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La Piel del Tambor, un filme de misterios Barrocos, espías y hackers en pantalla grande
La novela de Arturo Pérez-Reverte, publicada en 1995, fue adaptada al cine por el director Sergio Dow. Hablamos con él sobre este thriller que ya triunfó en España.
Espías, hackers, intriga y suspenso forman parte de la coproducción entre Colombia, España e Italia, que puso de pie en salas de cine al propio autor de la novela, Arturo Pérez-Reverte, al ver la “gran adaptación al cine” que de su obra hizo el director caleño Sergio Dow.
Hablamos con el realizador sobre este filme protagonizado por el actor británico Richard Armitage, la española Amaia Salamanca, y que cuenta en su elenco con el italiano Franco Nero, el colombiano Víctor Mallarino y el español Rodolfo Sancho.
¿Cómo llegó a ese libro de Arturo Pérez Reverte, La Piel del Tambor, para volverla película?
De una manera peculiar. Un amigo mexicano, Eugenio Castillo, estaba visitándonos en Chicago y se le olvidó el libro en mi casa, sentí curiosidad y lo leí y descubrí que era una historia muy interesante, con una clarísima vocación cinematográfica y contemplé la posibilidad de llevarlo al cine y afortunadamente pudimos lograrlo.
Y se volvió una coproducción de tres países...
Cuatro, si se tiene en cuenta una participación menor de Estados Unidos. Esta película contó con una inversión privada, pero la mayor parte provino de los institutos del cine y ministerios de cada uno de los países que participaron en la coproducción.
Tiene un elenco muy internacional... ¿Cómo fue trabajar con tantos actores de diversos países?
En eso hubo mucha dedicación de la directora de casting, Camila-Valentine Isola, con mucha trayectoria, quien vive en Madrid, pero permanece muy conectada con los representantes de los actores en Estados Unidos y Europa. No se trató solamente de ensamblar un reparto que es excepcional, sino de contar con la suerte de que estuvieran todos disponibles al mismo tiempo, eso no es fácil. Hubo que reemplazar algunos pocos, pero las opciones con las que terminamos eran las ideales. Me siento muy satisfecho teniendo actores de 11 países y de haber superado el primer reto, que era que todo armonizara, porque había podido convertirse en una Babel, pero logramos con esos actores de altísimo nivel, que esto funcionara, no se nota ninguna discordancia.
También contó con actores colombianos, como Víctor Mallarino. ¿Qué pondera de él?
Hacer adaptaciones es muy difícil en estos tiempos, por producción y por recursos, ¿cómo se logró esta hazaña y qué expectativa tienen respecto al impacto en taquilla?
Hacer películas aquí y en cualquier parte es difícil. Es una actividad de mucho riesgo, que compromete capitales muy grandes, esta es una película de 8 millones de dólares, 7 y medio millones de euros. Se logró mediante la fórmula de coproducción que reparte ese riesgo, y se emplearon también los programas de incentivos que existen en todos los países, —exceptuando los Estados Unidos, en donde se producen películas de grandes presupuestos con la inversión privada—. Era el principal obstáculo, que logramos vencer. La notoriedad del autor estuvo a favor, así como el reparto y los productores, que eran lo suficientemente sólidos, y constituyeron una garantía de que la película se iba a realizar y a terminar.
La película se lanzó oficialmente en España, Arturo Pérez-Reverte estuvo allá, ¿cómo tomó la adaptación cinematográfica de su obra?
Ojalá todos los espectadores de la película reaccionaran como Arturo, que a la mitad de la proyección se levantó y me besó; está feliz, considera que es la mejor adaptación de su novela, no me correspondería a mí decirlo, repito sus palabras.
Competimos con películas que realizaron autores como Polanski: La Novena Puerta, con grandes repartos como Johnny Depp o Viggo Mortensen. Y algo que es muy estimulante es que Pérez-Reverte publicó sus opiniones en una columna extensa en el ABC en Madrid y me ha ofrecido que hagamos otros proyectos.
La historia intrincada no es fácil, hay que seguirla con cuidado, pero cuando la gente se conecta, se pega de la pantalla y no se mueve. Me sorprendió ver eso en funciones comerciales en España, salían muy satisfechos con la película.