Imágenes: así se vivió el clásico entre América y Deportivo Cali en el Pascual

El clásico vallecaucano entre América de Cali y Deportivo Cali se vivió de una manera espectacular en el estadio Olímpico Pascual Guerrero este domingo, 27 de abril.

Desde las primeras horas de la tarde, miles de aficionados se acercaron para teñir las calles de rojo y verde, en una previa que anunciaba una jornada histórica para el fútbol de la región.

Las graderías del estadio fueron un verdadero espectáculo visual. La hinchada escarlata, que acudió en gran número, desplegó banderas gigantes, humo de colores y cánticos que retumbaron en cada rincón del Pascual. La energía era contagiosa y cada jugada en el terreno de juego era vivida con una intensidad única.

Los seguidores del América, además, disfrutaron del dominio de su equipo, que fue superior a su rival en gran parte del compromiso.

En el campo, los goles de Rodrigo Holgado y Esneyder Mena, pusieron a delirar a la multitud roja. La celebración tras cada anotación fue total, abrazos, gritos, saltos y lágrimas de felicidad se mezclaban en las tribunas. El ambiente era de fiesta completa, mientras el equipo dirigido por César Farías mostraba jerarquía y contundencia frente a su eterno rival.

Las cámaras captaron momentos memorables, niños ondeando banderas, y familias enteras viviendo una jornada de pasión por el fútbol. Cada rincón del Pascual fue testigo de la emoción que solo un clásico como este puede generar. El fútbol no solo se jugaba en la cancha, sino también en cada corazón escarlata que vibraba con el triunfo.

Por su parte, Deportivo Cali luchó hasta el final, pero no logró frenar el ímpetu del América. A pesar de los cambios estratégicos y las modificaciones en su esquema de juego, los verdiblancos no encontraron los caminos para revertir el marcador.

Con esta victoria, América de Cali se afianza en los primeros lugares de la tabla y fortalece su candidatura para ser protagonista en la fase final de la Liga BetPlay. La ilusión de la hinchada crece, soñando con una nueva estrella y confiando en el trabajo que viene realizando el cuerpo técnico.

Así, el clásico no solo dejó goles y emociones, sino también imágenes imborrables que quedarán grabadas en la historia del fútbol vallecaucano. Desde el vibrante recibimiento en las tribunas hasta las celebraciones efusivas en cada rincón del estadio, el Pascual Guerrero fue testigo de una jornada que exaltó la pasión y el amor por los colores. Cada cántico, cada lágrima, cada abrazo entre desconocidos fue una muestra del poder que tiene el fútbol para unir a miles de almas en un mismo sentimiento.