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El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco podría no ser tan rápido como muchos esperan; ¿Por qué?
Expertos advierten que las profundas divisiones internas podrían alargar el proceso.

Con la atención mundial centrada en el Vaticano, los próximos días se anuncian decisivos para la Iglesia Católica. El martes 7 de mayo comenzará el cónclave que definirá al nuevo Papa, sucesor de Francisco, pero no todos creen que será un proceso breve.
Aunque muchos cardenales han manifestado su confianza en una elección rápida —de dos o tres días, como ha sido tradicional en los últimos siglos— algunos analistas, como el reconocido vaticanista Marco Politi, advierten que esta vez el camino podría ser más tortuoso. “La Iglesia llega a este cónclave después de 10 años de una verdadera guerra civil”, declaró Politi desde Roma en diálogo con BLU Radio. Según él, las profundas tensiones entre sectores conservadores y reformistas marcarán las deliberaciones bajo los frescos de la Capilla Sixtina.

“La Iglesia está muy dividida”
Con más de 50 años de experiencia cubriendo el Vaticano y galardonado con un premio Pulitzer, Politi no escatima palabras para describir el momento actual. Apunta directamente al rol de los sectores ultraconservadores, que durante el pontificado de Francisco han combatido reformas como la apertura a los divorciados vueltos a casar, la bendición a parejas del mismo sexo y la inclusión de mujeres en instancias de decisión.
“Francisco ha permitido abrir la discusión sobre el diaconado femenino; no ha tomado decisiones definitivas, pero ha abierto la puerta”, afirma. También recuerda que, por primera vez en 1.700 años, el papa permitió a laicos y mujeres votar en un sínodo. Para Politi, estos cambios han generado entusiasmo entre los reformistas, pero también una fuerte resistencia dentro de la curia. “La Iglesia está muy dividida”, sentencia, y eso podría dificultar alcanzar un consenso rápido.
¿Cónclave corto o prolongado?
En contraste, varios cardenales han expresado su deseo de una elección rápida. “Será breve, dos o tres días. Tengo las ideas claras. Yo sé a quién votar”, afirmó el cardenal Raphael Sako, patriarca de los caldeos.

El argentino Vicente Bokalic Iglic coincidió en que espera una pronta definición, mientras que el salvadoreño Gregorio Rosa Chávez dijo que la impresión es que “será corto”.
Una de las voces discordantes ha sido la del sueco Anders Arborelius: “Creo que será un cónclave largo. Hay muchos cardenales nuevos y hay que conocerse”.
Las reglas del cónclave contemplan una pausa obligatoria tras tres días sin resultado, algo que hasta ahora no ha sido necesario en las últimas elecciones. Sin embargo, Politi cree que si el proceso se extiende demasiado, se proyectará una imagen de caos y desunión: “Yo no creo que será un cónclave relámpago, pero tampoco creo que será muy largo. Me parece que podemos estar bastante seguros de que el próximo domingo, cuando venga a rezar un papa por el Ángelus, será el nuevo papa”.
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