Contraloría General lanza advertencia sobre situación fiscal y presupuestal de Colombia para 2026

La Contraloría General de la República encendió nuevas alarmas sobre la situación fiscal del país tras analizar el comportamiento de las finanzas públicas a octubre de 2025 y revisar el Presupuesto General de la Nación (PGN) aprobado para 2026. El organismo de control identificó tres focos de preocupación: el rezago en el recaudo tributario y la baja ejecución del gasto, la activación de la cláusula de escape de la regla fiscal sin un plan robusto de ajuste y la alta dependencia del presupuesto de 2026 de una reforma tributaria aún incierta.

Según el análisis de la Contraloría, el recaudo tributario neto alcanzó un cumplimiento del 95,8 % respecto a la meta proyectada por la Dian para octubre. La desviación, de $9,8 billones, refleja un rezago significativo en los ingresos del Estado, que confía en que los tributos pendientes y la recuperación económica permitan cerrar el año con mejores cifras. A esto se suma un bajo nivel de ejecución del gasto: apenas el 67,2% de los recursos habían sido obligados a octubre, y la inversión, el componente clave para jalonar crecimiento, mostraba una ejecución del 46,6%, un comportamiento similar al de 2024.

De mantenerse esta tendencia, advierte la Contraloría, el país enfrentaría pérdidas de apropiación y un aumento en las reservas presupuestales, síntomas de ineficacia en el gasto público. Ante este panorama, el llamado al Ministerio de Hacienda es claro: realizar ajustes antes de finalizar la actual vigencia para evitar que los recursos destinados al desarrollo se queden en el papel.

A este panorama se suma la activación de la cláusula de escape de la regla fiscal para 2025, contemplada en el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Con esta herramienta, el Gobierno busca responder a la rigidez del gasto, el 92 % del PGN es inflexible y sostener la demanda agregada mediante mayor inversión pública. Sin embargo, la decisión implica un déficit fiscal del 7,1 % del PIB, por encima de los límites definidos, y ha sido cuestionada por el Comité Autónomo de la Regla Fiscal.

Para 2026, pese a la expectativa de mayores ingresos gracias a una reforma tributaria que promete recaudar $16,3 billones y a una reducción de pagos de intereses, el déficit primario aumentaría, pasando de -1,45 % a -1,97 % del PIB.

La Contraloría cuestiona que no exista un plan creíble para retomar la senda de cumplimiento de la regla fiscal y advierte que, aunque hay mejoras en la gestión de la deuda, no se han tomado decisiones para contener el gasto de funcionamiento ni para recortar inversiones no prioritarias.

El análisis del presupuesto de 2026 profundiza las preocupaciones. Con un gasto proyectado de $546,9 billones y unos ingresos estimados en $530,7 billones, el desbalance de $16,3 billones depende por completo de la aprobación de la reforma tributaria, introduciendo riesgos fiscales en caso de que no prospere en el Congreso. A ello se suma un crecimiento de 8,8 % en el gasto de funcionamiento, superior al crecimiento nominal del PIB, lo que cuestiona la eficiencia del gasto público.

Aunque las proyecciones de crecimiento económico —2,7 % para 2025 y 3 % para 2026—, inflación y tasa de cambio son consideradas moderadas, la Contraloría señala inconsistencias en la estimación del recaudo, especialmente porque se proyecta una caída del 1,8% pese a un contexto de crecimiento positivo.

Ante este panorama, el ente de control concluye que el país requiere una estrategia fiscal integral que combine eficiencia en el gasto, realismo en las proyecciones de ingreso y reformas estructurales que impulsen el crecimiento. Solo así, advierte, será posible garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano y largo plazo.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País