiar. Creo que el poder más grande de Compromiso Valle es la realización del proyecto a través de la verdad, ya sea del lado de una empresa o de una persona sin oportunidades, hay preocupaciones en ambos extremos y lo importante es que llenemos esos vacíos”, concluye Sanint.
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