Colombia
Un juego con la tabla ouija estaría detrás de la muerte de José Mauricio Ospina, un joven de solo 17 años
Después de año y medio se reveló unos testimonios que develarían la verdadera causa de muerte del joven.
José Mauricio Ospina era un estudiante de grado 11 del colegio Eduardo Umaña Luna, ubicado en la localidad de Keneddy, en Bogotá.
Su muerte se produjo en abril de 2022 en extrañas circunstancias. Apareció apareció asesinado desnudo, boca abajo y envuelto en una sábana mientras departía con tres de sus mejores amigos en una casa en la localidad de Patio Bonito.
Para ese momento, los familiares del joven pidieron a las autoridades no abandonar el caso hasta que no encontraran las verdaderas razones de su muerte. De eso ha pasado ya un año y medio, y recientemente el diario El Tiempo publicó algunas declaraciones que reposan en el expediente judicial.
Lo narrado es escalofriante. Uno de los jóvenes que estaba con el fallecido contó que se encontraban jugando a la tabla ouija y por instrucción debían asesinar a uno de sus compañeros. José Mauricio fue el elegido.
Otro de los amigos, también implicado en la muerte del estudiante, narró que habían consumido LSD, una droga semisintética que produce en el cuerpo alucinaciones. Él también afirmó que jugaron a la tabla ouija minutos antes del fatal desenlace.
“Veía figuras de colores; luego, a mis compañeros pegándole a la pared, y luego a Mauricio en el piso lleno de sangre (…), yo sabía que todo eso era un sueño”, narró el joven a las autoridades.
El reporte de Medicina Legal, en su informe de necropsia, confirmó que el fallecimiento se produjo por asfixia mecánica. También acotaba que el cuerpo tenía contusiones en la cabeza y lo movieron durante varios metros.
El día de los hechos
El 12 de abril de 2022, José Mauricio le pidió permiso a su mamá para ir a casa de un compañero a realizar un trabajo relacionado con unas actividades que el Sena les dejó. En su momento, Claudia, la madre del joven, habló para varios medios de comunicación, incluyendo Q’hubo.
“Mi hijo me dijo a las 5 de la tarde de ese 12 de abril que se iba a la casa de un compañero a hacer un trabajo del Sena. Yo tenía una vuelta que hacer y regresé hasta por la noche a la casa, cuando llegué y no lo encontré en la casa no le vi problema porque él se quedaba allá donde el compañero cuando iba a hacer trabajos. Luego lo llamé a las 11:50 pero no me contestó, pensé que se habían dormido y me pareció normal”, nos contó Claudia, la madre el joven.
Luego de la llamada que su hijo no le contestó, la señora se acostó a dormir. La madrugada del día siguiente, a las 4:30 de la mañana, Claudia se despertó. Bajó a revisar si la bicicleta de su hijo estaba en la casa y al percatarse que no era así, decidió llamar de nuevo.
En esa oportunidad si le contestaron pero agentes del CTI.
“Me contestaron del CTI y les pregunté por qué tenían el celular de mi hijo. Me respondieron que ellos estaban en una casa donde habían ocurrido unos hechos y habían unos chicos hospitalizados, les pregunté que dónde estaban los chicos y me dijeron que en el hospital de Kennedy”, afirmó la mujer.
Ella salió directamente hacia ese centro hospitalario, pues nunca le dijeron que su hijo había muerto. Al llegar a allá nadie le daba razón por su hijo y le dijeron que no había registro de ingresos con ese nombe.
“Luego de preguntar varias veces y que no me dieran respuesta de mi hijo, me acerqué a una patrullera, le pregunté por mi hijo, me pidió una foto y luego me contesto que él estaba muerto, así, como si fuera cualquier cosa”, afirmó la angustiada mujer.
A doña Claudia solo le dijeron en ese momento que su hijo no tenía signos de violencia y que los otros chicos estaban ‘locos’.
“Me siento sola, fue una muerte muy extraña. Mi hijo era muy reservado y por la forma en que lo hallaron me hace pensar que hay algo muy raro que no quieren que salga a la luz. Solo se sabe que lo encontraron en esa casa y que supuestamente estaban ‘locos’, nada más”.
La publicación de El Tiempo le da otra vuelta a la investigación y todo entonces pareciera con resolverse en que la muerte de José Mauricio se debió a un juego de tabla ouija entre jóvenes.