Columnistas
El Día del Niño
Los niños que hoy no tienen la atención que requieren, que por lo general son los que están en niveles de pobreza inaceptables, tendrán más problemas en su proceso de aprendizaje y de desarrollo como personas.
Este 27 de abril se celebra el Día del Niño, ojalá no solo este sino todos los días recordáramos la importancia del cuidado integral de nuestros niños y niñas, a quienes tenemos la obligación de cuidar, pero lastimosamente no lo hacemos como deberíamos.
El Valle del Cauca tiene un total de 396.337 niños y niñas entre los 0-5 años, de los cuales alrededor de 110 mil no tienen atención en Programas de Atención Integral a la Primera Infancia, según el Sistema de Información Georreferenciado de Bien-estar en la Primera Infancia, SIGPI; mientras que en Cali son 176.604 niños y niñas en este rango de edad. De los niños en Cali, 47 mil niños elegibles de 0-5 años no tienen atención en Programas de Atención Integral a la Primera Infancia y, además, unos 33 mil niños crecen en hogares en pobreza extrema. Las cifras hablan por sí solas.
Cuidar a nuestros niños es un deber moral, pero para quienes esto no es suficiente es necesario señalar que atenderlos es fundamental en el futuro de cualquier sociedad. Los niños que hoy no tienen la atención que requieren, que por lo general son los que están en niveles de pobreza inaceptables, tendrán más problemas en su proceso de aprendizaje y de desarrollo como personas.
Adicionalmente, una situación más común de lo que creemos es el de las niñas que son madres a temprana edad. Hecho que debemos lamentar, considerando que son precisamente los hijos de estas niñas los que probablemente no estudiarán o dejarán de hacerlo a muy temprana edad, lo que los hará más propensos a entrar en economías informales o ilegales. Es decir, hombres y mujeres con menos capacidades de salir de la pobreza. Si no atendemos esta realidad, seguiremos destinados a un círculo absurdo de pobreza y falta de oportunidades.
Hablar de atención integral a la primera infancia significa que los niños estén bien nutridos, que tengan las vacunas conforme a su edad y educación inicial de calidad, que estén protegidos de abuso sexual e intrafamiliar y que cuidemos a nuestras niñas del embarazo infantil. La verdad lo que se requiere no es muy complejo, solo se necesita de articulación entre varias dependencias de las entidades públicas para hacer que las cosas pasen. Pero para esto, primero necesitamos saber dónde están todos los niños de 0 a 5 en mayores niveles de pobreza, tarea que no es tan sencilla.
Por ejemplo, dado que tenemos buenos niveles de vacunación sería absolutamente pertinente que cuando el niño y su acudiente asisten al centro de salud para la vacunación, la entidad aproveche para adquirir varios datos de ese menor como su peso, talla, dónde vive, con quién vive y a qué centro de atención infantil asiste.
Dado que estamos en el momento en el que los mandatarios locales están haciendo los planes de desarrollo, desde la alianza El mejor lugar para CreSer esperamos que los niños estén como prioridad número uno. Para el caso de Cali creemos que hay muchas oportunidades de mejora en el documento que hasta ahora hemos conocido. Lograr un enfoque integral supone que haya corresponsabilidad y exige un trabajo articulado e intersectorial que no vemos en el Plan de Desarrollo. Por su parte, en la versión preliminar del Plan de Desarrollo de la Gobernación observamos que algunas iniciativas asociadas a la primera infancia no se están incluyendo, como por ejemplo aumentar la cobertura de la atención, la construcción y mejoramiento de nuevos equipamientos, entre otros asuntos.
Debemos seguir sumando esfuerzos y convencernos de que los niños y niñas no deben ser un tema menor para que como sociedad no tengamos que seguir lamentándonos, generación tras generación, de no cambiar el rumbo.
*Directora Ejecutiva de Propacífico