Tecnología
Códigos QR fraudulentos: cómo identificarlos para evitar caer en peligrosas estafas
A pesar de sus múltiples usos legítimos, los códigos QR también pueden ser utilizados con fines maliciosos para realizar fraudes o estafas.

En la actualidad, los ciberdelincuentes hacen uso de diversas herramientas tecnológicas para llevar a cabo estafas. Habitualmente, se aprovechan de aplicaciones de mensajería o correos electrónicos para difundir mensajes peligrosos que incluyen enlaces infectados, los cuales les permiten acceder a datos e información confidencial. No obstante, estos métodos han evolucionado, y ahora emplean tácticas mucho más sofisticadas.
Uno de los nuevos objetivos de los criminales son los códigos QR. Estos códigos, compuestos por una matriz de puntos, contienen información digital que puede ser rápidamente escaneada mediante un lector adecuado, como un teléfono móvil o una cámara especializada. A diferencia de los códigos de barras tradicionales, que almacenan datos de forma lineal, los códigos QR lo hacen en dos dimensiones, lo que les permite albergar más información en un espacio reducido.
A pesar de su amplio uso legítimo, los códigos QR también pueden ser empleados con fines maliciosos para llevar a cabo fraudes. Los estafadores explotan la confianza que las personas tienen en estos códigos y las vulnerabilidades de seguridad para perpetrar sus delitos.

Por ejemplo, un criminal podría crear un código QR que redirija a una página web falsa, diseñada para imitar un sitio legítimo, como el de un banco o una tienda en línea. Al escanearlo, la víctima podría terminar ingresando información sensible, como contraseñas o datos de tarjetas de crédito. Asimismo, existen códigos que redirigen a páginas con contenido nocivo o perjudicial, sitios infectados con virus o simplemente información no deseada.
Cómo evitar caer en estafas peligrosas
Una de las formas más sencillas de identificar un código QR fraudulento es verificar su procedencia. Si se encuentra en un lugar sospechoso o inesperado, como un folleto desconocido, un cartel en la calle o un correo electrónico no solicitado, se debe actuar con cautela.
Por otro lado, aunque los códigos QR pueden parecer simples, los detalles en su diseño pueden indicar su autenticidad. Si el código muestra señales de haber sido alterado o tiene una apariencia poco profesional, es un indicio de que podría no ser genuino.
Uno de los principales riesgos de los códigos QR falsos es que pueden redirigir a los usuarios a sitios web maliciosos que imitan páginas legítimas con el fin de robar información personal o realizar fraudes. Por ello, siempre es recomendable verificar la URL a la que dirige antes de hacer clic en cualquier enlace.

Además, los códigos QR ubicados en lugares públicos, como cafeterías, plazas o estaciones de tren, pueden ser manipulados fácilmente por delincuentes.
Aunque los códigos QR son herramientas útiles y convenientes para acceder a información digital, es fundamental ser precavido al escanearlos, especialmente si provienen de fuentes desconocidas. La clave para proteger su información personal es mantener la cautela y verificar siempre la autenticidad de lo que escanea.
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