Cuatro personas siguen hospitalizadas en estado grave después de que un coche arrollara a la multitud que celebraba el título del Liverpool en la primera división inglesa de fútbol, el lunes por la noche, dejando cerca de 50 heridos en total.

“Hay todavía cuatro personas hospitalizadas en estado grave y esperamos que se recuperen muy, muy rápido”, declaró este martes Steve Rotheram, alcalde de la región de Liverpool, en el norte de Inglaterra, al día siguiente del drama, que supuso la hospitalización de 27 personas.

Cuatro niños figuran entre los heridos, uno de los cuales se encuentra en estado grave, según el último balance de los servicios de emergencia.

A pesar de una lluvia torrencial, cientos de miles de personas se congregaron el lunes en las calles de la ciudad para celebrar el título del Liverpool en la Premier League, tras la disputa el domingo de la 38ª y última jornada del campeonato.

Cuando el desfile estaba a punto de terminar, sobre las 18H00 locales (17H00 GMT), un vehículo embistió a la multitud. Su conductor, “un hombre blanco británico, de 53 años, de la región de Liverpool”, fue detenido, informó la policía.

El cuerpo armado describió el atropello como un incidente “aislado” que “no se está tratando como un acto terrorista”.

Un “horror”

Reino Unido despertó este martes conmocionado por las escenas de “horror” que dejó el hecho.

Los titulares de la prensa local resumieron lo que debería de haber sido una noche de júbilo para los “Reds”, como se conoce a los jugadores del club.

“Horror en el desfile del Liverpool”, escribió el diario The Sun. “Carnicería en desfile”, tituló a su vez el Daily Mail.

En la mañana de este martes, un cordón policial seguía establecido en el lugar del drama, constataron periodistas de AFP.

Jenny Sims, jefa de la policía de Merseyside, la región metropolitana a la que pertenece Liverpool, hizo un llamado el lunes a “no especular ni difundir desinformación en las redes sociales”, añadiendo que su unidad no buscaba a ninguna otra persona en relación con el atropello.

Una comunicación rápida, que contrasta con la de incidentes anteriores, en los que la policía había sido acusada de lentitud.

Interrogado en la BBC, el exjefe de la policía de Londres, Dal Babu, relaciona esta rapidez con la voluntad de las autoridades de frenar “las especulaciones de la extrema derecha” sobre el perfil del agresor, que proliferan en las redes sociales.