La impactante historia de neurocientífico que habría muerto por 7 segundos: “Un pozo con una luz dorada”

En el mundo hay experiencias extremas, peligrosas, divertidas, dramáticas y hasta caóticas. Sin embargo, hay una que no deja de ser inexplicable: morir y volver a tener vida al poco tiempo.

Este es el caso del neurocientífico Álex Gómez Marín, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic), que reveló detalles inéditos de su historia de cómo habría estado muerto durante siete segundos y volvió a presentar signos vitales.

En medio de una entrevista con Bruno Cardeñosa y Silvia Casasola en ‘La Rosa de los Vientos’, Marín relató que “No fue un sueño ni una alucinación, sino algo más real que la propia realidad”.

Y contó que poco a poco su cuerpo se fue debilitando hasta que fue testigo de una experiencia que cambió su vida para siempre. “Estuve siete segundos en el otro lado. Estaba en un pozo con una luz dorada arriba y tres guías espirituales que me ofrecían ayuda para salir. En ese momento decidí regresar, pensé en mis hijas pequeñas y pedí volver”, aseguró.

De igual forma, indicó que durante ese lapso, no sintió miedo, sino una profunda sensación de paz: “Allí no hace falta pensar, simplemente sabía. Sabía que todo estaba bien”, relató.

Álex Marín recalcó que no es una persona religiosa, pero afirmó que cree que lo sagrado existe: “Durante mucho tiempo el materialismo nos dijo que solo hay materia y nada más. Pero el amor, el dolor o la conciencia también son reales, aunque no se midan”.

Por otro lado, en otra entrevista, en el ‘Cuarto Milenio’, manifestó que “Notaba que estaba en una especie de vigilia, pero lo notaba y sentí todo perfectamente”, describiendo la situación a la que se enfrentó en esos cortos 7 segundos.

“Al final era lo mismo, porque también se veía una luz al final. Era amarilla y había tres sombras a contraluz”, recordó Álex durante la entrevista.

Durante su relato, el neurocientífico mencionó que sintió la experiencia muy real afirmando que estuvo en un estado de shock. “No es que creyera, pensara o sintiera, es que había un estado de certeza”.

Por último, indicó que regresó a la vida, asentando con la cabeza de manera negativa. “De modo telepático les dije que ‘no, gracias’, y volví a la habitación”. Y tras meses de tratamiento el hospital le otorgó el alta médica después de recuperarse al completo.