Política
Reforma a la salud: entre ponencias, retrasos y divisiones, el Congreso sigue sin llegar a un consenso
Mientras el Gobierno insiste en su proyecto, la ponencia alternativa de tres senadoras propone un modelo mixto para enfrentar la crisis del sistema.

23 de sept de 2025, 11:28 p. m.
Actualizado el 23 de sept de 2025, 11:28 p. m.
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El sistema de salud colombiano enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia. Escasez de medicamentos, demoras en las citas, médicos trabajando sin garantías y hospitales al borde del colapso son el reflejo de una crisis que no da espera.
Mientras esto pasa, la reforma del Gobierno Nacional, que lleva meses sin avanzar en el Congreso, y que plantea un sistema único y público con la Administradora de los Recursos del Sistema de Salud (ADRES) como ente central, sigue en veremos.
Este martes, 23 de septiembre, cuando estaba previsto un nuevo debate en la Comisión Séptima del Senado, la discusión volvió a aplazarse. La falta de ponencias unificadas y el distanciamiento entre el Gobierno y sectores independientes impidieron que la iniciativa avance.

En este escenario, las senadoras Norma Hurtado, Ana Paola Agudelo y Lorena Ríos radicaron una ponencia alternativa. Su propuesta busca un modelo mixto en el que el Estado asuma el riesgo financiero y las Gestoras de Salud y Vida (antiguas EPS) se encarguen de organizar y auditar la atención, pero sin manejar directamente los recursos.
“La crisis actual no es porque no se haya aprobado la reforma del Gobierno Petro. Es producto de la mala administración, de intervenciones fallidas y de decisiones que dejaron al sistema en estado crítico. Ni esa reforma ni el archivo son la solución”, advirtió la senadora Hurtado.
Entre los pilares de su ponencia están: pagos directos y rápidos a hospitales, un sistema único de información y auditoría en tiempo real para garantizar transparencia, fortalecimiento de la atención primaria y la formalización del talento humano en salud.
En materia de financiación, propone destinar el recaudo de impuestos saludables e IVA social, que podrían generar más de 60 billones de pesos entre 2026 y 2036.
La discusión de fondo no solo es técnica, también es política. Mientras el Gobierno insiste en que la Adres concentre más de 30 funciones para operar un sistema centralizado y público, la ponencia alternativa busca limitar ese poder y distribuir responsabilidades para evitar riesgos de corrupción.

La falta de consensos se refleja en la imposibilidad de arrancar el tercer debate. Ni el oficialismo ni la oposición han cedido, y los tiempos del calendario legislativo se acortan. El riesgo es que el proyecto se hunda por falta de trámite o que el Gobierno termine optando por decretos, lo que aumentaría la confrontación política.
¿Qué está en juego?
Más allá de la confrontación entre bancadas, lo que se define en este pulso legislativo es el futuro de la atención en salud en Colombia. Si no hay consenso, se teme que los pacientes sigan sufriendo las consecuencias.
Norma Hurtado insiste en que su propuesta es un punto medio viable. “Nuestro compromiso es con los pacientes, con los médicos y con los hospitales, no con ideologías. Lo que proponemos es un cambio real, responsable y viable”, señaló.
El reto ahora para el Congreso es superar la parálisis. El Gobierno deberá decidir si abre espacio a las propuestas alternativas o si insiste en su modelo centralizado. De lo contrario, el riesgo es que el sistema siga atrapado en la crisis mientras la política se queda en los discursos.
Lo cierto es que, a falta de consensos, la reforma a la salud se ha convertido en un símbolo de la dificultad de hacer acuerdos en un Congreso polarizado, donde los pacientes siguen siendo los más afectados por la falta de decisiones.