Economía
Supersociedades multó a William Shaw por ser controlante de Ultra Air
Según informó la Superintendencia a través de un comunicado, la multa es de $ 50 millones.
La Superintendencia de Sociedades declaró a William Shaw como controlante de Ultra Air y en la sociedad Inversiones Emma Shaw.
Dicha declaratoria hecha por la entidad viene acompañada de una multa de $ 50 millones por no revelar su condición de controlante, informó la Superintendencia a través de un comunicado emitido este miércoles en la mañana.
Según la Superintendencia, la existencia de control en una sociedad se da cuando el poder de decisión de la misma se encuentra bajo la voluntad de otras personas.
Billy Escobar, superintendente de Sociedades dijo: “La revelación de las situaciones de control y/o de grupo empresarial es de interés público, por cuanto existe un riesgo para las diferentes personas que interactúan con las empresas cuando no se conoce la identidad del verdadero controlante y las sociedades vinculadas. En este caso, la declaratoria de control resulta importante para que los interesados revisen si procede iniciar la acción de responsabilidad subsidiaria”.
La declaratoria y multa contra Shaw se dan en medio del proceso de liquidación judicial en el que se encuentra inmersa Ultra Air, y que empezó a finales de junio de este año.
En su momento, la Supersociedades informó que Ultra había indicado: “Frente a la imposibilidad de cerrar acuerdos de financiamiento que le inyectara nuevos recursos, no logró obtener el capital necesario para reiniciar sus operaciones, situación que derivó en la terminación de los contratos celebrados con proveedores estratégicos y los de arrendamiento financiero sobre los aviones”.
¿Qué pasará con los aviones de Viva y Ultra Air tras entrar en proceso de liquidación?
Con el fin de saldar sus deudas con los acreedores, Viva Air y Ultra Airlines se encuentran actualmente en un proceso de liquidación empresarial supervisado por la Superintendencia de Sociedades. Esto ha suscitado muchas dudas sobre qué pasará con las aeronaves si no están al servicio de la ciudadanía.
Lamentablemente, las aerolíneas de bajo costo no pudieron mantener sus operaciones, lo que ha llevado a un desafortunado desenlace.
Algunos analistas se han pronunciado al respecto, dejando entrever que algunas de estas aeronaves pueden seguir funcionando pese a las condiciones actuales de estas dos compañías.
Juan Felipe Reyes, abogado aeronáutico de Parra Rodríguez Abogados, explicó en el diario Pulzo que ni Viva Air ni Ultra Airlines eran propietarias de sus aeronaves y que, al tratarse de aviones arrendados de otras organizaciones, no forman parte de los activos de las aerolíneas; por lo tanto, no pueden utilizarse para compensar deudas durante el proceso de liquidación.
Según Reyes, estas aeronaves deben ser devueltas a sus legítimos dueños en un plazo estipulado, para que puedan volver a sus recorridos.
Por su parte, Ignacio Osuna, profesor de la Inalde Business School, enfatizó en el tema diciendo que en casos como estos los arrendatarios que se encuentran en tales circunstancias buscan otras partes interesadas para adquirir las aeronaves y expandir sus flotas.
Osuna también dijo que los arrendadores de aeronaves, también conocidos como “lessors”, son cautelosos respecto a sus activos, pues una vez que se enteran de que un arrendatario está en riesgo de cesar operaciones, buscan activamente posibles arrendatarios que puedan ocupar y arrendar sus aeronaves.
Asimismo, Olga Lucia Ramírez Duarte, socia de DLA Piper Martínez Beltrán, declaró para La República: “Desde el inicio del proceso de insolvencia conforme el convenio de Ciudad del Cabo del que es parte Colombia, la aerolínea como arrendataria tiene la obligación de devolver los aviones en un plazo no superior a 60 días excepto si el arrendador consiente en un plazo diferente o efecto diferente”.
Ramírez reiteró que las aeronaves ya no pertenecen a las aerolíneas que se encuentran en proceso de liquidación, motivo por el cual sus arrendadores buscaron soluciones alternativas, como fue el caso de Viva Air.
La socia de DLA Piper Martínez Beltrán dio a conocer, de igual forma, que se llevó a cabo un proceso de negociación entre Viva Air y Avianca, lo que resultó en la transferencia de algunas de las aeronaves a Avianca. Otros de los dispositivos aéreos fueron recibidos por Latam.
Este acuerdo se alinea con el plan de expansión anunciado recientemente por Avianca, que incluye la incorporación de diez aeronaves Airbus A320 NEO.
A medida que el proceso de liquidación continúa, se decidirá el destino de las aeronaves restantes, pues en el mejor momento de Viva, tenía 20, y Ultra tenía 6, lo que podría dar lugar a más negociaciones y acuerdos entre las partes interesadas.
En última instancia, se espera que las aeronaves encuentren nuevos lugares donde puedan contribuir al crecimiento y la expansión de otras aerolíneas, permitiéndoles alcanzar nuevas alturas en la industria de la aviación, ya sean alquiladas o compradas para el servicio de los colombianos.