Columnistas
Paloma Valencia despeja el panorama
El proceso político mismo está escogiendo experiencia sobre ‘outsiders’
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22 de dic de 2025, 01:16 a. m.
Actualizado el 22 de dic de 2025, 01:16 a. m.
La selección de la senadora Paloma Valencia como candidata única del Centro Democrático es el tercer suceso más importante de esta atribulada y confusa campaña presidencial; precedida por el asesinato de Miguel Uribe Turbay y el triunfo fácil de Iván Cepeda en la consulta del Pacto Histórico, el advenimiento de Valencia depura una competencia imposible de interpretar con 91 aspirantes.
Quedaron por fuera de la contienda Paola Holguín, María Fernanda Cabal y, por sustracción de materia, Miguel Uribe Londoño, quien explicó su aspiración a ser candidato del Centro Democrático por ser responsable del legado de su hijo. De la izquierda salieron María José Pizarro, Gustavo Bolívar y Carolina Corcho.
Las encuestas de enero dirán qué tanta tracción tiene Álvaro Uribe Vélez sobre su candidata. En el pasado la unción ha propulsado al elegido. La frase ‘el que diga Uribe’ es una realidad política constante, mucho más probada que ‘el que diga Petro’. Las huestes petristas se irán con Cepeda a pesar de sus dudas, no tanto de lealtad, como de coherencia, dada la pugnacidad que hubo entre las organizaciones políticas de donde viene Petro con las de donde viene Cepeda. La otra realidad es la unidad de la izquierda y la claridad que tiene que las divergencias de algunos grupos con el gobierno no pueden derivar en respaldo a la oposición, son asuntos internos sin trascendencia en la campaña.
En las consultas de marzo, la más importante será la Gran Consulta por Colombia con Juan Manuel Galán, Juan Daniel Oviedo y una Vicky Dávila difuminada, los otros tres participantes no tienen fuerza ni atractivo. El Frente Amplio que será entre Cepeda y una horda de candidatos que no arrancaron ni pegaron como Roy Barreras, Clara López y Luis Gilberto Murillo, con lo que la ratificación del que dijo Petro sería obvia, sin que mejoren sustancialmente las perspectivas en la primera vuelta por recibir el apoyo de los perdedores.
Sueltos seguirán Claudia López y Sergio Fajardo, además de la nueva atracción de este circo, Abelardo de la Espriella. La carta tapada es Juan Carlos Pinzón, tempraneramente descartado por muchos y que espera con paciencia que las aguas decanten su turbiedad para ver sus opciones. Si es el candidato de convergencia de centro derecha será muy fuerte y podría llegar a ganar en primera vuelta, sobre todo si Fajardo y Claudia López siguen pegados donde están.
A De la Espriella hay que medirlo en un panorama más claro con encuestas reales, no las proyecciones de los apostadores que solo están especulando y ni siquiera son votantes. Su debilidad no es que haya defendido criminales, una crítica idiota hecha por idiotas que no entienden la función del defensor en casos penales, sino su desconocimiento general de los asuntos públicos.
El proceso político mismo está escogiendo experiencia sobre ‘outsiders’. Cepeda es un contrincante formidable, con conocimiento de las políticas públicas, con disciplina política y organizativa, además de su formación como filósofo. En un debate molería a De la Espriella, a Santiago “balín” Botero, o Vicky Dávila, pero no a Pinzón o Paloma Valencia.
A la candidata del Centro Democrático la acusan de ser estridente y beligerante. En la izquierda su apellido es un anatema por la Operación Soberanía en 1964 en Marquetalia, ordenada por su abuelo siendo presidente. Deberá trabajar en la forma para que se note más el fondo y la disciplina, porque ahí reside su fuerza.
Lo mejor de Paloma Valencia aún está por verse. Debe capitalizar el uribismo, captar el centro derecha y estar entre las primeras tres opciones de los electores.

Abogado
6024455000






