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Giselle Caicedo, la deportista caleña que patina al son de Kike Harvey, el cantante de salsa
Esta caleña, de 15 años, es la nueva joya del patinaje colombiano. La hija del reconocido cantante salsero, triunfó en el Mundial de China.

14 de oct de 2025, 05:17 p. m.
Actualizado el 14 de oct de 2025, 05:17 p. m.
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En medio de trompetas, pianos, timbales, cantos y mucha música, emergió una niña que solía cantar; sin embargo, su vida dio un giro drástico. Pasó de escuchar melodiosas voces a rodar por Colombia y el mundo con unos patines.
Se trata de Giselle Caicedo, una caleña de tan solo 15 años, criada en el barrio La Nueva Base, a quien la vida, por una enfermedad, la llevó a elegir un deporte por descarte, que la tiene triunfando.
Ella es hija del famoso cantante Kike Harvey, quien a sus 69 años de edad ve cómo su retoño sigue su legado de ser estrella, pero en otro sendero.
El título mundial, lo máximo
Luego de ganarse el puesto en la Selección, Gisell se apartó de la familia por varios meses. Entró en una concentración total. Incluso, tuvo que alejarse por un tiempo del estudio, pero, al final, todo tiene su recompensa.
Kike Harvey y su esposa Gisela todos los días ponían la alarma a la 1:00 o 2:00 de la mañana para ver correr a su hija en el Mundial de patinaje en la China. La diferencia horaria de catorce horas los obligaba a trasnocharse y, si lo hacían antes, cuando iban a los toques de Kike, pues ahora valía mucho más la pena.
Cada patada de Gisell ponía a vibrar los corazones de sus padres, quienes le pedían a Dios que la guiara, pese a su corta edad, a ganar su título mundial.
Gisell al Mundial llegó sin el rol de ser primera; sin embargo, con su talento y empuje, descrestó al técnico de Colombia, Elías del Valle. Contra todo pronóstico, ganó dos medallas de plata, al asumir otro rol que no era el suyo.
Sin embargo, lo mejor estaba por llegar. Gisell se había propuesto ser campeona del mundo. No podía defraudar a su papá, quien, pese a sus quebrantos de salud, esperaba con ansias el oro.

Y así fue. La patinadora le dio la máxima alegría a sus padres y se coronó campeona mundial, liderando la prueba de los relevos juveniles.
A ella esta corona la tomó por sorpresa, pues, aunque “iba con la ilusión y la meta de ganar el oro”, sabía que era muy difícil porque por encima tenía a otras patinadoras.
Sin embargo, como toda atleta de patinadora de élite, “sentía que podía lograrlo, tenía ese convencimiento en mí”.
Por eso, cuando cruzó la meta y ya tenía ganado el oro, “tuve muchos sentimientos encontrados, dije: lo logré. Yo en toda esa vuelta, iba diciendo: Dios mío, Gisell, lo vas a lograr, lo vas a lograr, y cuando ya la crucé, dije: Valieron la pena tantos sacrificios, tantas lágrimas, tantas cosas que has tenido que pasar para llegar a este momento, valieron la pena”.
Además, agregó que “fue algo emocionante. Me quité un peso de encima, quería darles este oro a mi mamá y a mi papá”, expresó una emocionada Giselle, a quien se le aguaron los ojitos.
Y mientras ella saltaba de la dicha en la pista de China, en Cali, a miles y miles de kilómetros, en el barrio El Pondaje, Gisela y Kike Harvey eran los padres más felices del universo.
“Yo me siento muy orgulloso, mi corazón ya estaba inflado. Hacía mucha fuerza y ya pude verla campeona mundial, gracias a Dios”, anotó con nostalgia el cantante.
Por su parte, su madre no supo describir esa emoción: “Acá, gritábamos. A uno se le olvida en qué horario estábamos, porque era de madrugada y todo el mundo está dormido, pero nosotros gritábamos, saltábamos, es algo inexplicable, llorábamos”.

Para Gisela, su hija es “todo, ha llenado todas mis expectativas como mujer”.
Mientras que el maestro Kike Harvey describe ese hecho como “una felicidad absoluta a mis 69 años, aun con muchos quebrantos de salud, pero Dios me dio la dicha de verla en lo que la apasiona”.
Esas palabras quebraron la voz de Gisell: “Me toca aguantar las ganas de llorar, porque cuando mi papá me dice ese tipo de cosas, yo me siento como que todo esto ha valido la pena”.
Además, señaló que la pequeña “nos metió en este cuento porque yo nunca vi el patinaje en mi registro, lo mío era el fútbol y mi música, pero nunca el patinaje”, confiesa el cantante Harvey.
Mientras su padre daba conciertos y ponía a bailar a los salseros con temas como ‘Quiéreme’, ‘Un trozo de hielo en la escarcha’ y muchos más, ella lo acompañaba a las grabaciones junto a su madre.

Las trasnochadas, las exigentes jornadas en los conciertos y los viajes, llevaron a Kike Harvey a consolidar una exitosa carrera, en la que ganó un premio Grammy Latino por su álbum ‘Kike Harvey’ en 1987.
Ser uno de los máximos exponentes de la salsa caleña le dio al cantautor la oportunidad de conseguir dinero, hoy es pensionado y con su esposa se convirtieron en “los patrocinadores de Gisell” para que pudiera cumplir sus sueños.
Comunicador Social. Periodista con una trayectoria 21 años trabajando en los programas radiales de mayor reconocimiento en Cali, también en medios televisivos y prensa escrita. Soy especialista en deportes. Ganador del premio Farallones de Cali, de la Alcaldía de Cali, como Mejor Periodista Social Comunitario de Cali. Tres veces nominado al Premio Terraco de Oro, de la Gobernación del Valle, como Mejor Periodista Deportivo del Valle. Soy amante a los deportes.