Riña de colombianos en Polonia dejó como resultado el asesinato de Julio César Hernández. Uno de los hombres podrá tener cadena perpetua

Esta semana la familia del colombiano Julio César Hernández recibió quizá la peor noticia de sus vidas, que el hombre de 34 años fue asesinado en Tychy, Polonia, en medio de una riña, la cual se presentó después de una celebración en un cumpleaños de un conocido de Hernández.

Aunque no se tiene mayor información de qué fue exactamente lo que sucedió, las autoridades del sector en el que habitaba el colombiano informaron que ya tienen bajo custodia a cuatro colombianos que también se encontraban en el lugar y que al parecer son sospechosos.

Este 30 de noviembre un Tribunal de Polonia ordenó mantenerlos en la cárcel, con detención preventiva, durante tres meses, mientras se lleva a cabo un juicio. Además, según la familia, quienes hablaron con un periódico de Colombia, “el reporte policial indica que uno de los compatriotas fue acusado de asesinato, y se enfrentará a cadena perpetua”.

“La investigación que se adelanta tiene como objetivo determinar el curso y las circunstancias de este trágico suceso”, informaron las autoridades de Tychy.

Además, los seres queridos del tolimense ya se comunicaron con el consulado de Colombia en Polonia y están buscando la manera de la repatriación de su familiar; una diligencia que cuesta más de 30 millones de pesos, dinero con el que no cuenta la familia, es por esta razón que se encuentra buscando la ayuda de la comunidad en general para reunir los recursos de manera urgente.

Las autoridades polacas han informado que el cuerpo será entregado tras practicarle la autopsia y otros análisis, razón por la cual cuentan con pocos días para decidir qué hacer.

Lo que se conoce del caso

Julio César fue un soldado de la guardia de seguridad nacional, en agosto de este año y con la intención de tener mejores oportunidades laborales y económicas viajó a Polonia para trabajar cuidando las fronteras del país europeo. Según su familia, aunque Hernández era un hombre muy reservado y casi no contaba los acontecimientos de su vida durante los meses que estuvo fuera del país, mantenía comunicación constante con ellos.

Incluso la familia recuerda que realizaba videollamadas donde les mostraba cómo inspeccionaba algunos vehículos de carga. “Revisaba las mulas que entraban de Ucrania a Polonia, que no llevaran gente y eso”, dijo su sobrino Juan a los medios nacionales.

El sábado 25 de noviembre, Julio César Hernández mantuvo su último contacto con su familia en Colombia. “Le pregunté que cuándo vendría a Colombia. Me dijo: ‘linda, si Dios quiere viajo este fin de semana’. Desde que él se fue ha sido muy duro para mi mamá y para mí”, expresó Angélica, su hermana.

Ese mismo día le contó a su familia que en la noche estaría en un cumpleaños, al que asistiría con sus compañeros de casa, también colombianos y quienes se encuentran bajo custodia de la policía.

Según la policía de ese país, la confrontación se estalló cuando se disponían a solicitar un taxi para regresar a casa, y antes de que el medio de transporte llegara se presentó un enfrentamiento que involucró cuchillos, piedras, botellas y palos.

La Policía de Tychy respondió a una llamada que alertaba sobre disturbios en la vivienda alrededor de las 2 a.m. Al llegar al lugar, encontraron a Julio tendido en el suelo, víctima de una agresión con un arma punzocortante por la espalda. A pesar de los esfuerzos por reanimarlo, el hombre perdió la vida en el lugar.

Otro de los colombianos presentes en la fiesta sufrió cortes superficiales debido al enfrentamiento y fue trasladado a un centro médico para evaluación, pero no requirió hospitalización debido a la naturaleza no grave de sus heridas.