Colombia
Reclutamiento infantil: el crimen silenciado que sigue creciendo en Colombia
Grupos armados siguen arrebatando la niñez en distintas regiones, mientras el miedo y la falta de garantías silencian las denuncias

13 de may de 2025, 01:41 p. m.
Actualizado el 13 de may de 2025, 01:41 p. m.
En Colombia, el reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes por parte de grupos armados ilegales y estructuras criminales no es un tema del pasado: sigue ocurriendo, muchas veces sin que nadie lo sepa. Aunque entre enero y abril de este año se han documentado oficialmente 21 casos, la cifra real podría ser mucho más alta, sumergida en el silencio que imponen el miedo, la estigmatización y la falta de garantías para denunciar.
Este crimen no solo constituye una grave violación a los derechos fundamentales de los menores, sino que representa una infracción directa al Derecho Internacional Humanitario. Cada caso documentado implica una vida rota, un proyecto truncado, una infancia interrumpida por la violencia.
🔵#Comunicado #Catatumbo "Me alarma cada vez más la tendencia creciente del reclutamiento de niñas, niños y adolescentes en Colombia: Soott Campbell, representante 🇨🇴 del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. 👇👇https://t.co/vBOgJBtSHL pic.twitter.com/NfmLn3xdCE
— ONU Derechos Humanos Colombia (@ONUHumanRights) May 11, 2025
Según datos recopilados, los departamentos donde más se ha evidenciado este fenómeno en lo corrido del año son Antioquia, Cauca, Chocó, Caquetá y Nariño, aunque la realidad se extiende a muchos otros territorios del país, especialmente aquellos donde el control armado y el abandono institucional son más evidentes. En lugares como Tumaco, Buenaventura y el sur de Córdoba, las dinámicas del conflicto y el control de rutas ilegales han empujado a menores a entrar, muchas veces forzados o manipulados, a las filas de grupos ilegales.
Además del reclutamiento, se han identificado otros modos de vinculación forzada, como la utilización de menores para actividades de inteligencia, mensajería, vigilancia armada, o tareas logísticas dentro de los campamentos. En muchos casos, el ingreso a estos grupos no se da con armas apuntando, sino a través de estrategias más sutiles pero igual de violentas: promesas falsas de seguridad, comida o ingresos económicos que terminan por encerrar a los menores en ciclos de violencia casi imposibles de romper.

El fenómeno está acompañado de un grave subregistro. Muchas comunidades, especialmente en zonas rurales o controladas por actores armados, no cuentan con las condiciones necesarias para denunciar. El temor a represalias, la falta de rutas institucionales efectivas, y la desconfianza en el Estado hacen que muchos casos queden ocultos, sin voz ni cifras.
Desde organizaciones defensoras de derechos humanos se insiste en que este fenómeno no puede entenderse solo desde la estadística, porque detrás de cada número hay un niño o niña con un futuro truncado. La exigencia es clara: acciones integrales del Estado que garanticen protección real, presencia territorial y acompañamiento a las comunidades más vulnerables.
👉🏼 El reclutamiento, uso y utilización de niñas, niños y adolescentes por parte de grupos armados ilegales y organizaciones criminales en distintas regiones del país persiste. Este grave delito vulnera múltiples derechos fundamentales y constituye una infracción al Derecho… pic.twitter.com/GmE34HlzB0
— Defensoría del Pueblo (@DefensoriaCol) May 13, 2025
Las autoridades competentes continúan con el monitoreo de la problemática y el acompañamiento a las comunidades, mientras organizaciones civiles y entes de control mantienen el llamado a fortalecer las acciones de prevención, atención y restitución de derechos en los territorios más afectados. El seguimiento a estos casos, así como la articulación institucional, serán claves para determinar la evolución de esta problemática en lo que resta del año.
Comunicador social y periodista de la Universidad Antonio José Camacho. Tecnólogo en Producción Audiovisual y técnico en Diseño e Integración Multimedia del SENA, además de especialista en Fotografía Publicitaria. Experiencia en periodismo de campo frente a cámara, redacción web y gestión de redes sociales