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En medio de la furia, las puertas del estadio Hard Rock, sede de la final de la Copa América, se reabren tras dos horas de atraso
En dos oportunidades se ha cambiado la hora del inicio de la final del torneo continental.
La organización de la Copa América, luego de horas de zozobra, disputas, detenidos y heridos, decidió reabrir las puertas del Hard Rock Stadium de Miami, en medio de la acalorada situación entre los espectadores y la Policía de la Florida.
Muchas quejas se han presentado por parte de los aficionados sobre supuesta reventa de boletas; se presentò que una misma voleta fue vendida varias veces a diferentes hinchas, lo que ha generado el retraso del partido, además de las peleas con las autoridades.
“Las personas que no cuentan con tickets no podrán ingresar al estadio. Solo aquellos que tengan tickets adquiridos podrán hacer el ingreso una vez que vuelvan a ser habilitados los accesos. Informamos que el partido se retrasará 30 minutos, iniciando a las 7:30 de Colombia”, dijo la Confederación Sudamericana de Fútbol en un comunicado.
Sin embargo, esa hora inicial no se pudo cumplir, por lo que tuvo que anunciar la Conmebol un segundo horario parcial del inicio de la final, el cual se postergó para las 7:45 de la noche.
Severos incidentes con aficionados se presentaron dos horas antes del inicio oficial del encuentro, cuando cientos de hinchas, principalmente colombianos, intentaron ingresar al estadio sin entradas y violando las puertas de acceso.
Decenas de hinchas fueron detenidos, mientras que otros más lograron ingresar al moderno escenario de la Capital del Sol rompiendo los protocolos establecidos de seguridad y acceso.
Sin embargo, ante la turba de gente que intentó ingresar a la fuerza, y varias personas resultaron heridas producto de los incidentes y de la pelea que tuvieron con las autoridades.
Los incidentes de la final de la 48 edición de la Copa América suceden cuatro días después de los hechos violentos vividos por familiares de los jugadores de Uruguay en las semifinales contra los cafeteros en Charlotte (Carolina del Norte).