Así es el pueblo de Colombia donde no hay carros ni motos; lo conocen como el ‘pesebre natural’

Los entornos ruidosos y caóticos pueden llegar a aumentar los niveles de estrés de los ciudadanos. Sin embargo, Colombia es un país megadiverso, y en cada departamento puede encontrar una alternativa para huir de los sonidos urbanos.

Por ejemplo, al extremo sur del territorio continental colombiano, “en el pulmón del mundo”, es decir, en el Amazonas, hay un municipio donde no hay carros ni motos, y el único sonido que se escucha es el propio de la naturaleza.

Puerto Nariño es el primer municipio del país con certificación ambiental sostenible, y es nombrado como el pesebre natural de Colombia.

¿Por qué es conocido como el pesebre natural de Colombia?

En este pueblo habitan más de 7700 personas, población compuesta en su mayoría de etnias indígenas que encontraron en el turismo sostenible una oportunidad para gestionar adecuadamente los impactos socioeconómicos y ambientales que se desarrollan en la región.

En el pesebre natural habitan tres etnias: ticunas, cocamas y yaguas, los cuales llevan más de 41 años trabajando en la región, respetando la naturaleza y de la mano, dando a conocer su composición étnica, tradiciones, comida, los hermosos paisajes y la riqueza en fauna y flora.

Está ubicado en medio de la selva y el río, y queda a aproximadamente dos horas en lancha desde la capital del Amazonas, Leticia. Al llegar al muelle, solo se puede recorrer el municipio caminando, porque no hay carros ni motos para transitar.

Este distinto se vuelve un atractivo para los visitantes, quienes quedan encantados con el compromiso que hay por la conservación y preservación de la naturaleza, y al mismo tiempo, salen de la rutina y se emergen en la paz y tranquilidad que hay allí, en un pueblo que solo tiene casas de madera y mantiene una temperatura de media de 30°.

Atractivos turísticos

Entre las maravillas de la región, los turistas pueden observar delfines rosados, que se caracterizan por saltar y nadar en el río Amazonas.

Estas especies se pueden observar en lago de Tarapoto, considerado un santuario para estos mamíferos.

De igual forma, se puede disfrutar del avistamiento de otras especies de la vida silvestre como osos perezosos, monos, aves coloridas como las guacamayas, nutrias gigantes y caimanes negros, así como garzas, martines pescadores y tangaras.

Por último, pero no menos importante, se pueden realizar actividades de senderismo, navegar en el río Loretoyacu, y visitar el mirador Naipata, donde se podrá disfrutar de los espectaculares atardeceres.

Todas estas maravillas brindan una experiencia única y relajante para todos los amantes del ecoturismo.