“Me dejé inducir a la pelea”, dijo ‘Alerta’, después de su salida de La Casa de los Famosos; estas y otras confesiones, aquí

Juan Ricardo Lozano Amaya, más conocido como ‘Alerta’, fue el undécimo eliminado del reality La Casa de los Famosos con un 9,71 % de votación del público, el pasado domingo.

El humorista, actor, libretista y abogado se ganó, desde un comienzo, el cariño del público, por sus contenidos de humor, haciendo personajes como Tontoniel, Sancho Panza y el chef Güevara, entre otros. Sin embargo, su fuerte discusión con Laura González, al ella decir que él estaba enamorado de Karina García, la supuesta amante de su marido, le restó puntos con el público. ‘Alerta’ le concedió una entrevista a El País, tras su salida del programa del Canal RCN.

¿Qué fue lo más complejo de vivir esta experiencia?

Primero, no poder dormir bien. Segundo, la comida. Tercero, no poder disfrutar del sol que te da la vitamina. Y por último, y lo más duro, no tener la relación con la familia, la esposa, los hijos, eso me afectó demasiado.

¿Será que su pecado fue involucrarse en esa última discusión con Laura?

Pues sí, creo que eso fue lo que afectó y provocó mi salida, a pesar de que yo ya estaba con ganas de irme, lo lancé como un kamikaze para saber qué pasaba con eso. Y sí, eso motivó mi salida. Uno no debe meterse en problemas, pero en este caso tocaba. La gente no entiende que había una dinámica que se llama el juicio y en ese juicio yo participaba desde mi esencia de abogado, como defensor de diferentes casos, no solamente defendí a Karina, sino a muchos compañeros cuando los acusaban. La niña (Laura) me trató mal y me ofendió muchísimo. Yo me pegué de eso y ahí arrancó el problema con ella.

¿Qué lección le dejó participar en este reality?

Valorar más la comida, la familia, el tiempo, el sol, a la esposa, los hijos, la mamá, valorar todo, cada día más, el sueño, respetar la hora que hay que dormir, todo. Entra uno en una etapa de conciencia de que todo lo que no teníamos allá, lo tenemos aquí afuera y no lo valoramos.

¿Cree que su humor fue una terapia para usted y para todos?

Claro, esa era mi manera de sobrellevar los problemas. Eh, cuando yo estaba en ese plan de hacer reír, o sea, hacer los contenidos, me sentía menos triste o menos opacado. Creo que lo hicimos bien, pero empezamos a tener deficiencias en la creatividad porque, obviamente, encerrados allí uno pierde un poquito ese motor, y los problemas que te acabo de comentar, me afectaban la creatividad. Me empecé a dejar llevar por asuntos que no me pertenecían, pero que me nacía ayudar, sentía que estaba obrando bien, porque le estaban haciendo mucho bullying a esa pelada (Karina), tenga o no la razón, se encarnizaron con ella en todo sentido. Entonces todos empezaron a irse en contra de ella. Era un bullying impresionante. Me salió salir en su defensa, por la dinámica, el juego del juicio, no me lo inventé yo.

Hoy aprendí la palabra sororidad, y siento que es algo que falta en algunas mujeres, que no se ayudan entre ellas mismas, al contrario, hay una enemistad entre ellas y eso afecta al grupo.

¿Le sorprendieron los porcentajes de Karina y Laura?

Sí. Nuestro planteamiento era dejar en claro que podíamos entretener la familia de otra manera y no así. Me deja un gran sinsabor que Karina y Laura hayan entrado con unos porcentajes inmensos, me da a pensar que esas peleas y chismes como que funcionan más que los mismos contenidos que hice de humor y todo esto. Ojalá que el tiempo no se haya perdido con lo que hicimos.

Su partida la lloraron Yina Calderón, que lo veía como a un padre, y Fernando ‘El Flaco’ Solórzano con quien hizo su ‘sketch’ de El Quijote y Sancho Panza, ¿su amistad fue genuina y seguirá afuera?

Yina y yo nos conocíamos aquí afuera y cuando entramos hicimos bastante empatía. De hecho, la defendí también en el brunch. Ella es una mujer que va de frente, sensata, honesta, y eso hace que seamos bien amigos. Con ‘El Flaco’ compartimos muchas cosas, entre otras, el conocimiento, quedaron algunos proyectos pendientes para cuando él salga vamos a hacerlos, a ver cómo nos va.

En la casa yo preparaba caldos y el primero que me buscaba era él, yo guardaba comida para compartir con él, al finalizar la tarde. La llevábamos muy bien. Sí, creo que me faltó más astucia para enfrentar cosas que no había hecho como esa de ponerme a la par con una mujer, me faltó definición. Me dejé inducir, pero ella me irrespetó y no acepto que me irrespetara de una manera tan baja, por eso todo terminó mal, mejor dicho.

Se metió con alguien muy valioso para usted, su esposa...

Así es. Allá hablamos de una guerra digital afuera y de hecho la hay, existe una guerra digital de esos contenidos. Entonces yo pensaba qué podrán estar pensando afuera, si todos los días yo nombraba a mi esposa, y la alababa. ¿Qué pensaría la gente cuando ella (Laura) sale con un comentario de esos?: “Bueno, pero este man se la pasa todo el día hablando de la esposa, y mentiras, está enamorado de Karina”. No sé, la cabeza se me llenó de cucarachas allá pensando qué estaría pasando en esta guerra digital afuera, y por eso le reclamé bastante a ella, le pedí que se retractara de ese comentario, pero no lo logré.

¿Quién quiere que gane La Casa de los Famosos?

Mis favoritos son Melissa y Emiro.

¿Cómo logró llevársela bien con todos, hasta que llegó Laura?

Comprendiendo a cada uno de ellos en su quehacer allí, atendiéndolos y consintiéndolos cuando lo necesitaban. Cuando ellas, por ejemplo, estaban mal hasta con los cólicos, con su menstruación, yo siempre estaba pendiente de ellas. Y tal vez porque tengo hijas y conozco a las mujeres, eso me impulsaba a protegerlas y a defenderlas cuando lo necesitaban. No sé si eso fue un error o no. Pero lo hice siempre con la mejor intención.