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Nueva Escocia toma represalias ante los aranceles de EE.UU.: se endurecen las medidas contra productos y transporte estadounidense
La provincia canadiense responde con firmeza a las políticas comerciales impuestas por la administración Trump
La provincia canadiense de Nueva Escocia ha decidido actuar de manera contundente ante la primera ola de aranceles punitivos anunciados por el gobierno de Estados Unidos. En respuesta a estas medidas, el gobierno provincial ha implementado sanciones propias, afectando directamente a productos y servicios provenientes del país vecino.
Una de las decisiones más drásticas tomadas por Nueva Escocia ha sido la retirada del alcohol estadounidense de los estantes de tiendas y licorerías en toda la provincia. Con esta acción, las autoridades buscan enviar un mensaje claro de rechazo a los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump. Además, esta medida podría incentivar el consumo de bebidas producidas localmente, favoreciendo a los productores canadienses y mitigando el impacto económico de los aranceles en la industria nacional.
🇨🇦🇺🇸 | ÚLTIMA HORA: La provincia canadiense de Nueva Escocia responde a los aranceles estadounidenses:
— Alerta Mundial (@AlertaMundoNews) February 2, 2025
- El alcohol americano retirado de los estantes.
- Se duplicó el peaje para vehículos comerciales procedentes de EE.UU.
Otra represalia significativa ha sido el aumento del peaje para los vehículos comerciales provenientes de Estados Unidos, duplicando su costo actual. Este incremento afectará especialmente a los transportistas estadounidenses que dependen de las rutas canadienses para el comercio transfronterizo. Según funcionarios locales, esta medida busca compensar los efectos negativos que las nuevas tarifas arancelarias puedan tener en la economía de Nueva Escocia y el resto del país.
La postura adoptada por la provincia es una respuesta directa a la estrategia comercial anunciada por el candidato de Trump a secretario de Comercio, Howard Lutnick. Durante su comparecencia ante el Comité senatorial de comercio de EE.UU., Lutnick declaró que los aranceles tienen como objetivo presionar a Canadá para que refuerce su seguridad fronteriza y frene el tráfico de drogas y la inmigración ilegal. Además, advirtió que una segunda ola de aranceles más severa podría entrar en vigor en abril, lo que generó gran preocupación en los sectores económicos y comerciales canadienses.
En este contexto, el gobierno de Justin Trudeau ha buscado estrategias para evitar una escalada en la disputa comercial, incluyendo un plan de 1.300 millones de dólares para fortalecer la seguridad fronteriza. Sin embargo, la imposición de estas primeras sanciones arancelarias ha obligado a las provincias a tomar medidas autónomas para proteger sus intereses económicos.
La decisión de Nueva Escocia podría sentar un precedente para otras provincias canadienses, que podrían implementar restricciones similares en represalia a las políticas estadounidenses. Expertos advierten que este enfrentamiento comercial podría derivar en una guerra económica más amplia, afectando sectores clave como la agricultura, la manufactura y la industria automotriz.
Con un escenario aún incierto, la reacción del gobierno de Trump a las medidas de Nueva Escocia será crucial para determinar el rumbo de las relaciones comerciales entre ambos países. Mientras tanto, comerciantes y consumidores canadienses observan con atención cómo esta disputa podría impactar su economía diaria y su acceso a productos provenientes de Estados Unidos.
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